#prólogo
Nos mira a los tres con la cara llena de lágrimas. Su pie sangra, y todos los cristales de la botella rota están llenos de su sangre, miro por el rabillo del ojo a papá y Safuan, y puedo ver sus lágrimas encontrarse en sus barbilla, los dos cabizbajos, y a decir verdad yo tampoco puedo mirarla a la cara
— ¡¿Se creen hombres por lo que hicieron?! ¡¿Acaso se sienten mejor?! ¡¿Y tú?!— mira a papá— ¡Te di la oportunidad de arruinarlo todo hace veintidós años! ¡Te di la oportunidad de terminar con todo antes de que empiece! ¡Pero NO! ¡Me tienes que lastimar!— se lleva las manos a la cabeza y pasa sus dedos por su pelo con la intención de relajarse. Papá intenta acercarse a ella— ¡Ni siquiera te atrevas!— da otro paso atrás y siento mi corazón estrujarse viendo cómo otro cristal se incrusta en su pie, pero ella no hace ninguna mueca
— Mamá, por favor— Safuan se arrodilla
— Perdónanos madre— suplico en un sollozo. No puedo permitir que todo se pierda, no podría perderla a ella, no ahora.
— Hoy...— hace una pausa para suspirar— Ustedes, familia Salinas, acaban de perder a un miembro de su familia
Alzo la mirada sintiendo que mis piernas se aflojan. Ella vuelve a dar otro paso atrás con la intención de esquivarnos y salir por la puerta. Pero papá es mucho más rápido, en dos pasos está frente a la puerta, la cierra y se interpone en su camino
— No puedes irte, no puedo dejarte ir. Simplemente te necesito
— Señor Salinas, déjeme salir por favor— papá la mira dolido, antes de acercarse a ella y tomarla de los brazos
— ¡¿Señor salinas?! ¡¿Ya lo olvidaste todo?!— la zarandea— Más de veinticinco años juntos, en las buenas y en las malas, en prisiones, hoteles, y camillas de hospital ¡No puedes irte ahora!
Lo acabo de subir, pásate por ahí para seguir leyendo
ESTÁS LEYENDO
La Chica del Hijab ©
Romance1er premio de #MuslimAwards2017 en Novela Juvenil No ven en ella lo que piensa, lo que opina, lo que hace, su personalidad, sus aficiones, sus metas... Sólo ven el pañuelo que cubre su cabeza. Melek guarda tras su armadura de fuerza un corazón ente...