Ganz volvió en si al escuchar un golpeteo en la puerta, como si alguien llamara. Con calma el esqueleto se levantó del suelo y fue a abrir, no sabía quién podía llamar y siquiera si era buena idea abrir, ¿pero qué importaba? Aprovecharía para irse de la casa ahora que Papyrus no estaba.
– Vaya~ así que era verdad, darling~– Mettaton entró a la casa en cuanto Ganz abrió la puerta, sorprendiendo al esqueleto más bajo– el gran Ganz, desaparecido por un mes ha sido capturado, los rumores son ciertos por lo que veo
Mettaton se encontraba en su forma humanoide, cerrando la puerta y mirando a Ganz.
– Te sienta bien estar desnudo, pero ten– el robot le tiró su camiseta y abrigo a Ganz.
– ¿Cómo...?– Ganz tomó ambas cosas poniéndoselas, estaban completamente arregladas.
– Vi a un perro con esto, dirigiéndose hacia aquí, así que le quité la ropa y decidí traerlo yo, ya sabes, se me antojaba ver a Papyrus~
– ¿Desde cuando la estrella del subsuelo y Papyrus os lleváis tan cercanos como para que se te antoje verlo? ¿Y por qué?
– Cuantas preguntas ¿Desde cuando te interesa tanto hablar conmigo?
Como si fuera su casa, el robot caminó al sofá y se sentó, en este, cruzándose de piernas y mirando a Ganz, como esperando a que se sentara igual.
– Responde– pidió algo molesto.
– Noto malas vibraciones por aquí– Melancholy Ganz, o Mel, apareció de golpe, provocando que Ganz suspirara con pesadez.
– Lo que me faltaba– murmuró el esqueleto.
– Está bien– respondió Mettaton, claramente no podía ver ni escuchar a Mel– pues hace unas cuantas semanas, no mucho después de que te fueras, al parecer el Gran Papyrus– sonó como si lo utilizara con doble sentido, causando algo de repulsión por parte de Ganz– necesita descargar su frustración, y yo le ayudo con eso, pero no tenemos relación seria ni nada– se relamió con su lengua robótica.
– Que asco– habló Mel– Bueno Ganz, sé que te encanta estar en esta casa y tal, pero mejor vámonos
– Si, mejor me voy ya, gracias por la ropa, Mettaton– Ganz se dió media vuelta y caminó nuevamente hacia la puerta.
– Darling, no puedo dejar que te vayas, si Papyrus se entera de que estaba aquí y te he dejado ir, seré yo el que pague la consecuencias– explicó el robot.
Los brazos metálicos de este se estiraron hacia Ganz y se enrollaron en su cuerpo, atrapándolo y seguido acercándolo a Mettaton.
– Escúchame Ganz, no me hace gracia tener que hablar contigo o ayudarte, realmente tú y yo nunca nos hemos llevado bien, pero esto lo haré por Alphys, ella aún confía en ti y Undyne– empezó nuevamente a hablar Mettaton, el cual soltó a Ganz al lado suyo sentándolo– Papyrus no va a dudar en matarte si ve que haces algo sospechoso, si huyes te matará sin pensarlo dos veces, como ser inteligente que soy– se alagó a si mismo– te recomiendo que esperes al momento oportuno, y le hagas caso en lo que te diga, en algún momento tendrás la oportunidad de volver a las ruinas, pero este no lo es, ten paciencia, mientras hagas lo que Papyrus ordene no te hará nada, tal vez suene denigrante, pero es mejor eso a morir por no saber buscar el momento adecuado
– Tal vez tenga razón– comentó Mel.
Ganz miró algo sorprendido al robot, pensándose lo que acababa de decirle para minutos después asentir.
– Esta es la última vez que te ayudo en algo, así que, que no se te suba a la cabeza– finalizó, levantándose y yéndose de la casa rápidamente.
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Wasted [Fontcest]
De TodoHistoria sobre el AU Gztale. Ganz el cual se encontraba ocultándose y viviendo en las ruinas junto con Toriel y una pequeña humana llamada Frisk se ve encontrado en una situación un tanto arriesgada, ya que Undyne, ex-capitana de la guardia real, ll...