Nota: este capítulo contiene escenas subidas de tono, advertidos quedáis.
Ganz hacia unos cinco minutos que había vuelto, sentándose en el suelo a un lado del salón con la mano no muy bien vendada, cosa que molestaba a Papyrus al verlo, pues este solía ser bastante perfeccionista cuando le daba, y este era uno de esos momentos, pero el esqueleto no ayudaría a su hermano, no iba a hacer nada por su bienestar, puesto que no era de su incumbencia.
– Ganz– Mel apareció al lado del mencionado– Ese vendaje está tan horrible como tú, ¿Esque no sabes vendarte? Tsk, al menos estas bien
Ganz ignoró a Mel, escuchando la televisión mientras miraba al suelo.
– ¡No me ignores! Ganz, enserio, a pensado llevamos poco tiempo aquí y ya es un horror, vámonos, en serio, tu seguridad es más importante que tú hermano, o almenos para mí si, si tú mueres quien sabe que pasará conmigo– Mel se sentó al lado de Ganz– no me ignores, háblame, ¿Qué importa si él te ve? Igualmente no es de su incumbencia, seguro le da igual
Ganz continuó ignorandolo, al vez tenía razón y Papyrus lo ignoraría, pero no tenía ganas de hablar.
– ¿Es que te comió la lengua el esqueleto? Mira, estoy molesto porque me mandaste irme en la grieta, soy yo el que debería ignorarte a ti– se quejó, no hubo respuesta– ¡Sans!
– ¡No te atrevas a llamarme así!– Ganz se levantó de goleo mirando a Mel– Yo no soy Sans
Sans, un nombre que habia abandonado hace tiempo por una razón que solo él conoce, un nombre que odiaba y le traía malos recuerdos, por ello reaccionó mal al oírlo de la boca de Mel, le molestaba que le llamara así, por algo ahora, y desde hace tiempo, su nombre era Ganz.
Papyrus miró algo sorprendido a Ganz cuando se levantó de golpe gritando, parecía molesto mirando a un lado.
– Hasta que me hablas, Ganz, hey, parece que has alertado a tu hermano– respondió Mel.
Ganz se giró a ver a Papyrus, quien lo miraba serio, parecía querer preguntarle qué pasaba, pero Ganz simplemente se fue a su antiguo cuarto y cerró la puerta, sin importarle que tenía prohibido entrar.
– Ganz– Mel había seguido al esqueleto– Perdón~ no quería ofenderte, solo que me hablaras...– Mel acarició el cráneo de Ganz.
– Sabes lo mucho que odio ese nombre– gruñó apartándose– maldita sea Mel...
Ganz se sentó en la cama que solía dormir, suspirando pesadamente.
– no lo vuelvas a pronunciar, Melancholy, por favor– pidió Ganz.
– No me vuelvas a ignorar
– no lo haré si puedo hablarte, o si quiero hablarte– respondió.
Papyrus mientras escuchaba desde detrás de la puerta a Ganz, hablar lo que parecía ser solo ¿Quién era Mel? Fuese como fuese, no iba a tolerar como el esqueleto más bajo desobedecía una de sus órdenes de no ir al cuarto.
Con molestia el esqueleto abrió la puerta y sin decir mucho se acercó a Ganz, tomándole de los hombros y apretando, sin preocuparle si le hacía daño o no.
– ¿Qué dije de entrar al cuarto?~– una mirada fría miraba directamente a las cuencas de Ganz, el cual se tensaba de a poco.
– Dijiste... Que no podía dormir en él, no que no pudiera entrar– se atrevió a responder.
– ¿Sabes? Ahora mismo, eres de mi absoluta propiedad, y puedo hacerte lo que quiera– habló Papyrus, dejando algo confundido a Ganz.
– Eso ya lo dijiste... ¿Qué tiene eso? ¿Vas a golpearme? ¿Romperme algún hueso? ¿Insultarme o dejarme sin comer o beber?– preguntó Ganz.
Papyrus sonrió de lado y de un movimiento tiró a Ganz al suelo, dandole a penas tiempo para ponerse boca arriba antes de que este se situara encima suyo a horcajadas.
– ahg... ¿Qué?– Ganz observó los movimientos de su hermano.
El esqueleto más bajo trató de empujar a Papyrus para alejarlo y poder levantarse, pero lo único que logró fue que el más alto tomara sus manos sujetándolas contra el suelo.
– No me he quedado satisfecho con el tiempo que he estado con Mettaton– Papyrus acercó el rostro al de Ganz– tal vez te utilice un rato para saciarme como es debido
Papyrus hizo aparecer su lengua, lamiendo los dientes de Ganz.
Mientras un escalofrío recorrió el cuerpo del pequeño, ¿Acaso iba a hacer lo que creía que iba a hacer? No, no quería pensar en ello, tal vez era una broma, su amado hermano no sería capaz de violarlo, ¿O si?
Ganz cerró con fuerza sus cuencas, notando que Papyrus soltaba una de sus manos para de a poco subir la camiseta que llevaba y empezar a exponer su columna y costillas.
– ¡Ganz has algo! No puedes permitir que te toque, muerdele, pateale, haz algo, maldita sea– Mel miraba frustrado mientras trataba de tocar a Papyrus sin lograrlo en absoluto.
De un momento a otro, Ganz mientras escuchaba a Mel y pensaba que podía hacer notó que Papyrus le ataba las manos, abriendo las cuencas para ver que la bufanda roja que siempre llevaba Papyrus ahora aprisionaba sus manos en una de las patas de la cama.
– Joder, joder, joder, estas jodido Ganz, despidete de tu virgen culo– habló Mel.
Ganz trató de soltarse del amarre sin éxito alguno.
Papyrus durante unos segundos observó el rostro angustiado de su hermano, tomándolo de la mandíbula para chocar sus dientes con los de este, haciendo un sonoro "clank" debido a la brusquedad.
– Haz aparecer tu maldita lengua, Ganz– ordenó el menor– si lo haces, tal vez procure no hacerte mucho daño.
– No...– murmuró Ganz– Papyrus e-este no eres tú, herma-...– Ganz recibió un golpe callándolo de inmediato.
– Haz lo que te he dicho y callate– volvió a ordenar, rompiendo la camisa de Ganz para quitársela, pues con las manos atadas y el abrigo no podía hacerlo.
El pequeño tembló levemente y decidió hacer caso, haciendo aparecer su azulada lengua mientras el contrario acariciaba sus costillas sin delicadeza alguna, ansioso por saborear todo el esqueleto de Ganz.
Papyrus al vez que al fin hacia aparecer su lengua sonrió victorioso, acercándose nuevamente al rostro de Ganz con aires de superioridad mientras lo obligaba a abrir la boca, para seguido introducir su lengua en esta y jugar con la del contrario, tomando todo el control posible.
La lengua del más alto se movía ágilmente, con experiencia puesto que no era ni de cerca su primer beso, mientras Ganz, correspondió el beso temblando levemente por lo que le haría su hermano, tampoco era el primer beso que daba, pero no estaba listo para tener relaciones de ese tipo.
– Ganz, mierda... Lo siento– se disculpó Mel, sintiéndose frustrado al no poder ayudar.
Al poco tiempo Papyrus se separó del beso, dejando ver un leve hilo de saliva azul mezclado con naranja que rápidamente desapareció. ambos esqueletos tenían sus rostros adornados con un leve rubor, pero por diferentes motivos. Mientras que el sonrojo azulado de Ganz era debido a la vergüenza y leve humillación; el de Papyrus, de color naranja, se debía a la excitación, causada por los pensamientos impuros que tenía y el saber que tenía total control sobre su hermano en esta situación, pues no era capaz de defenderse.
– P-paps... Por... Por favor– rogó Ganz mirando a las cuencas de su hermano, no sabía que hacer.
Papyrus observó la expresión que ponía el más bajo, acercando su mano sigilosamente al alma de este para acariciarla y hacerle lo que quisiera, pero alguien llamó a la puerta, interrumpiendo lo que iba a hacer.
– Tsk– gruñó molesto, separándose de Ganz y caminando a la puerta– No creas que ha terminado– avisó al más bajo, dejándolo ahí atado mientras iba a ver quien llamaba.
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Les dejo con las ganas de saber que va a pasar(??
Jejeje disfruten!
Oh, se acuerdan que en el anterior capítulo mencioné una historia ink x Error? Pues ya me decidí, y la publiqué jejej
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Wasted [Fontcest]
عشوائيHistoria sobre el AU Gztale. Ganz el cual se encontraba ocultándose y viviendo en las ruinas junto con Toriel y una pequeña humana llamada Frisk se ve encontrado en una situación un tanto arriesgada, ya que Undyne, ex-capitana de la guardia real, ll...