Capítulo 3

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Cove

El pasillo resuena más que de costumbre cuando salgo de mi segundo examen de admisión.
Aunque en realidad ya pasé por todo el proceso y he sido aceptada, los resultados definirán en qué nivel de inglés me encuentro. Por lo tanto, no es hasta la siguiente semana que podré unirme a algún grupo. Sin embargo, he estado viniendo para conocer las instalaciones y echar un vistazo a las actividades extracurriculares que ofrece el colegio.
Mi nombre es Cove Brooks y acabo de mudarme a la ciudad con mi mamá y mi hermana. Tengo 18 años, un gato llamado Gestalt y mucho tiempo libre.

—¿Lista para el tour intelectual y completamente aburrido? —pregunta Zelda, una de las chicas que me ha estado ayudando en todo el proceso. Es muy blanca, de estatura baja, cabello negro y unos bonitos lentes como aquellos que yo solía usar hasta hace poco tiempo. En verdad me cae bien—. Te llevaré a la biblioteca, te enseñaré a grandes rasgos los formatos que pide la escuela para los ensayos, los trámites que deberás hacer si quieres participar en la feria de universidades. Ya sabes, todo eso.

—¿Feria de universidades? —contesto un poco aturdida por la cantidad de información que acabo de recibir. O, en realidad, la información acerca de lo que será la información—. Creí que ibas en quinto.

—Lo sé, no tiene sentido que yo sea tu tutora —contesta riendo—. Pero desde quinto sabemos estas cosas y al parecer estamos capacitadas para difundir nuestros conocimientos —dice con un aire de diversión en la voz.

Como yo entro a último grado, supuestamente me asignarían a un tutor de mi generación. Sin embargo, argumentaron que el inicio de año era una época llena de actividades para la generación y no tendrían mucho tiempo disponible. Entonces llegó Zelda.

—¿Estuviste en la subasta? —pregunta mi compañera mientras caminamos a la biblioteca.

—Tenía examen —contesto encogiendo los hombros—. Pero la música y los gritos se escuchaban hasta el salón.

—Estuvo interesante —responde Zelda asintiendo con la cabeza—. Acabas de ganar mucho dinero.

Abro mucho los ojos y giro en su dirección.

—¿Yo? —pregunto extrañada.

—Es para ustedes, ¿no? —confirma—. Su viaje de generación. Lo mejor es que ni siquiera tuviste que subastarte tú.

Trago saliva de solo pensar que si hubiera llegado antes probablemente hubiera sido parte de esa "actividad".

—¿Qué otro tipo de recaudación de fondos hacen a lo largo del año? —pregunto, casi espantada—. ¿Debería preocuparme?

—Probablemente —ríe la chica con bastantes ganas.

Esta escuela es muy extraña.

(...)

Cuando salimos de la biblioteca mi cabeza es una nube gris llena de información que comienza a partirme con sus rayos.

—Tranquila, es más fácil de lo que parece —me reconforta—. Hay tantas cosas divertidas que ni siquiera notarás la carga de trabajo y todo eso. Llegar en sexto es un regalo. Te llevas toda la diversión.

—Eso espero —suspiro y llevo una mano a mi frente como si aquello liberara la presión.

Continuamos con nuestro camino por los pasillos hasta que llegamos a los casilleros y algo llama mi atención. Es un grupo de chicos riendo y celebrando a todo pulmón.

—Él es la razón de que se crean millonarios —indica Zelda cuando pasamos junto a ellos.

Entonces observo al chico a quien felicitan. Es alto, cabello negro, sonrisa perfecta y una presencia inexplicable. Tanto que me obliga a detenerme.

¿Quién da más por Jake Harvey? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora