¿Quién da más por Jake Harvey? ©

Capítulo 5

Lena

NO.

ME LO PUEDO.

CREER.

Estoy a dos metros de Jake Harvey y lo tengo para mí solita.
El trato se cerró. Él está muy guapo. Todo salió perfecto.
Mi respiración comienza a agitarse demasiado conforme me voy acercando y mi cabeza simplemente va a explotar.
Doy tan solo unos pasos antes de sacar una tremenda sonrisa y ahogar un pequeño grito.
El momento es perfecto, tan solo somos Jake y yo mirándonos a los ojos, las luces apagadas.

Subastado y dueña.

Solos en el universo.

Mi corazón comienza a palpitar más fuerte.

—Que todavía no, por Dios, deja al hombre en paz —regresa la chica de lentes con su malhumor, arruinando el momento por completo.

En verdad creí que podría contar la historia sin tener que mencionar a los daños colaterales, llamados Bethany Allen, Cosa 1 y Cosa 2.
Repito: ¿De dónde salió toda esta gente?

Entonces Marty vuelve a prender la luz del salón y regresa por mí, arrastrándome como trineo hasta la puerta.

—Escuchen, ya no es mi problema cómo se arreglarán entre ustedes para los turnos, pero su paquete debe ser preparado antes de la entrega —dice Marty cerrando la puerta detrás de él, tapándome la agradable vista por completo.

—Creí que ya era nuestro —dice Bethany antes de espantarse por su propio comentario y esconder su cara tras los mechones de cabello que caen sobre ella. Honestamente, todavía no sé cuál es el rollo con esta niña. Demasiado nerviosita para realizar transacciones de este nivel.

—Sucederá hoy —confirma Hence, dando varios pasos en dirección al pasillo. Nosotras lo seguimos—. 5 de la tarde en el estacionamiento, cuando los maestros y directores se hayan ido —suelta con la respiración agitada por la caminata. Justo antes de entrar a la biblioteca voltea a vernos y amplía su sonrisa tanto que da miedo—. Jake Harvey viene con ceremonia de inauguración.

Nos detenemos en seco.

Juro que me atraganto. En serio, estoy tosiendo. Tosiendo éxito. ¡Son los 150 dólares mejor gastados de la vida!
Lo más genial es que yo acabé poniendo 150 y cada una de ellas tan solo 100. ¿Por qué no quise dividirlo? Porque esa es mi estrategia. Sin duda tendré privilegios.
Otra cosa: fui la única que ya los pagó (bueno, 120 en lo que consigo el resto). Yo di el adelanto.

«Adelántenme a Jake»

—¿Para qué vinimos a la biblioteca? —dice Cosa 2 antes de entrar detrás de Marty.

—Bueno, ¿ustedes creen que uno es un vago o qué? —exclama Hence extendiendo los brazos—. Vengo a estudiar como el resto de los súbditos. Si tan solo "venta de esclavos" se viera bien en la carta de aceptación para la universidad.

Me siento confundida. Con respecto a Jake... ¿Qué sigue?

—Chu —dice el chico moviendo las manos para alejarnos como si fuéramos perros callejeros—. Nos vemos a las 5.

Entonces entra a la biblioteca y nos deja paradas en la entrada.
No lo puedo creer, ¿hay más ceremonias? ¿Más anticipación? ¿Más sorpresas?

—Bueno, adiós —suelto cuando comprendo que aquí acabó la cosa por ahora. Comienzo a bajar las escaleras hacia la cafetería y ni siquiera me detengo a hablar con las niñas. No tengo mucho que discutir con ellas.

«Pobres, están muy confundidas. No nacieron para esto»

(...)

—Presencié el circo de la explanada. Lo sentí. Lo adoré —dice Jayden con un tono de voz demasiado gracioso. Es una diva musculosa—. Ya dime, ¿es tuyo el guapillo?