CAPÍTULO 2: BUSCANDO A NUESTRAS FAMILIAS

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CAPÍTULO 2: BUSCANDO A NUESTRAS FAMILIAS

Marley, Cooper, Elliot y Kurt estaban en una cafetería charlando. Los dos Gilbert les habían contado el descubrimiento que acababan de hacer.

K – ¿Vais a buscar a vuestros padres?

C – Si, necesito saber quienes son y si realmente me hubieran querido o si fui fruto de una violación. – Al mencionar esa palabra su cuerpo sufrió un escalofrío. Pensar que su padre podría ser uno de esos Blues que abusaban de jóvenes indefensas le partía el alma... Afortunadamente sus padres le habían dado una educación basada en el respeto, la igualdad y la crítica hacia la sociedad que regía su vida.

E – Además de que nos gustaría saber si somos o no hermanos de sangre... Es difícil pero no imposible.

M – ¿Ni siquiera sabéis eso?

C – No, apenas sabemos nuestra fecha de nacimiento y que los dos nacimos en Lima.

K – ¡Lo tenemos claro...! No hay registros de niños separados de sus familias ni nada.

M – Pero sí hay una asociación que reúne a las familias. Lo sé porque vinieron a preguntarme cosas de mí porque pensaban que yo podía ser hija de unos Greens. Al final las pruebas demostraron que biológicamente pertenezco a mi familia, pero esa experiencia me permitió conocer como funciona. El problema es que son ilegales, por lo que es difícil contactar con ellos.

E – ¿Sabrías como localizarlos?

M – No del todo, pero lo podemos intentar...

Dos días después, los cuatro paseaban por una zona residencial ocupada por Greens. Buscaban un edificio concreto. Dieron cuatro golpes a una puerta y alguien les abrió.

– Hola, soy Cooper Gilbert. Estoy buscando a mi familia.

– Yo soy Sebastian Smythe, haré todo lo que pueda para ayudarlo.

– ¿No eres un poco joven? – Preguntó Kurt.

– Todos los Greens que estamos aquí tenemos entre 16 y 18 años, los Browns más adultos llegan a los 15. Luego tenemos que trabajar y no tenemos tiempo para ayudar a las familias... Sin embargo, nuestra juventud no es ningún problema. Somos eficientes. Acompáñenme para coger los datos.

Fueron a un despacho y allí comentaron lo que tenían que era muy poco.

– Primero... Tengo solo una familia localizada con los datos de Elliot. No tiene por qué ser esa, pero es la única que busca un chico similar. Me pondré en contacto con la posible madre... En cuanto a Cooper... Tengo 7 familias... Fue un mal día... Haremos pruebas, pero eso tardará tiempo... Además de que buscaremos más posibles familias... No todo el mundo conoce la asociación y no todos denuncian... – Informó el ojiverde.

– ¿Qué haréis si no son esas familias? – Quiso saber la chica.

– Buscar... No podemos hacer nada más. – Respondió el joven investigador.

En ese momento alguien entró. Kurt quedó totalmente hipnotizado por el chico, que era guapo, tenía un cuerpo musculado... Entonces se fijó en sus ojos y la decepción llegó. Era un Brown, alguien prohibido... ¿Por qué esa situación en vez de hacerlo cambiar de opinión conseguía que se sintiera aun más atraído?

– Seb... Perdona por interrumpirte... He venido en mi descanso para comer... Toma el dinero. – El ojimiel acercó al chico unas cuantas monedas.

– Blaine, no deberías hacer estas cosas. Seguro que podrías venir en otro momento... Me siento mal privándote de tu hora de la comida... – Respondió el aludido.

– Me he comido un trozo de pan por el camino. – Informó el moreno.

– Eso no es comida... – Comenzó a decir Smythe pero fue interrumpido.

– Sabes de sobra que la vida de mi familia no es como la tuya. – Anderson parecía molesto.

– Lo sé... Si al menos no siguieras negándote a recibir mi ayuda... – Dijo el castaño.

– ¿No crees que sería raro? ¿No me convertiría eso en...? – Dejó la pregunta en el aire al darse cuenta de que no estaban solos y que lo que hacían en privado no era precisamente legal porque no eran de la misma clase.

– No... Ni se te ocurra pensar eso... – Ante la mirada de precaución que le envió el Brown se silenció.

– Será mejor que me vaya. – Dijo Blaine.

– No te enfades, no tienes por qué irte... – Pidió Sebastian.

– Tengo que trabajar. Si no me voy ya, llegaré tarde. – Informó el moreno.

– ¿A qué hora sales? – Le preguntó el ojiverde.

– Tarde... Si eso ya te buscaré... Nos vemos luego... – El chico salió por la puerta tras despedirse.

El castaño se volvió hacia los clientes que habían presenciado la escena.

– Lo siento, me devuelve un préstamo que le hice... Lo están pasando bastante mal... En fin, estábamos hablando de las posibles familias que tenemos para vosotros...

– Te entiendo perfectamente. Yo también me he enamorado de un chico que nunca podrá ser mi pareja. – Comentó la joven. Los cuatro hombres que allí estaban se quedaron mirándola.

– ¿Ahora vamos a contarnos confidencias? – Preguntó Smythe.

– Si tú quieres... – Dijo ella amablemente.

– Preferiría dejar esto en negocios... Muchas cosas ilegales vamos a hacer ya como para añadir más información sobre el tema. – Se puso a imprimir información y llamó a alguien por el teléfono. Segundos más tarde, una chica rubia de ojos verdes entró. – Kitty, tenemos que localizar a estas familias. Necesitamos todo lo que puedan tener sobre sus hijos. Puede que los hayamos encontrado.

– Yo me encargo... Veamos, los Abrams, los Wilde... – La chica levantó la mirada. – ¿Quién es Cooper? – El aludido se señaló. – Mi hermano era rubio, por lo que no es él.

– Ok, entonces son sólo seis las familias que quedan. – Afirmó el ojiverde.

Así fueron poco a poco reuniendo la información que necesitaban para que la rubia fuera a visitar a las familias que podían ser las de los hermanos Gilbert. Esperaban poder encontrarlos pronto.

Brown Vs Blue (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora