CAPÍTULO 5: MUCHAS COSAS QUE ENTENDER

602 39 0
                                    

CAPÍTULO 5: MUCHAS COSAS QUE ENTENDER

Blaine entró en el despacho de Sebastian, se acercó a su amante y le dio un beso en la boca. El castaño no tardó mucho en apartarse de él.

– ¿Qué ocurre? – Preguntó Anderson.

– ¿Después de lo que has dicho esta tarde pretendes que me entregue a ti como siempre? – Dijo el ojiverde.

– Lo siento, pero entiéndeme... Si dos personas de distinta clase social se enamoran, todo es dolor. – Aclaró el moreno.

– Yo te amo y sería más que feliz si se eliminaran las barreras para que personas con distinto color de ojos pueda tener una relación. Me gustaría estar contigo. Pero veo que ese sentimiento no es mutuo. – Protestó el más alto.

– Nunca dudes de mis sentimientos hacia ti. ¿Recuerdas el día de las lentillas? Yo me sentí fuera de lugar, como si no perteneciera a ese mundo. Como si fuera un bicho raro. – Comentó el ojimiel.

– Eso es porque todos allí eran Greens. Si hubiera mezcla de clases, te habrías sentido mejor... – Dijo Smythe.

– No es solo eso. Yo tengo que trabajar doce horas diarias, seis días a la semana para conseguir dinero para que podamos comer. ¿Estarías dispuesto a ir a la Fábrica a trabajar para estar conmigo? ¿Serías capaz de relacionarte con tu familia o amigos estando con un pobre que no tiene donde caerse muerto? – La sinceridad de Blaine era abrumadora.

– Por supuesto que trabajaría en donde fuera por estar contigo. Te amo y eso hace que me de igual todo mientras estés a mi lado. – Dijo Sebastian.

– El problema es que a mí no me daría igual. Sería incapaz de arruinarte la vida y hacer que tengas que trabajar cuando tu vida podría ser más fácil lejos de mí. – Continuó el moreno.

– ¿Me estás diciendo adiós? – El castaño comenzó a dejar caer lágrimas por sus mejillas, temía la respuesta.

– Creo que lo mejor sería que dejemos nuestra relación mientras podamos. Temo que lleguemos a un punto en el que no haya marcha atrás. Sabemos que, tarde o temprano, esto debe acabar... – El ojimiel se unió a su amante en el llanto. Los dos juntaron sus frentes y se dedicaron a respirar el olor del otro. Si esa era su despedida, sería hermosa y llena de sentimientos.

Los dos se besaron lentamente. Sus lenguas exploraban cada rincón de la boca del otro. Las manos del castaño se colaron por debajo de la camiseta del más bajo. Éste atrajo a su amigo más cerca de él, juntando sus cuerpos todo lo posible. Se tumbaron en el sillón y se quitaron la ropa lentamente. Dejaban caminos de besos por el cuerpo del otro. Cuando ya no llevaban ninguna prenda, las caricias se volvieron ansiosas. El ojiverde agarró el trasero del moreno, haciendo que sus miembros se rozaran y los dos gimieron de placer. Sus respiraciones se agitaban y el sudor comenzaba a cubrir sus cuerpos. El Green atacó el cuello del menor produciendo un gemido en su acompañante. Anderson sujetó los miembros de los dos y comenzó a masturbarlos. Gritos de placer y palabras de amor inundaron la habitación. El primero en llegar al orgasmo fue el ojimiel y poco después el otro. Descansaron un poco, antes de seguir otra vez. Ahora fue el más alto el que llevó la iniciativa. Besó el cuello de su amante y bajó por su pecho y abdomen. Los dos estaban muy excitados y deseosos de sentir al otro. Smythe introdujo directamente tres dedos en la entrada del más bajo mientras introducía el miembro de éste en su boca. El cuerpo del Brown tembló de puro placer. Los dedos se movían en el interior del ojimiel y la boca y lengua del castaño estaban a punto de llevar al moreno al orgasmo.

– Entra ya... Por favor...

Así lo hizo el ojiverde. Mientras se introducía en su interior, sentían esa conexión entre ellos. Ese amor que había surgido en el último año.

– Te amo. – Dijo el menor cuando notó que su amante había entrado completamente.

– Yo también te amo. – Respondió el más alto.

El ojiverde comenzó con las embestidas. Tardó poco en darle placer a su amante con sus movimientos. Los dos disfrutaban de ese momento y ninguno quería ocultarlo. Gritos de placer salían de sus bocas mientras llegaban al orgasmo a la vez.

Los dos estaban abrazados y desnudos. No querían separarse porque sabían que eso supondría su separación definitiva.

– A pesar de todo, seguiremos siendo amigos... ¿Verdad? – Preguntó Sebastian.

– Claro que sí, estaré a tu lado para lo que me necesites. – Respondió Blaine.

– ¿Podrías ayudarme en un caso? – Indagó el castaño.

– Tú dirás. – Aceptó el moreno. Su amante aprovechó que ignoraba su conversación con Carole para exponer su caso sin dar nombres.

– Tengo un Blue que busca a su familia. Creo haberlos encontrado, pero no quieren buscarlo. Creen que eso le llevará sufrimiento al joven, pero sé que eso le haría feliz. ¿Cómo puedo convencerlos?

– Creo que si la familia no quiere conocerlo no tienes nada que hacer...

– Ponte en la situación del Blue. Sabes que tu familia biológica fue obligada a darte en adopción. Quieres buscarlos con la esperanza de conocerlos y saber que eres querido, que no fuiste fruto de una violación o que tus padres no eran unas malas personas que se desprendieron de ti sin sufrimiento.

– ¿Y has pensado en ellos? ¿Qué cambia el que los conozca? No son su familia. En caso de que enferme, su familia legal es la que toma decisiones por su salud. Cuando se case, los Greens o Browns de su familia no podrán asistir a su boda. Los hermanos no podrán ir juntos a clase. Ni siquiera coincidirían en el comedor del colegio, el recreo o en los pasillos. A veces es mejor no saber...

– ¿Qué piensas de la reunión de esta mañana de los Hudson?

– Una ilusión... ¿Cuándo será la próxima vez que se puedan ver? Como pronto el domingo. No creo que marque la diferencia unas horas a la semana... ¿De verdad crees que Finn y Elliot pueden tener la misma relación que Ryder y yo o que Noah y Jake?

– Blaine... De verdad que a veces me desesperas... ¿Crees que mi trabajo es malo?

– No, sólo creo que eres demasiado bueno.

– Y tú demasiado conservador.

– No soy conservador, simplemente soy consciente de la vida que me ha tocado vivir... El pasado no se puede cambiar...

– Pero sí el futuro.

– En eso estamos.

– ¿Qué quieres decir con eso? – El ojiverde se incorporó para mirar directamente a los ojos de Anderson. Sabía que desde hacía tiempo, varias personas estaban tratando de reclutar gente para luchar contra el gobierno por la libertad y la igualdad de todos. Lo que no sospechaba es que él formara parte de eso.

– Nada de lo que debas preocuparte.

– ¿No estarás metido en nada ilegal?

– ¿En serio tú te preocupas por ello?

– Es mi vida, yo elegí vivirla con este riesgo...

– Yo también puedo elegir lo que arriesgo en mi vida...

– No si puedes resultar herido.

– Si tu dejas lo de los niños apartados de sus familias yo dejo en lo que estoy metido.

– Tienes una familia a la que mantener.

– Tengo dos hermanos a los que debo darles un futuro mejor.

– Por favor...

Sin embargo, las súplicas de Sebastian no tendrían efecto. Blaine había decidido arriesgar su vida para darle a las personas que ama una oportunidad para vivir mejor, aunque eso suponga que él no lo pueda disfrutar. Ryder, Rachel, Sebastian, sus padres... Incluso su desaparecido hermano Cooper merecían un mundo mejor...

Brown Vs Blue (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora