CAPÍTULO 3: SEBLAINE

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CAPÍTULO 3: SEBLAINE

Blaine y Sebastian estaban tumbados desnudos en un sillón en la oficina en la que trabajaba el castaño. Habían estado dejándose llevar por la pasión, como muchas veces antes. El moreno estaba apoyado en el pecho de su amante mientras éste le acariciaba la espalda. Llevaban un año en esa especie de relación. Sabían que en algún momento eso tendría que acabar porque pertenecían a clases sociales diferentes. No querían pensar qué pasaría si alguien los descubrían. Sólo querían dejarse llevar, como si el resto del mundo no existiera.

Flashback

Hola... ¿Eres el prestamista? – Preguntó Anderson, que había ido a la oficina acompañado de su hermano menor Ryder.

Si... – Smythe se quedó mudo al ver al chico. Tenía un cuerpo trabajado, pero no de gimnasio. Se notaba que era de realizar trabajos físicos de esfuerzo. Era atractivo y muy guapo. Tal vez algo bajito, pero algún defecto debía tener el chico.

Mi hermana, Vicky está enferma. Necesitamos dinero para pagar el tratamiento. – Dijo el moreno.

¿Qué tipo de enfermedad? – Quiso saber el castaño.

Cáncer. Necesitamos que reciba quimioterapia cuanto antes. – Informó el ojimiel.

¿Sois conscientes de que puede que el esfuerzo no sirva de nada? – Preguntó el Green.

Tiene sólo ocho años. Cualquier esfuerzo por salvar su vida vale la pena. – Respondió el rubio, interviniendo en la conversación por primera vez.

Fin del flashback

Sebastian comenzó a pensar en todo lo que la familia de su amigo había pasado. Sabía que habían perdido a una hermana por culpa de la enfermedad. Se endeudaron para intentar salvarla, pero no sirvió de nada. El castaño se ofreció a perdonarles la deuda, pero para entonces ya se veía con Blaine en privado y éste insistió en que lo haría sentirse como si le estuviera pagando por sexo. En cierta parte lo entendía, pero sabía que eso hacía de los Anderson una de las familias más pobres de Lima.

Apenas sabía algo del pasado del chico. Sí sabía que era triste y que Vicky no era la única hermana que había perdido, pero no sabía nada más porque el Brown se oponía a contarle las cosas. Una vez mencionó algo sobre un hermano que no era Ryder, pero nada más. Le gustaría que el moreno confiara en él, que al menos fueran amigos y no sólo se dedicaran a saciar sus más primitivos instintos, pero era estar cerca de él y el deseo se apoderaba de su cuerpo y le nublaba la mente... Tal vez eso es lo que llaman amor...

Por su parte, Blaine sabía que estaba totalmente enamorado de Sebastian. No tenía dudas, desde el primer momento en que lo vio supo que era una persona especial. Se dedicaba a ayudar a la gente, aunque sólo fuera de manera temporal. Él no creía en eso de juntar a los niños con sus verdaderas familias... ¿De qué servía? Él había perdido a su hermano mellizo y desde luego no tenía ninguna intención de conocerlo... Él habrá sido criado de una manera distinta a él, con otras oportunidades y obligaciones... ¿De verdad alguien puede pensar que llegaría a quererlo y a estar tan unido a él como lo está con Ryder?

Blaine se levantó y vio los papeles que había encima de la mesa. Elliot y Cooper Gilbert buscaban a su familia biológica. Dos Blues iniciando la búsqueda era raro, normalmente eran los Browns o Greens quienes empezaban la investigación. Leyó las fichas y se dio cuenta de que los datos del mayor coincidían con los de su hermano. El nombre (eso era raro, normalmente se lo cambiaban), la fecha de nacimiento... Puede que no fuera él... Seguro que no era él...

En ese momento alguien llamó a la puerta y habló desde el otro lado, sin entrar.

– Seb, vienen los guardias en 15 minutos. Oculta todo. Incluido al visitante, no creo que sea bien visto por ellos.

– Sam, entretenlos lo que puedas, yo me encargo. – Dijo el ojiverde. – Ponte esto. – Le dio al ojimiel unas lentillas. – Cambiarán el color de tus ojos mientras las lleves puestas. Son raras de encontrar, pero no imposibles... Debes parecer un Green. – Abrió una trampilla y ocultó unos papeles. Abrió otra y metió más cosas. Poco a poco fue escondiendo todos los papeles y objetos comprometedores en lugares secretos en la pared, suelo y techo. Después de eso se vistieron. Pocos segundos después tres policías entraron. Revisaron papeles, ordenadores, trabajadores. Blaine estaba nervioso, si le preguntaban algo no sabía que decir.

– Esta persona no está registrada como trabajadora de este lugar. – Uno de los guardias señaló al moreno.

– Es mi pareja... Ha venido a buscarme para llevarme a una cena. Estamos a punto de acabar. – Dijo el castaño.

Los guardias se quedaron conformes con esa explicación y salieron.

– Faltó poco. – Dijo el rubio. – ¿Por qué no aprovecháis las lentillas para tener una cita? – A Sam le gustaba el Brown, era un tipo legal y bueno. Intuía lo que pasaba entre su amigo y el moreno y no le importaba, al contrario, Sebastian merecía ser feliz. Los dos eran amigos desde pequeños, se conocieron en el colegio. Entraron juntos a trabajar allí e intentarían luchar para seguir juntos mucho tiempo... como amigos.

Los dos amantes siguieron su consejo y aprovecharon las lentillas. Smythe invitó a cenar a Blaine a un restaurante. No era muy lujoso porque no tenía mucho dinero para gastar, pero tampoco era un simple local de comida rápida. Allí todos los comensales eran Greens, la clase media. El moreno se sintió abrumado, puede que el lugar no fuera nada especial, pero él nunca había estado en un restaurante.

Por primera vez pudieron tener una cita normal, sin ningún temor. Los dos se miraban con amor mientras cenaban y compartían anécdotas.

Brown Vs Blue (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora