CAPÍTULO 10: UN MUNDO EN MIL PEDAZOS

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CAPÍTULO 10: UN MUNDO EN MIL PEDAZOS

Kurt y Marley entraban al hospital sujetando y guiando a Ryder, que se sentía sin fuerzas. Tras ellos, Cooper, Elliot y Brittany, que compartían su preocupación. Sin decir nada en la recepción, fueron a la gran sala donde se atendía a Browns. En el hospital había tres partes, la de los pobres, en la que todos los pacientes eran atendidos en una gran sala que sólo separaba a los enfermos con unas cortinas blancas, la de los Greens, quienes tenían habitaciones a compartir entre dos o tres personas (que también eran separados por cortinas) y la de los Blues, que tenían habitaciones individuales. Mientras paseaban por la sala común, vieron al doctor Gilbert que se acercó a ellos al ver que arrastraban al chico.

– ¿Qué le pasa? – Preguntó el padre de los dos hermanos.

– Hemos oído la explosión y nos han comunicado lo qué había pasado en el colegio. Su padre y su hermano trabajan en la fábrica... Hemos venido a buscarlos. – Informó la castaña.

– Y a ayudar si lo necesitas. – Terminó el hijo menor del doctor.

– La explosión ha sido en el almacén de productos químicos... ¿Sabes en que parte de la fabrica trabajan tus familiares? – Preguntó dulcemente el mayor.

– No... – Susurró el chico de ojos de color avellana que en esos momentos estaban humedecidos por las lágrimas que luchaban por salir.

– La explosión ha afectado a muchas partes. Nos han informado que hay muchos heridos. Pronto comenzarán a llegar...

– Aun no están aquí. – Hummel preguntó histérico... Blaine podría morir y eso lo ponía muy nervioso.

– Los están atendiendo allí antes de traerlos, hay que estabilizarlos y analizar los daños sufridos antes de que los traigan.

Poco a poco comenzaron a llegar los primeros heridos. Todos se pusieron a ayudar excepto Ryder y Marley, que esperaban ver, en cada camilla que entraba, a un conocido. Sebastian llegó junto a sus amigos y se dirigió hacia la pareja esperando recibir noticias de Blaine, pero nadie sabía nada. Rachel, Tina, Mercedes y Santana se unieron a ellos. Artie estaba allí, en un lugar apartado mirando discretamente las reacciones de la familia Anderson. Todos intentaban tranquilizar a Rachel que lloraba desconsoladamente en brazos de su hermano, que trataba desesperadamente de controlar su llanto. La madre de los chicos llegó y se unió a ellos en la espera. Cuanto más tiempo pasaba, la desesperación de los familiares de los trabajadores de la fábrica aumentaba.

De repente, una camilla entró y escucharon como el paciente se quejaba de dolor... Esa voz la conocían.

– Finn... – Susurró la menor de las Anderson...

– Avisa a Elliot. – Le pidió la ojiazul a Smythe

Todos los demás fueron hacia el lugar donde dejaron a Hudson. El chico tenía quemaduras en el pecho y piernas, además de que parecía que se había roto el brazo.

– ¿Cómo está? – Preguntaron al doctor Gilbert que había ido a atender al herido.

– Se recuperará, lo importante es curar sus heridas para evitar infecciones e inmovilizar la fractura para que pueda soldar bien el hueso...

– Es el hermano de Elliot. – Le informó la ojiazul. El mayor se quedó asombrado.

– Avisadle de que está bien. – Pidió el adulto.

– Ya lo han hecho. – Dijo el hermano del herido mientras llegaba acompañado de Cooper. Poco después llegó Brittany con Carole, que también lo estaba buscando.

– Finn ¿Sabes algo de mi padre o Blaine? – Preguntó Rachel. El más alto dirigió una mirada triste a la chica...

– Lo siento, sé que tu padre está muerto... Los médicos no pudieron hacer nada cuando llegaron... No sé nada de Blaine, ni de los Puckerman... Mike tiene muchas heridas en el lado izquierdo de su cuerpo, pero está bien... Tardarán en traerlo porque hay otros heridos más urgentes...

Ante esas palabras, la familia Anderson se derrumbó. Ryder fue acogido entre los brazos de Marley mientras Rachel se abrazaba a su madre. Finn extendió su brazo ileso para acariciar la espalda de la castaña. Ella recibió el cariño de su amigo con gusto, pero eso no aliviaba su dolor... La ojiazul dejó escapar sus lágrimas a pesar de intentar ser fuerte por su novio. Los nervios traicionaron a Kurt y Sebastian, que dejaron de ser fuertes. Ambos dejaron de contener el llanto, uno abrazado a su inseparable Cooper y el otro arropado por Sam.

Un grito sacó a todos de sus pensamientos, el señor Gilbert acababa de atender a Hudson y dejó a las enfermeras que terminaran su trabajo mientras él se acercaba a ver a los tres nuevos pacientes que les traían. Uno de ellos estaba consciente. La persona que transportaba a los heridos habló.

– Dice que se llama Jake Puckerman y que esos son su hermano Noah y Blaine Anderson.

– Yo atenderé a Blaine. Smith, atiende a Noah y Bale, atiende a Jake. – Ordenó el doctor Gilbert.

Todos corrieron hacia allí al oír los nombres. El doctor cerró la cortina para evitar que le molestaran después de decirles que en cuanto supiera como estaba les avisaría y mandarles a la sala de espera de la entrada. Todos obedecieron... Todos menos Sebastian, que entró.

– Tiene que salvarlo. – Dijo el ojiverde mientras se acercaba a la cama del chico y le arrancaba un pelo.

– No deberías hacer eso en frente de mi... Se supone que debería denunciarte. – Advirtió Gilbert.

– ¿Me denunciaría por intentar encontrar a la familia de su hijo? – Preguntó el castaño mientras metía el pelo en una bolsa hermética.

– ¿Qué dices? – Quiso saber el doctor.

– Tengo muchos indicios para pensar que tu hijo es un Anderson... Sólo quiero pruebas...

– Si mi hijo es un Anderson...

– Acaba de perder a su padre y la vida de su hermano está en tus manos...

Los dos se miraron a los ojos. Sabían todo lo que estaba en juego.

– El ADN de los padres es más determinante en las pruebas que el de los hermanos. – Dijo el mayor mientras seguía conectando a Blaine a diversas máquinas.

– No tengo acceso a ellos. – Informó el menor.

– Yo sí. – Comentó el moreno. – Solo tenemos que ir al lugar donde están los cadáveres... ¿Reconocerías al señor Anderson si lo vieras?

– Eso es más ilegal que permitirme arrancar un pelo de uno de tus pacientes...

– Por mis hijos hago lo que sea... Ahora necesito que me ayudes con esto... ¿Crees que serás capaz?

– ¿Qué tengo que hacer?

– Limpia su cuerpo para poder ver mejor las heridas.

Brown Vs Blue (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora