CAPÍTULO 36: RECOMPONERSE

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CAPÍTULO 36: RECOMPONERSE

Blaine hacía su mayor esfuerzo en contener las lágrimas, aunque era casi imposible. Estaba sentado en una sala esperando noticias. Cuando habían llegado al congreso Artie había mandado a sus hombres a buscar a Sebastian y en esos momentos los médicos atendían a los tres heridos. No estaban en un hospital y las condiciones distaban mucho de ser favorables. Ryder y Marley no se separaban de él, sabían que necesitaba su apoyo y ellos no se iban a rendir. Llevaban horas allí, esperando sin poder hacer nada. Sin embargo, Abrams se quedó a distancia de ellos y cuando el menor de los Anderson lo miró, le hizo un gesto para que se acercara a él. La Blue se quedó mirando como su novio hablaba con el líder de La Revolución del Árbol mientras abrazaba a su amigo. Al ver la cara del castaño, apretó con más fuerza al ojimiel, de manera instintiva. Había malas noticias.

– Blaine. – El menor se agachó frente a su hermano y puso sus manos en las piernas del mayor. – Tenemos noticias de todos... Supongo que querrás que empiece por Kurt. – El moreno asintió. – Se va a salvar, pero va a tener secuelas.

– ¿Qué secuelas? – Quiso saber el ojimiel.

– La bala afectó a la columna vertebral, no va a volver a andar. – Informó Artie.

– Pero... ¿Está bien? – Insistió el Brown.

– Por lo demás está bien, de momento sedado para evitar dolor. – El Blue aclaró, provocando un suspiro de alivio en el mayor de los Anderson.

– ¿Y los demás? – Preguntó Marley.

– Jesse está ya descansando, no tenía nada grave. Sebastian... – Ryder soltó el aire que tenía en sus pulmones, llegaba un momento difícil. – No han podido hacer nada por ayudarlo.

Blaine se puso a llorar mientras recibía el cariño de su hermano y amigos. Podía hacer frente a que su novio estuviera herido y no volviera a andar porque seguiría siendo el mismo y su amor por él no cambiaría. Pero la muerte de alguien a quien quiso tanto, le afectaba.

– Es mi culpa. Si lo hubiéramos sacado de allí antes... – Protestó el ojimiel.

– No tiene nada que ver. Si lo hubieseis intentado sacar habríais fracasado y ahora tendríamos que lamentar cinco muertes en vez de una. Además, el problema no ha sido el tiempo que hemos tardado en atenderlo. Tenía daños que no se podían curar. Aunque lo hubiésemos atendido nada más resultar herido, no habríamos podido salvarlo. – Artie informó, en un intento de consolarlo.

***

Artie se había propuesto reunir a todos los supervivientes en la plaza. Con el congreso, el ministerio de justicia y la casa del vicepresidente en sus manos, sólo faltaba el palacio presidencial. Para ello, sus hombres de confianza acompañarían a los Anderson para conquistar el lugar que le correspondía al mayor. Después, Blaine ocuparía el cargo de presidente y viviría en el palacio, donde todo se habilitaría para la nueva vida de Kurt.

Cuando llegaron los destinados al ministerio, Rachel salió corriendo del coche para buscar a sus hermanos y a Finn. Sin embargo, lo que vio la dejó sin habla. Blaine estaba vivo, esperándola con los brazos abiertos y con cara de tristeza y cansancio. Se abrazó a él todo lo fuerte que pudo, no quería que la separasen de él nunca más. Después se abrazó a Ryder.

– ¿Dónde están los demás? – Preguntó la joven.

– Hola chicos. Busco a Finn, Coop y Kurt... ¿Sabéis algo? – Preguntó Elliot acercándose a ellos, hasta que se dio cuenta de la presencia de Blaine y lo abrazó. Brittany también se acercó para escucharlos, mientras se abrazaba a Marley y sonreía al mayor de los Anderson. El ojimiel suspiró agarrando a sus hermanos, uno en cada brazo.

– Kurt está herido pero se recuperará. Coop y Finn... – Miró a Rachel y la apretó fuerte contra su pecho. – Ellos no han... No han sobrevivido.

El llanto de la menor fue desgarrador mientras se abrazaba a los dos Brown. Gilbert y Pierce se abrazaron fuerte.

– Britt, Rach... Tengo que deciros que Santana tampoco está viva. – Añadió Ryder.

Todos formaron un grupo para abrazarse y consolarse. Las lágrimas caían por las mejillas de todos, pero sobre todo, tenían ganas de luchar, de conseguir que esas muertes no fueran en vano. Querían que la historia recordara a sus amigos como héroes, no como villanos y eso sólo se conseguía si vencían.

***

Por su parte, Sam y Quinn se reencontraban después de no saber nada el uno del otro. Su abrazo fue intenso, con mucho amor y pasión.

– ¿Estás bien, no estás herido? – La joven tocaba la cara y el cuerpo de su novio como si quisiera comprobar que todo estaba intacto.

– Estoy bien... ¿Tú? – Preguntó él acariciándola.

– Ahora bien. Te amo.

– Yo también te amo.

Se besaron con pasión. Estaban juntos y era todo lo que podían pedir. Pero aun les quedaba algo por hacer. Debían localizar a Kitty y Sebastian...

***

Los dos Greens se acercaron al grupo de amigos que lloraba en silencio por los que ya no estaban con ellos. Creían que ellos podían saber algo de sus amigos. Al llegar allí, se acercaron a Blaine. Tal vez era él quien mejor supiera las cosas porque, a pesar de todo, sabían que había querido mucho a Sebastian. Como era de esperar, la noticia de que sus dos amigos habían muerto les llenó de dolor.

Artie se acercó a ellos, tenía que hablar con el mayor de los Anderson, era el momento de terminar con lo que habían empezado.

– Blaine, creo que será mejor que te despidas de ellos y me acompañes al palacio. Mis hombres, tú y yo vamos a derrotar al presidente y vas a ocupar su lugar para cambiar unas leyes para poder instaurar una democracia. – Dijo el Blue.

– De eso nada, yo voy con mi hermano. – Ryder comentó.

– No creo que sea buena idea... – Abrams comenzó a decir, pero fue interrumpido por Marley.

– Hemos luchado y hemos perdido a personas que queremos. No nos pidas que nos quedemos aquí mientras el nexo que todos nosotros tenemos en común se juega la vida otra vez por nosotros. La última vez casi muere y no lo vamos a permitir.

Todos se sorprendieron ante las palabras de la joven, parecía dulce e inocente, pero ese día había demostrado mucha fuerza, entereza y valor. Cualidades que todos tenían para enfrentar lo que quedaba. De ellos dependía el éxito o fracaso de la Revolución. Ellos eran los encargados de dar la libertad a su país y de encontrar la manera de que las generaciones futuras recordasen ese día y a las personas que murieron, porque son los vencedores los que escriben la historia.

Brown Vs Blue (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora