Iba caminando rápidamente por los largos pasillos cuando una mano firme en mi muñeca me detuvo haciéndome daño. Era Jake.-¿Qué demonios te pasa?- lo empujé soltándome de su agarre. -Suéltame ahora mismo- grité.
-Lo mismo te digo- dijo cabreado. -¿Acaso eres idiota?- espetó molesto.
-El único idiota aquí eres tú- gruñí furiosa.
-¿Eso es lo único que se te ocurrió decir?- se burló de mí. -Parece que tienes cinco años- escupió otra vez de mala gana.
-Tú mentalmente no llegas ni a los cinco- me crucé de brazos.
-Está bien, ya no te soporto, me voy- se rindió finalmente dando media vuelta y tomando el camino contrario.
-¿Me han puesto ausencia?-grité cuando ya se encontraba alejado de mí.
-Así es niña suicida, ¿se puede saber qué te ha pasado?- preguntó en un tono más amable, si puede llamarse así claro...
-Emmmm...- tartamudeé mientras me interrumpió.
-No te habrás acostado con alguien, ¿verdad?- gritó en medio del pasillo. Varias personas me miraban sorprendidas. Maldito imbécil... -No me esperaba esto de ti, pero tengo que reconocer que pensé que eras virgen - tapé su boca mientras reía.
-No idiota solo cállate, eres un maldito- espeté de mala gana, roja de la vergüenza. Estaba furiosa. ¿A qué persona con sentido común se le ocurre gritar que soy virgen en medio de un internado? -Me quedé dormida. Sí, dormida... nada de sexo- aclaré notablemente molesta.
-Que poco emocionante...-susurró poniendo cara de decepción. -Ya sabía yo que eras una aburrida- se encogió de hombros. -Está claro que diversión y Lily no pueden ir en una misma frase- sonrió con malicia.
-Cuando me monte una película porno estarás en primera fila Williams- bufé bromeando mirándolo a los ojos. -Y deja de insinuar cosas sobre mí, no me conoces- gruñí harta.
-¿Cómo voy a estar en primera fila si tengo que estar como protagonista?-rió observando como mis mejillas se encendían. Intenté ocultar mi cara pero era demasiado tarde. Ya se estaba burlando otra vez de mí.
-Ni en tus mejores sueños- reí.
-Eso ya lo veremos- me guiñó un ojo.
-Deja de hacer eso- me desesperé.
-¿Hacer el qué?- me miró confundido.
-Te crees el playboy del universo y eso me pone de los nervios- grité. -Lo que tienes de guapo te falta de cerebro- rodé los ojos. Mierda, ¿qué he dicho?
-Espera un momento- me interrumpió. -¿Acabas de llamarme guapo o tengo alucinaciones?- rió. -No, definitivamente dijiste que soy guapo- se auto contestó.
-Ves- bufé. -A esto me refiero, eres desesperante- tiré de mi cabello frustrada. -No eres el centro del mundo Williams, deja de creerlo- le aconsejé.
-Me conformo con ser el centro de tu mundo- me sonrió. Este chico es mucho. Sin quererlo, una sonrisa se me escapó.
-Antes muerta- lo empujé quedando peligrosamente cerca.
-Quieres que te diga una cosa...- me susurró acercándose cada vez más, de forma sexy, con seguridad.
-Que-é - tartamudeé nerviosa pero sin separarme ni un milímetro.
-Que como sigas teniendo esas ganas locas por besarme- rozó mi labio con su dedo índice, haciéndome temblar. -Mi tía te colgará en el patio hasta que mueras de hambre- estalló a reírse sin remedio. Será maldito... ¿cómo pude caer en sus trampas? Por dios Lily, no seas ingenua.
-¿Qué crees que me hará tu tía?- dije para olvidar mi cara de tomate.
-Pues la verdad, no lo sé- rió. -Es una mujer poco previsible- dijo cuando alguien me tocó el hombro por detrás.
-Señorita Amderson- exclamó irónica la Sra. Rickingham. -¡Qué bueno que esté bien!- me sonrió falsamente. -Estábamos preocupadas, pensamos que le había ocurrido algo grave, pero ya veo que usted no ha tenido esa suerte- miró ahora a Jake. -Necesitará mucha energía para limpiar los servicios y comedores durante toda la próxima semana-espetó con un sonrisa amable para molestarme. Lo había logrado... y tanto que sí.
-¿Qué?- protesté. -¿No estará hablando en serio? Tampoco es el fin del mundo, es mi primera ausencia- dije un poco arrepentida de mis palabras.
-¿Me ves como una mujer bromista niña estúpida?-preguntó. -Ahora por protestar y andar con esa rebeldía tan molesta, te prohíbo asistir a las actividades de la semana- iba a responder otra vez cuando Jake me tapó la boca con su mano.
-Deberías callarte princesa- susurró en mi oído provocando que me erizara. -Te lo aconsejo- dijo antes de destapar mi boca de nuevo.
-Jake, mantente alejado de esta chica, ya has tenido bastantes problemas como para juntarte con otro- dijo seriamente.
-Eso es imposible tía, además... ya tengo edad para decidir por mí mismo- sonrió mientras me tiraba de la mano en dirección contraria. Jódase Sra, Rickingham...
- ¿Has visto lo que me ha dicho?- grité. -Está demente- aseguré. -Ni en sus mejores sueños limpiaré este internado kilométrico- me crucé de brazos.
-Baja la voz... despertarás a todo el mundo- advirtió. -y si, lo he oído, no es nada del otro mundo- dijo tranquilamente.
-No pienso hacerlo- dije segura de mis palabras. -Me niego- lo miré.
Jake se acercó lentamente hacia mí haciendo que me pusiera nerviosa de nuevo. Maldita sea... este chico tiene un poder sobrenatural ¿Qué demonios intentaba? Cuando estábamos muy cerca, sujetó mi cara con ambas manos de forma tierna.
-No seas tan idiota como de costumbre, si lo harás o te expulsarán...- explicó. -y ninguno quiere eso, o por lo menos todavía no- susurró en mi oído con una voz ronca pero muy sexy. Antes de irse le dio una suave mordida a mi oreja. ¿Qué acaba de pasar? Eso fue... intenso. No entiendo por qué no reaccioné, debería haberle golpeado. Idiota...
Nunca había estado tan cerca de un chico. Jake Williams era capaz de controlarme cuando se encontraba cerca mío. Me provocaba sensaciones extrañas... sería asco. De lo que sí estaba segura, es que iba a traerme muchos problemas.
Mi madre siempre me dice: "Lily, aléjate de los problemas o te consumirán". Lo siento mamá, pero me temo que de este problema no quiero alejarme. O por lo menos no ahora.Arriba tienen foto de Jake Williams. El nuevo problema de nuestra querida Lily.
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No me busques
RomanceLily Amderson es una estudiante ejemplar y aspirante a médico. Cada verano, se va con sus amigas al prestigioso Internado Richway, dónde todo es posible. Su inocencia mezclada con dulzura hacen de ella un blanco irresistible. Por su parte, nunca ha...