Capítulo 30

1.4K 60 10
                                    


Hoy era el primer día que Jake había organizado para mí. Me despertó con un desayuno delicioso. 

-¿Qué ropa debo ponerme hoy?- pregunté para vestirme apropiadamente para la ocasión. 

-Ponte bikini- dijo el pervertido mordiendo su labio inferior

Dicho esto me puse mi ropa de baño, muy sencilla cabe destacar, se basaba en un bikini rosa pastel. Encima de esto me coloqué una larga blusa. Cogí todo lo necesario y me subí en su coche.

-¿Qué haremos?- pregunté.

-Ya lo verás- me dijo con tono misterioso.

Estuvimos mucho rato dentro del coche y nos detuvimos en la playa  "Rincón Beach". Bajamos caminando y cuando llegamos había dos tablas de surf decoradas con flores hawaianas. 

-Es hora de surfear nena, ¿lo has hecho alguna vez?- preguntó mientras se colocaba su traje de neopreno.

-Como me llamas nena otra vez te arranco la lengua, y segundo, amo surfear- dije seca.

-Tranquila fiera- dijo entre risas - en eso caso, en marcha- dijo.

Surfeamos hasta prácticamente nos invadió la noche.  Después de esto...

-Tengo hambre- dije acariciando mi barriga.

-Yo tengo hambre de ti- dijo acercándose muy rápido y mordiendo mi mejilla.

-Auhhhh- grité de dolor. -Eres un salvaje- dije limpiando sus babas de mi pómulo. 

-Sígueme- dijo dándome su mano. Andamos hasta llegar al puerto, donde nos esperaba un alumbrado y magnífico yate.

-Buenas noches Señor Williams- saludó amistosamente el  ¿capitán?

-Déjate de formalidades Peter, ya puedes irte. Gracias por cuidarlo- dijo amable Jake.

-Pero, ¿este yate no es de él?- pregunté asombrada. -En ese caso, ¿de quién es?-

-Mío- dijo tan tranquilo.

-¿Cómo tuyo? Será una broma...-dije anonadada. 

-Tengo algo que decirte, pero será mejor mientras cenamos- dijo el acariciando mi mejilla.

Entramos y aquello era simplemente increíble. Parecía que estaba dentro de una película. Las paredes blancas adornadas con bonitos cuadros, los muebles sencillos y modernos, un gran acuario con peces muy coloridos... magnífico. Al llegar a la lujosa cocina, nos esperaba una mesa llena de apetitosa comida y pétalos de rosas rojas por todo el suelo. 

-Jake, esto es increíble- dije impresionada.

Me entregó una chaqueta que le pertenecía, puesto que hacía frío y nos sentamos para por fin, cenar. 

-Lily, hay algo que quiero contarte, es necesario- dijo. 

-Empieza ya, me estás poniendo nerviosa- dije sincera.

-Cuando yo tenía 15 años, mis padres murieron en un accidente. Al ser menor de edad, me fui a vivir con mi tía, tu odiosa Sra. Rickingham, para evitar estar interno en un orfanato. Fue muy duro para mí superar la pérdida, éramos muy unidos. Estaba tan perdido en aquellos momentos que empecé a fumar, beber alcohol... etc. Pasaron los años y no cambiaba, estaba casi todo el tiempo fuera de casa de mi tía... pero conocí a un chico que llegó nuevo a mi barrio, se llamaba Mark y con su ayuda superé lo de mis padres. Éramos como hermanos pero un día, se mudó y desapareció. Ahí aprendí que no debía querer a nadie... Este año mi tía me obligó a ir a su Internado y no me quedó de otra que aceptar. Mi vida era un caos hasta que te conocí. Cuando te perdí a ti también mi mundo se vino abajo... Entonces empecé a salir con Tom y Judith para distraerme y nos encontramos de nuevo...-  dijo el mirándome esperando mi reacción. 

No sabía que decir... estaba impactada. Me dolía que Jake haya tenido que pasar por una infancia tan dura. 

-Lily, dime algo- dijo tocando mi mano. Dicho esto, me levanté y me senté en su regazo sosteniendo su cara con mis manos. Simplemente lo abracé.

-Siento que hayas sufrido tanto- dije llorando.

-¿Por qué lloras?- preguntó el tiernamente.

-Quiero que sepas que estaré aquí siempre, para lo que necesites- dije.

-Eso no es todo... mis padres eran dueños de una gran empresa. Al morir,yo era el heredero y cuando fui mayor de edad se me concedieron mis derechos, por lo que recibí la empresa. Yo por mi parte, decidí venderla y desde eso momento soy ¿millonario?- dijo entre risas nerviosas.

¿Millonario? Estaría bromeando. 

-¿Por qué no me lo habías dicho antes?- pregunté poniéndome de pie.

-¿Algo hubiera cambiado?- preguntó interesado. 

-Soy la novia de un millonario- dije asimilando la situación.

-Soy millonario desde que te tengo a ti- dijo con un corto beso. 

No me busquesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora