Capítulo 13

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Esa noche mis amigas estaban durmiendo. Salté por la ventana y me senté con la intención de despejar un poco mi mente. Me fue imposible, mis lágrimas salían rápidamente. De repente, apareció Jake. Siempre aparecía.

-Por favor, no llores- me dijo Jake sentándose a mi lado.

-Estoy harta. No entiendo qué me pasa. Nunca he tenido problemas de ningún tipo y ahora parece que tengo un imán- dije sin parar de llorar. Jake me limpió las lágrimas como muestra de apoyo.

-No quiero verte llorar, me duele- dijo sincero. ¿Qué te ocurre Jake? En este caso hubieras soltado una broma de las tuyas.

-¿Por qué te va a doler?- dije riéndome por sus palabras.

-Porque me gustas. Desde que empezó este infierno te he mandado miles de señales, pero eres tan boba que no te das cuenta- me dijo mirándome a los ojos.

-Lo siento Jake... yo... simplemente no me di cuenta- confesé colocando mi mano sobre su hombro.

-Lo sé- dijo besándome apasionadamente. Este chico siempre me pillaba por sorpresa, eso en cierto modo me gustaba de él. Pero una pregunta andaba por mi mente, ¿Me gustaba Jake Williams? Cada vez nos besábamos más intensamente y mis manos se deslizaban por su cuello. Él me tocaba como si fuera una muñeca de porcelana que en cualquier momento se rompería. Estaba a punto de pasar a algo más cuando...

-¿Qué creen que están haciendo?- dijo la chica que me crucé en el servicio.

-¿A ti qué te parece?- le dije cortante mientras me ponía de pie.

-Te estaba esperando en tu habitación, habíamos quedado a esta hora- le dijo a Jake mientras se subía la camisa del pijama.

-Basta Molly- Le dijo Jake enfadado.

Dicho esto, me fui rápidamente de aquel lugar, no podía creer que Jake conociera a aquella perra.

-Espera Lily- me gritó Jake mientras me sujetaba.

-Vete con Molly y déjame en paz- le dije desafiante mientras lo empujé fuertemente. -Deja que me vaya...- suspiré ahora en un tono más suave.

-¿No estarás celosa?- dijo con una sonrisa de medio lado.

-Claro que no, tu y yo no somos nada- reí irónica. -Simplemente me molesta que me confieses que te gusto y después tengas a esa perra en tu habitación. Yo no soy un objeto, te lo aseguro- dije seria.

-Por supuesto que no eres un objeto, Lily- dijo con seguridad. -Molly es una pesada. Hace unos años tuvimos una relación, pero fue muy corta, después decidí que era mejor dejarlo. A ella le afectó y ahora solamente nos vemos de vez en cuando cuando quiero sexo- dijo el tan tranquilo.

-Pues sigue teniendo sexo con esa, total, mañana no nos veremos más- dije neutra.

-¿Por qué dices eso?- preguntó sorprendido.

-Te recuerdo que hoy es mi último día "normal"... mañana iré a aislamiento y todavía estoy pensando en llamar a mi madre para irme- dije sincera.

-No te vayas, todavía queda mucho por delante. Si te portas bien mi tía te retirará de aislamiento- dijo.

-Me odia- dije mientras ambos reíamos. El depositó un corto beso en mis labios y se retiró.

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