7. La caída de la fe. Prt 4

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Ante la sorpresa de todos los hechiceros, se produjo la llegada de los cuatro amos elementales. Los presentes se arrodillaron ante la presencia de los hechiceros más poderosos. Cada amo tomó su lugar sin pronunciar palabra. No era usual que los amos elementales se presentasen ante el consejo de Loudim, su presencia otorgó nuevas esperanzas a Lennan, quizá ahora la amenaza de Ukog sería tomada en consideración. «Su presencia en este lugar es todo un honor», saludó el moderador, dando inicio a la votación.

La familia Miro mantenía la cautela, pero sin duda alguna, la presencia de los amos había otorgado más solidez a sus argumentos. Lennan no daba crédito al comprobar cómo su proposición tan solo obtuvo el apoyo de cinco votos; ¿cómo era posible? Lennan se había quedado solo. Mientras la propuesta de Rerastim había sido aprobada por una abrumadora mayoría.

―La decisión ha sido unánime ―argumentó el gran administrador―. Quedará registrado en el Séptimo Canto, la propuesta de la maestra de la tierra queda aprobada. En poco tiempo cada poblado, grande o pequeño, será vigilado por uno de los nuestros, próximamente se les adjudicará su destino. ―Sagras no dejaba de mirar el rostro de indignación del guardián del hielo―. Y ahora, daremos paso a una nueva petición a manos del maestro del fuego, el señor Fantir.

Todo aquello era demasiado sospechoso, el ambiente que se respiraba era extraño. Agoyh sospechaba de las intenciones de sus compañeros. Habían desestimado la propuesta de su maestro por la vigilancia de los poblados a sugerencia de Rerastim. ¿Realmente no veían amenaza en Ukog? Agoyh había percibido el poder oscuro de la espada divina, había percibido el inmenso poder del dios de la muerte.

―En primer lugar, permitidme felicitar a la maestra de la tierra por su exitosa propuesta. Queridos compañeros ―continuó Fantir con ciertas reticencias por parte de alguno de los maestros elementales―, hace ya varios años escogí como guardián del fuego a Sagras. No cabe duda de su formidable poder, pocos hechiceros han mostrado mayores habilidades en el dominio del fuego. Pero en la academia ya mostró su actitud disconforme con los regímenes establecidos, su indomable carácter y su relación con Agoyh levantaron reticencias por parte de todos. Ahora, nada hiere más mi orgullo que dar la razón a aquellos que mostraron sus dudas. Mi deber como maestro es exponer ante el consejo mi error. ―Agoyh miró fijamente al impasible Sagras, aquello no iba a traer nada bueno. Estaba preocupado por su hermano, sabía que aquellas palabras serían seguidas de una nueva oscura decisión―. Sagras es un hechicero que abusa de su poder, lo utiliza indiscriminadamente. Hace ya tiempo que me fue reportado incidentes cerca de la capital de Iderio, así como en la ciudad de Odol, ciudad bajo la protección de los hechiceros del viento, y del emperador Ayun II. ―El consejo rumoreaba ante tales afirmaciones―. ¡Sagras debe ser destituido! ¡Nombremos un nuevo guardián del fuego! ―El griterío se hizo mayor.

―¡Hermanos hechiceros! ―interrumpió Lennan ante el júbilo producido por las palabras de Fantir―; Sagras posee un poder excepcional, está llamado a ser uno de los más grandes hechiceros. Jamás ha utilizado su poder para fines propios.

―Agradecidos por vuestra aclaración ―intervino el moderador―, pero este será vuestro último aviso, otra interrupción y deberéis abandonar la sala.

La hija del Lobo Azul intentaba atajar los nervios de Agoyh ante las palabras de Fantir; por su parte, el guardián del fuego ni se había inmutado, se mostraba indiferente ante aquellas palabras; no existía ni rabia, ni ira, nada.

―¿No tienes nada que decir, guardián? ―prosiguió Fantir―. Su silencio es la mejor respuesta, no hay defensa alguna.

Tras la última intervención, se procedió a las votaciones. A nadie pareció asombrar la coincidencia de votos entre la primera y segunda votación. Sagras sería expulsado de la Orden del Fuego y como castigo se le anularían los poderes. Con una sonrisa triunfal, Fantir vio cómo unos hechiceros le ponían los brazaletes que impedirían al guardián del fuego ejercer su poder.

HEREDEROS DE LA LUZWhere stories live. Discover now