HEREDEROS DE LA LUZ

12. Un nuevo enemigo Prt.2

―¿Dónde está Nisha? ―preguntó Baren.

―Ha ascendido ―contestó Minas en un estado de trance, mirando al techo de la sala―. Ahora su destino le pertenece solo a él.

―Le necesitamos ―intervino Dreid―, es la única esperanza para hacer volver a Eria.

―Tranquilizaos ―intentó calmarlos Cuntos―, pronto regresará un nuevo Nisha.

―Necesitamos una explicación ―aquellas fueron las primeras palabras de Velker―, nos desviamos de nuestro objetivo para despertar un misterioso poder en el joven de ojos rojos y ahora ha desaparecido. ¿Quién es el joven en realidad?

―Vaya, así que eres tú ―contestó la muchacha―, el joven ha decidido llegar al final de su ascensión por muchos motivos, pero sin duda uno de ellos es tu presencia. Seguro que no has olvidado sus ojos rojos. ―Velker aguardó en silencio―. Él tampoco te ha olvidado.

―Prometió que intentaría liberar a Eria ―dijo Dreid.

―No debes preocuparte por eso, con su poder será capaz de todo, siempre y cuando elija el camino que tú deseas. Nuestra historia empieza al final de la guerra contra los dragones ―explicó Minas―. Todos y cada uno de vosotros ha oído hablar de dicha guerra, pese a que ocurrió hace más de dos mil años. Fue una guerra injusta donde una única alianza de las grandes razas decidieron eliminar a los dragones; ¿el motivo?: la ambición. Los dragones vivían en paz, no atacaban sino se les atacaba, pese a tener un inmenso poder, esa era su ley. Ellos debían proteger este mundo como descendientes directos de Brunil-Hal, el primero de ellos, un dragón que tan solo podía ser montado por Loudim. Pero el resto los vieron como una amenaza, tenían miedo a que un día los dragones se levantaran contra ellos y les destruyeran, así que fueron engañados por los hombres y vencidos por el resto de seres. Fuimos pocos los que no estábamos de acuerdo con aquella matanza, pues fueron acorralados y eliminados a sangre fría, traicionados y humillados por los que ellos creían que eran sus aliados.

―¿Cómo pudieron ser derrotados? ―preguntó Baren―, cientos de leyendas equiparan el poder de los dragones a los mismos dioses, capaces de igualar en poder a los grandes colosos creados por el mismo Agnam.

―Para hacer la convivencia más plausible, eran capaces de vivir como hombres, incluso les agradaba aquella capacidad, fue así como consiguieron la victoria. Los mejores hechiceros y guerreros se reunieron, lograron retener la transformación en dragón y mataron uno a uno. Los ojos rojos les delataban y los enemigos no tuvieron compasión, hasta niños y mujeres fueron asesinados. Por suerte, un pequeño grupo de supervivientes lograron escapar ayudados por una pequeña disidencia de humanos y refugiarse en esta pequeña aldea, en Sotrinos, bajo las montañas Afiladas, la primera ciudad fundada por los dragones y la más antigua de todo este mundo. Pero los años pasaron y finalmente el destino hizo que dos generaciones de dragones fueran todas hembras. Intentamos mezclar nuestras sangres, sangre humana con dragón, pero tan solo nacían humanos, eso llevó a la extinción final de los dragones. Pero jamás perdimos la esperanza, así hemos sobrevivido a la espera del Primer Día.

―Los ojos rojos de Nisha ―concluyó Baren―, entonces él es un dragón...

―Así es. Y esperamos el día elegido para volver al mundo exterior.

―¿Jamás habéis salido de aquí? ―Baren parecía realmente interesado en descubrir cualquier detalle sobre la ascensión de Nisha.

―Tan solo los buscadores de dragones poseen la autorización para cruzar la entrada prohibida, aquel lugar por donde habéis venido vosotros, gente del mundo exterior ―intervino Cuntos―. Así fue como se produjo mi encuentro con Basilian, tu abuelo.