Todos estaban reunidos en un sala adjunta a la de Alec buscando algo que pudiera ayudarlos. Buscaban en el código penal o en archivos de otros casos similares, tenían la esperanza de hallar algún precedente que les permita sacar de la cárcel a Camille y a todos los implicados, pero no hallaban nada, incluso Simón harto de leer tantos libros aburridos decidió tomar sus amados cómics por si acaso obtenía una genial idea.
— No queda de otra, tenemos que sacarlos a la fuerza.
— Es la cárcel idiota ¿cómo planeas sacarlos? —Jace le lanzó un grueso libro de leyes.
— Pues no se, que cada uno tome una cuchara y empiece a cavar o le pagamos a alguien para que empiece un incendio y les permitan salir y así aprovechamos la confusión para sacarlos.
— Simón..., cállate..., lees muchos cómics — le dijo su esposa
— Siquiera doy ideas — bufó muy ofendido. Simon se retiró a una esquina de la habitación y abrió el libro que Jace le había lanzado.
Al día siguiente Gideon se presentó en el laboratorio a la hora del almuerzo, justo cuando Catarina y Tessa cubrían el cuerpo de Alexander con compresas frias tratando de mitigar la alta temperatura de su cuerpo.
— Hola, ¿dónde está Max? necesito verle
— El fue a la escuela cariño, tiene un examen importante y ya no puede faltar a clases o suspende el año, pero llegará como en una hora —Catarina era una de las pocas personas que lo trataba con auténtico aprecio.
— Ok tía Cat, regresaré más tarde — Gideon maldijo internamente, no estaba entre sus planes regresar, no quería hacerlo pues temía cruzarse con los Lightwood y sus desplantes.
Se dirigió a la cochera del edificio y le pidió a Patrick que lo acompañara y juntos rodearon el laboratorio para entrar por una puerta oculta tras la maleza que los condujo a un jardín lleno de plantas medicinales, era el laboratorio personal de Malcolm Fade un químico farmacéutico que se había encargado de elaborar las medicinas para Alec.
Patrick miraba asombrado la cantidad de equipo químico, tomó un tubo de ensayo y con cuidado lo volvió a poner en su lugar al percatarse que tenía algún menjurge a medio elaborar.
— ¿Qué es este lugar Gideon? Parece la guarida de un científico loco.
— Aquí trabajaba Malcom antes de ser encarcelado, es su lugar secreto.
—Y ¿qué hacemos aquí?, Siento que algo me va a saltar encima.
— Muy temprano fui a visitar a mi padre para contarle lo que estaba pasando con tío Alec y para entregarle los últimos estudios que le realizaron. También aproveché para hablar con Malcolm y él me dijo que debían aplicarle cierta medicina para proteger su sistema inmune, por eso estamos aquí, esa medicina le dara algo de tiempo hasta que encuentren a alguien que esté dispuesto a tratarlo.
Cuando lograron encontrar la medicina volvieron sobre sus pasos y se quedaron en el estacionamiento esperando hasta las dos de la tarde, a esa hora Max regresaba de la escuela, apenas pasaron unos minutos cuando la movilidad escolar llegó. Gideon lo tomó del brazo y lo jaló a un lado para hablar con él, le dijo rápidamente a que había venido, sacó tres pequeños frascos y le dijo que eran los últimos que quedaban así que debía de ser cuidadoso con ellos, luego cuando estaba por explicarle sobre su modo de administración, Rafe llegó en un taxi y Max lo arrastró junto a él hacia el interior del laboratorio.
— Tú te vienes conmigo Gideon, yo no entiendo nada de lo que dices así que por favor explícaselo a tía Cat.
— Max yo no... — muy tarde, aunque trató de resistirse fue arrastrado por Max. Despues de decirle a Catarina sobre la medicina y explicarle el intervalo de aplicación decidió retirarse, no quería estar ahí, la presencia de Rafael lo ponía nervioso.
— Gideon necesito hablar con tu madre, necesito hacerle muchas preguntas sobre el tratamiento que aplicó en Alec, ella no a querido ver a nadie y pensé que tu podrías hablar con ella y pedirle que me reciba
— Lo siento tía Cat, pero su abogado le recomendó mantenerse alejada de todos ustedes, no es conveniente para ella involucrarse más en esto y...
— La vida de mi marido está en juego, si no fuera por tus padres... — Magnus acababa de llegar de casa de Raphael y al escuchar la negativa de Gideon a colaborar enfureció.
— Si no fuera por mis padres Alec estaría muerto hace mucho, por lo menos ahora podrás despedirte — la fría respuesta del menor hizo que Magnus lo tomara de ambos brazos con brusquedad, pero lo soltó de inmediato cuando un arma se apoyo en su frente.
— Vuelve a tocarlo y te mataré anciano — Patrick quitó el arma de la frente de Magnus ante la aterrada mirada de todos los presentes, tomó a Gideon suavemente y lo alejó lo suficiente para susurrarle — Gi es hora de irnos tengo la orden de llevarte al d'mort, ellos se enteraron, ya saben que ella esta en la cárcel, esto sera una masacre por el control del submundo, tengo que ponerte a salvo, vendrán por ti.
Mientras tanto en la cárcel, Lily hacia planes para salir de ahí.
— No puedo tomarme unas pequeñas vacaciones porque todos quieren aprovecharse y robarse mi territorio, es hora de irme amiga, lo siento, pero no puedo quedarme aquí mientras esos idiotas tratan de hacerle daño a mi niño, iré a patear traseros y volvere ¿quieres que te traiga algo?
— A mi marido para una visita conyugal, y quiero noticias de Alec, estoy preocupada, no he sabido nada de su salud desde que partí para Francia, supongo que ahora debe estar haciendo rehabilitación, Magnus y los niños deben estar felices.
Camille había estado incomunicada desde que fue detenida en el aeropuerto, nadie le informo nada con respecto a Alec para no preocuparla.
