Alec dormía mientras monitoreaban a Simón. Afortunadamente ambos estaban fuera de peligro, el dolor de cabeza de Alec se debía a la tensión y estrés ocasionado por las discusiones familiares, además del largo viaje.
— ¿Por qué permitiste que Alec abordara un avión?
— No podía impedirselo, el necesitaba arreglar los problemas de su familia, lo conoces tanto como yo Camille.
— Debiste amarrarlo a la cama, el aún está en recuperación, fue peligroso, muy peligroso, a pesar del tiempo transcurrido la cirugía fue en una zona...
— Lo sé, sólo que...
— Esta bien, necesitaré vigilarlo por unos días..., Magnus, no es necesario que se queden.
— No me apartaré de mi esposo.
— No los quiero cerca, no te quiero cerca..., llévate a tu familia y sus problemas lejos de mi casa. Aquí vive mi esposo y mi hijo, y no voy a permitir que los sigan agrediendo, esta vez Ed no se quedará de brazos cruzados viendo como nos insultan o amenazan, tengo..., tenemos que proteger a Gideon de todos ustedes, no podemos permitir que nuestro hijo viva aterrorizado en su propio hogar, el aún está en rehabilitación y necesita de paz y serenidad, necesita sentirse seguro. También eres padre, trata de entender.
— Lo hago..., te entiendo — Camille lo miro asombrada, en los ojos de Magnus vio comprensión, algo que jamás pensó posible — se que te hice mucho daño, pero yo tambiénsufrí pensando que mi esposo estaba muerto, estaba furioso, sólo pensaba en vengarme, todo se me fue de las manos y terminé lastimando a un niño al cual quería como a mis hijos. Estoy arrepentido, en verdad lo estoy, pero no me pidas que deje a Alec otra vez.
Ella lo observó unos minutos, luego miró a Alec que seguía durmiendo, ya los había separado mucho tiempo, lo sabía, pero...
— Mamá, deja que se quede — Gideon entró junto a Raphael, él venía empujando su silla de ruedas — tío Alec se despertara gruñón si no ve a tío Magnus a su lado.
Magnus se quedó atónito, a pesar del daño que le había hecho al encerrarlo en aquella correccional, él seguía llamándolo tío.
— Simón me explicó que hiciste y dijiste cosas porque estabas enojado por ocultarte a tío Alec. Al principio no lo entendí, pero me imaginé perdiendo a Ra..., digo... me puse en tu lugar y te comprendí. Lo siento, no debí ocultarte a...
— Esta bien Gideon, Camille y tu padre ya se han disculpado conmigo y mis hijos, lo siento mucho, todo este problema no debió de afectarte a ti — Gideon lo vio levantarse y acercarse a él, tembló un poco, aún tenía miedo, Magnus acarició su mejilla para calmarlo — ¿Sabes? Simón también habló conmigo, me regaño por dos horas hasta hacerme entender que tú no tenías mala intención al ocultarnos a Alec, eras sólo un niño que obedecía a sus padres; si yo les hubiese pedido a mi Rafe y Máx callar, ellos lo hubiesen echo sin dudar. Las horribles experiencias que pasaste yo...
— Esta bien, poco a poco las estoy olvidando, ya no me asusta tanto, tío Raphael y tía Lily me ayudan todos los días a superar mis miedos y mamá y papá son los mejores médicos, ya puedo mover mis brazos con más libertad aunque todavía duele un poco, nosotros..., cuando tío Alec este mejor nos iremos de viaje, viviremos en... — Gideon se quedó callado pensando si sería bueno decirle, al final le cambió el tema — tío Magnus ¿podrías decirle a Máx que lo quiero y también darle las gracias por ser mi amigo?
— ¿Por qué no se lo dices tú? El está aquí en Japón, lo voy a llamar para que venga a verte
— No..., es decir, quiero verlo, pero no aquí — Gideon volteo para ver a Camille — ¿mamá puedo ir a ver una película? te prometo que seré cuidadoso.
— Esta bien cariño, pero no irás sólo, llevarás escolta
— Pero mamá...
— No, esa es mi condición
Gideon hizo un puchero que sacó una sonrisa a Camille
— Tío Magnus...
— Sólo dime donde y yo le aviso a Máx, también le diré a Rafe.
— ¡No! sólo a Máx, sólo él es mi amigo
— Esta bien, pero mi hijo... — quiso decirle que Rafe también era su amigo pero Gideon no lo dejó.
— Iré a alistarme, hasta luego tío Magnus y dile a tío Alec que lo quiero mucho. Vendré más tarde para conversar con él.
Apenas Gideon se hubo ido Magnus avisó a Máx, él lanzó el mando del videojuego y sonrió encantado mientras corría a buscar que prendas usar.
— ¿A donde vas tan sonriente?
— Tengo una cita
— ¿Apenas llegamos y ya conseguiste novia?
— No es una novia, pero puede convertirse en mi novio
Rafe dejo el libro que estaba leyendo y siguió a Máx a su habitación — ¿Cómo que novio?
— Tengo una cita con Gideon.
Rafe se quedó estático, ni siquiera pestañeo, su mente trataba de procesar lo que su hermano había dicho. Estaba tan ido que no se dio cuenta cuando Max lo jaló hacia el espejo y empezó a probar la ropa sobre él.
La furia formándose cuando imaginó a Máx tomando la mano de Gideon lo hizo salir de su estado de shock, estaba dispuesto a gritarle que se alejara de Gideon.— No te muevas tanto Rafe, espera un poquito, mhmm, sip, esta camisa te queda mejor. Que esperas ve a tomar un baño de cinco minutos que no hay tiempo, mientras tanto buscaré información de los mejores restaurantes, aunque a Gideon le gustan más las papas fritas y...; ¿que esperas?, ve a bañarte
— ¿Qué...?
— Se supone heredaste la inteligencia de papá — ante la evidente confusión en el rostro de su hermano Máx decidió compadecerse pero no tanto - es una cita, irás en mi lugar y arreglaran sus problemas, luego lo abrazas, lo besas, le dices te amo, lo vuelves a besar, le preguntas si quiere ser tu novio, fácil — Rafe estaba sonrojado ante las sugerencias de su hermano, seguía mirándolo sin saber que decir — Si no quieres ir está bien, aunque me gustan las caderas anchas y los pechos grandes puedo hacer una excepción con Gideon, si lo miras bien es muy bonito, tiene labios carnosos, su cabello se ve muy suave y su trasero...
Máx ahogó una carcajada, Rafe había desaparecido en segundos, escuchó correr el agua de la ducha y aprovechó para llamar a su tío Ragnor para pedirle distraiga a Raphael para que no interrumpiera en la cita, sólo esperaba que su hermano no lo hechara a perder.