— No puedo creer que Stevenson haya decidido mantener el secreto, incluso de su propia esposa..., y decia amarla, no se puede confiar en nadie.
— No digas eso, Ed ama a Camille más que a él mismo y si esperará a decirle la verdad es porque no quiere verla sufrir y a Gideon tampoco; a veces es necesario ocultar la verdad de la persona amada, lo hacemos por amor, porque no queremos verlos angustiados ni temerosos, yo hice lo mismo Magnus, le hice prometer a mis amigos que no te dirían nada, no lo hice porque no confiara en ti para mantener el secreto de aquel proyecto, lo hice porque te amaba tanto que no hubiese soportado tu dolor, tu angustia y desesperación. Fueron años Magnus, años de recaídas, años de un futuro incierto en donde no sabía si respiraria al día siguiente, no quería ese dolor en ti ni en mis hijos. Se que aún sientes odio hacia Camille y Ed, pero no fue su culpa, ella sólo cumplió mi deseo y en cuanto a Gideon..., aún no puedo creer que ustedes hayan sido tan crueles con un niño...
— ¿Qué...?, Alec..., yo...
— No..., fuiste cruel, no sólo tú, también mis hermanos y mis propios padres, incluso mi Rafe lo fué, lo siento Magnus, pero..., no puedo olvidarlo, pasará un tiempo antes de ello, entiendo que estaban molestos, pero ese no era motivo para... — Alec vio la mirada dolida de su esposo y decidió cambiar de tema — escucha..., he decidido reunirme con Camille, pero..., solo iré con Máx y Lily
— ¡No!, de ninguna manera, yo iré contigo...
— No puedo llevarte, no cuando lo mas seguro es que le digas a Isabelle donde encontrar a Gideon, hablaste de falta de confianza y ese es un problema entre nosotros, no me mires así, sabes que es verdad, aquella vez pensaste que yo te estaba engañando y... — Alec mezclaba un tema con otro sin darse cuenta, sin querer había empezado a reclamar, era algo que Magnus esperaba sucediera en cualquier momento.
— Lo siento... — Magnus estaba listo para tirarse al suelo y suplicar si era necesario, pero Alec no lo dejo decir más de dos palabras
— Magnus..., no tienes que disculparte, fue mi culpa también, te di motivos para desconfiar de mi, yo estaba molesto al inicio, furioso a decir verdad, te echaba la culpa de todo lo que me sucedió, pero luego recordé la voz de Camille diciéndome que no era tu culpa, ella relatándome el plan de ellos, luego aconcejándome que me pusiera en tu lugar y así lo hice, en ese momento entendí que la culpa fue mia... — Magnus puso su mano en la boca de Alexander tratando de callarlo, pero él la retiró suavemente — no debí centrarme tanto en el trabajo, debí de ser cuidadoso al prepararte aquella sorpresa, no me di cuenta que llevaba el perfume de Camille, tampoco su lápiz labial, no pensé que hubiese siquiera la posibilidad de que algún día desconfiaras de mis sentimientos, no fue tu culpa Magnus, Marce fue la culpable, ella, ella y el maldito de su hermano.
Ambos limpiaban las lágrimas del otro con sus pulgares, Alec había querido decirle desde hace mucho todo lo que estaba guardando, lo culpable que se sentía, decirle que lo entendía al sentirse furioso por haber sido engañado y que no había nada que perdonar, que no debía de preocuparse por ello. Ambos compartieron un beso, un te amo silencioso, mientras dejaban atrás las lágrimas y mostraban una sonrisa.
— Volviendo al tema, el motivo por el cual no puedo llevarte es porque se que lo primero que harás será llamar a Isabelle para decirle donde encontrar a Gideon.
— Ella tiene derecho, es su madre
— Lo es..., lo es, créeme que entiendo, ella es mi hermana, pero primero debe entender que no puede llegar y exigir que la llame mamá de la noche a la mañana, ponte en el lugar de Gideon ¿Qué harías?, ponte en el lugar de Camille, imagina que la madre de Rafe o Máx aparece y hace con ellos lo que mi hermana hizo, ¿Qué harías?
— Jamás la dejaría acercarse a mis hijos.
— Camille hará lo mismo, no es que no quiera a mi hermana, quiero ayudarla a acercarse a su hijo, pero será un proceso largo, no de la noche a la mañana como ella quiere.
— Entiendo, enserio lo entiendo Alec, pero por favor no me dejes, llévame contigo.
Alec lo observó y extendió sus brazos, necesitaba sentir el calor de su piel — no creas que no me he puesto en tu lugar Magnus, aunque intenté evitarlo, te ocasione dolor.
— No me importa, ahora estás aquí, conmigo y no voy a dejarte ir de mi lado, no me importa si no quieres llevarme, buscaré la manera de seguirte
Alec sonrió y junto sus labios en un suave beso — Te Amo Magnus — Iba a besarlo de manera más intensa cuando la puerta fue abierta intempestivamente, Ragnor estaba agitado y con el teléfono en mano.
— Hay un problema
— ¿Qué pasa Ragnor, no sabes tocar la puerta?
— Isabelle está en casa de Camille, ella encontró a Gideon.