— Ma... Mag... Mag... nus
Fue instintivo, el cuerpo y alma de Alec lo llamaban a gritos, solo balbuceaba al inicio, su voz era ronca por el tiempo transcurrido sin hablar y le dolía la garganta de lo irritada y seca que la tenía, quería enfocar la vista pues solo veía manchas difusas y quiso girar la cabeza para ver y no pudo, intentó con sus manos, sus piernas y no se movieron, se desesperó, el terror lo invadió, era evidente que estaba luchando por mover aunque sea un músculo.
Magnus se acercó rápidamente para tratar de calmarlo, pero sus palabras no llegaban a él, era como si no lo escuchara, era como si no lo sintiera, ante tanto alboroto por los balbuceos de Alec y su propia voz, entró una furiosa Catarina lista para gritarle a su amigo, pero al ver lo que estaba sucediendo de inmediato tomo el teléfono y llamo al doctor de guardia. Después de ver la situación de Alec, el doctor lo sujetó de los hombros mientras le daba indicaciones a Catarina para que le inyectara un sedante.
— ¿Qué creen que están haciéndole a mi esposo?
— Lo siento Magnus, pero es necesario mantenerlo lo más quieto posible, se que esperaste mucho tiempo anhelando ver sus ojos, pero aún no es el momento, la cirugía es reciente y fue muy complicada, cualquier movimiento brusco de su parte podría dañarlo, lo mantendremos dormido como mínimo tres días
— ¿Por qué se comporta así? Es médico sabe de esto y...
— Somos médicos, pero también somos seres humanos Magnus, vemos esto a menudo en la sala de urgencias, incluso en la universidad nos hablan de ello, pero una cosa es verlo y otra experimentarlo, lo importante es que debes calmarte — el doctor estaba tratando de calmar a Magnus, pero era difícil
— ¿Yo? yo estoy bien, es él quien...
— Tú idiota, ¿cómo pretendes ayudar a tu marido si estás tan o más histérico que él?. Tienes que transmitirle calma para que el pueda relajarse — Catarina no pudo mantenerse ajena a la conversación.
Magnus se quedó callado, ella tenía razón, no había sabido manejar la situación, el propio Alec le había hablado de esa clase de casos muchas veces y lo había olvidado, se pateo internamente para luego acercarse a su esposo y acariciar sus cabellos mientras le susurraba que todo estaba bien.
La alarma de su reloj le avisó que era hora de recoger a sus hijos, pero no podía, ni quería dejar solo a Alexander, sabía que sus hijos entenderian a si que le pidió a Ragnor que fuese por ellos, y aunque él le refunfuño y gritó que tenía una montaña de papeles que firmar igualmente fue encantado por sus sobrinos, llegó a la escuela con una sonrisa y los divisó cerca a un gran árbol, amaba a esos niños con su vida.
Rafe y Max se pusieron felices cuando Magnus les llamó para darles la noticia de que su padre había despertado y pidieron a tío Ragnor los llevara a verlo antes de ir a almorzar. Bajaron del auto antes de que terminara de estacionar ganándose un fuerte regaño y después corrieron todo lo que sus piernas le permitieron, no pararon hasta llegar a la habitación donde se encontraba su padre y subir con cuidado a su cama.
Ellos también le hablaron, tenían la ilusión de que abriera sus ojos nuevamente a pesar de que Catarina les dijo que Alec estaba dormido profundamente, le dijeron cuanto lo habian extrañado y sobre todo cuanto lo amaban, la falta que les había hecho y aprovechando acusaron a Magnus de no alimentarlos como se debía.
— Es enserio papá, toda la comida rápida de las últimas semanas se me fue a la cintura, parece que llevo flotador incorporado y hoy no tenía una camisa limpia así que tuve que usar una de las tuyas aunque aún me queda grande.
— Oye Max deja de decirle mentiras a tu padre
— Papá escuchas, ahora me está gritando
Todos miraban la escena familiar con una sonrisa, hace muchos años que los niños y Magnus no sonreían tanto.
Pasaron los tres días que él doctor les había dicho lo mantendría sedado, esa mañana Magnus tenía que ir a la escuela para justificar la inasistencia de sus hijos así que Robert se ofreció para quedarse con él mientras volvía, Alec empezaba a recobrar la consciencia, parpadeaba tratando de acostumbrarse a la luz, después de varíos minutos pudo abrir sus azules ojos una vez más, esta vez estuvo más calmado, miraba el techo al inicio y después trató de girar la cabeza, lo consiguió al tercer intento, fue sumamente doloroso e hizo una mueca.
— Bienvenido Alexander
— Pa...
— Shhhh, no hables hijo, tus cuerdas vocales aún están algo inflamadas..., no tienes idea de cuanto me alegra ver tus ojos — Robert se agachó para besar su frente como cuando era un niño, aunque para el aún era su bebito — se que quieres ver a Magnus y tus hijos pero tuvieron un retraso por el tráfico, él fue a recoger a los niños a la escuela, decidieron que te darían la bienvenida juntos, pero no te preocupes deben estar llegando pronto, hay muchas cosas que tengo que contarte y...
— Gideon ¿dónde está?, Cami...
Robert se quedó mudo sin saber que decir, fue salvado por sus nietos quienes entraron corriendo para ver a su padre, Magnus llegó solo segundos más tarde y los tres juntos lo abrazaron diciéndole cuanto lo habían extrañado, se pasaron el resto de la tarde hablando, contándole a su padre todas sus aventuras y travesuras, así como sus tristezas, algo que Alec ya sabía, incluido sus secretos, poco a poco mientras sus hijos hablaban el recordaba.
"Alec buenos días, feliz cumpleaños cariño, ya que tu no puedes comer pastel nos lo comeremos Gideon y yo, por cierto amore, hoy te traigo un nuevo vídeo, se que no puedes ver, pero tengo la esperanza de que puedas escuchar, tus hijos son tremendos garbancito, el idiota de Magnus por poco se queda calvo..."— ..., pero presi estaba en ese árbol muy alto, subimos y no nos dimos cuenta que el cableado de luz estaba dañado y botando chispas hasta cuando quisimos bajar y no pudimos...
— No me hagan recordarlo que me dan ganas de ...
— ¿Vez papá?, papi Magnus quiere castigarnos y nosotros solo queríamos salvar a presidente
La mirada de Alec se dirigió al moreno y Magnus apartó la vista avergonzado, antes era él quien se oponía cuando Alec quería castigar a sus hijos "Son solo niños garbancito, su trabajo es hacer travesuras no puedes castigarlos por ello"
Alec lo observó y Magnus hizo un puchero adorable que lo hizo sonreír, quería besar sus labios en ese momento, lo ansiaba tanto, pero su cuerpo no obedeció y eso hizo que tuviese ganas de llorar, pero se tranquilizó de inmediato cuando sintió los suaves labios de su esposo acariciando tímidamente los suyos para luego darle un suave mordisco y por último besarlo.
— Tengo que hacer un proyecto de Ciencias
— A mi me dejaron mucha tarea, tengo que traducir un párrafo entero al francés, ¿tío Ragnor me ayudas?
— Por supuesto Rafe, si me quedo más tiempo me va a dar un coma diabético
— Yo tengo que ir a ver porque Jace salió corriendo — terminó Robert las excusas.
Todos se fueron mientras la pareja seguían besándose lentamente, recuperando todos los años que estuvieron separados sin probar los labios del otro.
Magnus tenía unas enormes ganas de echarse en esa cama y de que Alec cubriera su cuerpo con el suyo, pero para eso aún faltaba mucho, Alec apenas y podía besarle, sus manos habian permanecido quietas sin tocarlo, pero eso no significaba que él estuviese impedido de acariciar la piel de Alec, y lo hizo, cuando sus manos acariciaron su abdomen el se estremeció, esa era buena señal, el cuerpo de su amado lo sentía, el cuerpo de Alec aún tenía sensaciones, eso quería decir que los miedos de Catarina y los demás doctores eran infundados.
Su Alec se recuperaría, estaba seguro de ello.