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—Mira quién decidió unirse. —Lucas escupió con sarcasmo, todavía molesto porque yo no había salido de mi habitación en dos días. No quería ver a ninguno de ellos, sabiendo que solo me interrogarían acerca de cosas que no quería responder.

—Bueno, tengo hambre —murmuré. Lucas suspiró con ruido, viendo cómo iba a la mesa y tomaba una rebanada de pan, la única cosa que quedaba. antes de bajar esperaba que ya hubieran terminado de comer para así yo sentarme en paz, pero, por lo visto, se quedaron más tiempo que de costumbre.

—¿No vas a hablarme? ¿Disculparte, tal vez? —Lucas espetó, sorprendido ante mi falta de palabras para él. Le dirigí una breve mirada antes de concentrarme en mi comida otra vez. No quería hacer esto ahora mismo. Solo necesitaba irme lo más pronto que pudiera. Para mi fortuna, no me siguió hablando, solo se levantó y se fue del cuarto cuando vio que yo no le iba a hablar pronto.

Luego de terminar limpié mis cosas y cogí mi cazadora, caminando hacia la puerta. Lucas estaba en el sillón, y Sara en sus brazos. Esperaba irme sin que lo notasen, pero aquello no funcionó tan bien como lo imaginaba.

—¿A dónde crees que vas? —Lucas fue rápido al levantarse y ponerse frente a mí, bloqueándome el paso.

—Afuera. —Mi respuesta fue ruda y corta.

—No, no lo harás, Hunter. Te lo dije ayer. Ya no vas a ir a ningún lado. —No podía creer lo que estaba diciendo. Él no podía mantenerme aquí por siempre, solo porque se enojó conmigo por no decirle donde estaba. No era como si pudiese haberle dicho, ya que estuve inconsciente la mayor parte del tiempo.

—Muévete, Lucas, quiero salir. —Intenté rodearlo, pero él solo me siguió y continuó bloqueándome el paso.

—Te quedarás aquí, Hunter. —Estaba comenzando a irritarse conmigo, podía oírlo en su tono. Pero él no era el único, yo estaba furiosa. Odiaba que fuera tan protector.

Lo odiaba.

Yo era mi propia persona, podía hacer lo que quisiera cuando quisiera y era lo bastante mayor para tomar mis propias decisiones.

—¡Que no! —Solté, gritando con todo lo que tenía—. No puedes mantenerme aquí. Puedo ir a donde quiera cuando quiera. No necesito tu permiso, Lucas. No tienes que actuar tan malditamente irritante todo el tiempo, ¡no eres mi padre!

Y entonces sucedió, mi cabeza voló hacia un lado, la sangre corrió por mi mejilla. Rápidamente acuné mi mejilla e intenté detener el dolor que punzaba a través de mi rostro.

Me atreví a mirar a Lucas, cuya mano seguía elevada en el aire y respirar con pesadez. Le tomó un par de segundos darse cuenta de lo que había hecho, pero cuando lo hizo el remordimiento inundó sus ojos.

—Hunter... —No quise escucharlo. Tomé este momento de él distraído y me giré a la puerta, saliendo lo más rápido posible sin mirar atrás ni una vez.

No era la primera vez que me golpeaba, pero la última vez prometió no repetirlo. Estaba borracho y enfadado porque se metió en una pelea, yo lo estaba molestando y él solo quería callarme. Fue hace cinco años. Desde aquella vez había mantenido su promesa de no lastimarme, pero ahora la había roto y yo no podía creerlo.

Mi mejilla estaba todavía roja pues me había golpeado bastante fuerte, pero me dije a mí misma que no llorara por eso. Ya no quería llorar por cosas estúpidas. No lo valían.

Medité acerca de ir con Laura a conseguir una bebida o ir por mi cuenta. Pero, sabiendo que Laura sería tan irritante como Lucas y Sara y que me haría miles de preguntas acerca de la noche que no estuve, decidí lo opuesto.

—¡Mario! —llamé al joven, quien se volteó hacia mí—. ¿Puedes hacerme un favor? —pregunté y él asintió. Oh, era demasiado amable para ser un hombre del distrito tres.

—Por supuesto, Hunter. ¿Qué es?

—Quiero que me conduzcas al distrito uno. —Sus ojos se agrandaron.

—N... No sé si a tu hermano le gustaría eso.

—No se enterará, ¿verdad? —Levanté las cejas, retándolo. Él asintió rápido y me hizo gestos para entrar a su carro.

Pronto estuvimos en el distrito uno, la gente estaba en la calle, las mujeres vendían sus cuerpos a hombres en sus autos y las pandillas se golpeaban entre ellos. Era algo normal en el distrito uno, todo el mundo sabía lo que estaba sucediendo en realidad.

El distrito uno podía ser el único que tenía clubes y atraía a más adolescentes, pero también era el más brutal. En ningún otro sitio se llevaban a cabo tantas peleas, en ningún otro sitio tanta gente moría en una noche.

Pero en esta noche no podía importarme menos. Quería beber algo y tal vez, solo tal vez, vine porque quería ver a Justin otra vez. Sabía que no estaba bien querer verlo, pero no podía evitarlo.

Algo me atraía a él y de alguna manera no podía dejar de pensar en él, incluso cuando era la razón de mis problemas.

—¿Qué te sirvo? —preguntó el barman y yo ordené lo usual. Me entregó mi bebida, pero antes de tomar un sorbo me la quitaron de la mano.

—¿Qué crees que estás haciendo? —Frente a mí estaba un Justin divertido, tomando de mi bebida. Me preguntaba cómo parecía estar en todos lados al mismo tiempo.

—Oye, quería beberme eso. —Hice un puchero, provocándole una ligera risa. Me la devolvió, bueno, el vaso vacío.

—Ven conmigo —habló en voz baja, con las manos en mi cintura. Negué con la cabeza.

—Gracias, pero no, gracias. Vine aquí para beber algo, y como te bebiste lo mío tengo que ordenar otra —me giré hacia el barman, quien pareció leer mi mente y comenzó a hacer mi bebida.

—Hunter, no me hagas decírtelo otra vez. Ven conmigo —dijo entre dientes. Bueno, allá se fue su buen humor.

—Bien —escupí, levantándome y siguiéndolo por un pasillo hacia un cuarto. Él parecía tener una habitación especial en cada club, pues cada vez que lo veía nos traía a otro lugar.

Tan pronto como entramos al cuarto me presionó contra la puerta, su cuerpo apretado al mío y sus labios en  mi cuello. Deseaba estar borracha, tal vez le habría dejado hacer lo que quisiera conmigo, pero no lo estaba y por eso fue que lo empujé.

—Detente. —Puse espacio entre nosotros dos, mirándolo mientras él me observaba con curiosidad. Se veía bastante bien esta noche. Una camisa blanca con una corbata colgando floja de su cuello adornaba su parte superior y vestía un par de tejanos claros.

Al mirarlo pensaba en que tal vez debería dejar que esta noche siguiera y ver a dónde me llevaba. Quería olvidarme de Lucas y Sara y todos los problemas. Y tal vez él me ayudaría a hacerlo.

Él pareció notar mi pensamiento y lo tomó como su oportunidad para acercarse a mí, llevando su cuerpo contra el mío otra vez. Esta vez no lo detuve, y creo que lo sorprendió tanto como me sorprendió a mí. Al principio fue vacilante, acercó sus labios a los míos de manera lenta, pero cuando notó que yo no iba hacer nada, siguió adelante.

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(Créditos a spaceblackv

PERO QUÉ ACABA DE SUCEDER. Primero Sara, y ahora Lucas (este último peor). Señores, no puedo con tanto drama, vua morir.

¿Qué opinan de este cap? Fue algo corto, pero cargadísimo de drama. Lucas podrá ser todo lo que quiera, but se pasó de la raya tbh.

Espero leer sus preciosos comentarios. En cap anterior me sorprendí al ver tanta actividad, y me encantó :') Graciaaas ♥

—D.

2043 → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora