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1.4

Podía ver sus ojos marrones desde lejos y él me dijo con los labios que me fuera corriendo. Pero me congelé. ¿De verdad estaba él aquí también, para pelear por el distrito? Porque si era así, entonces ya no iba a haber un distrito tres después de esta pelea.

Clyde fue rápido y reaccionó cuando yo no me moví, me tomó por detrás, presionando una pistola contra mi sien.

-Buenos movimientos, nena. Me gustaría verte intentándolos ahora. -La pistola se presionó con más fuerza en mi piel y yo hice una mueca por el dolor.

No dije nada, solo esperé a Justin para ver si iba a hacer algo. Cuando oí la pistola haciendo clic estaba segura de que era Clyde, pero, una vez más, estaba equivocada.

Justin tenía su mano levantada, con un arma apuntando directo a Clyde, pero esperaba que no le fuese a disparar porque la bala me golpearía, ya que Clyde estaba parado detrás de mí y podría bloquearla conmigo.

-Suéltala antes de que te arranque tu asquerosa cabeza -habló con severidad, pero solo recibió una risita de parte de Clyde.

-Oh, por favor, Bieber. ¿Dónde están tus hombres? ¿Crees que podrías pelear conmigo tan fácil? Tengo hombres posicionados en cada esquina de aquí. Solo esperan a mi señal para comenzar la guerra. No veo a nadie de tu tropa aquí -dijo con malicia mientras Justin lo fulminaba con la mirada.

-No vine aquí a pelear. -Justin dijo, sorprendiéndome a mí y a Clyde.

Mientras yo intentaba pensar en otra razón por la que él pudiese estar aquí, Clyde ya parecía tener una idea.

-Entonces viniste porque querías ver a tu chica, ¿no es así? -Clyde habló, pasando los nudillos por mi mejilla.

Intenté voltear la cabeza lejos de la suya, pero su agarre alrededor de mi cuello se apretó y apenas podía respirar. Mantuve contacto visual con Justin todo el tiempo, y sus ojos buscaban algo en los míos, como si quisiera decirme algo acerca de su plan, pero sin encontrar la manera adecuada para hacerlo. Tenía los puños apretados y ya blancos los nudillos. Su mandíbula estaba tensa y parecía a punto de explotar.

No me atreví a moverme, pues Clyde solo tenía que apretar el gatillo y acabaría mi vida. Y él estaba bastante cerca de hacerlo cuando Justin se acercó a nosotros. No entendía por qué haría eso si veía que había tres hombres y él estaba solo. Cuando vollteé la cabeza para ver si los dos hombres que me sujetaron antes estaban a punto de hacer algo, noté que ya no estaban. ¿A dónde se fueron?

-Yo no daría ni un paso más cerca si quieres mantener a esta belleza con vida. -Clyde siseó, presionando el arma más fuerte contra mi cabeza. Y ahora mismo yo sentía algo: estaba asustada.

Temía por mi propia vida porque estaba en riesgo. Y todas las veces que había estado en peligro antes no eran nada comparadas con esta ocasión, y no quería morir todavía.

-Cállate. -Justin siseó y Clyde por un momento solo se enfocó en mirar mal a Justin.

Lo di por hecho y le di un codazo. Gracias a su altura mi codo alcanzó justo su ingle, y cuando lo golpeé me soltó y el arma también, doblándose de dolor. Yo rápidamente agarré la pistola del suelo y corrí hacia Justin, quien estaba sorprendido de mis acciones. Me miró por un breve momento antes de soltar un suspiro e ir tras Clyde.

En cuestión de segundos Clyde ya había sido golpeado y estaba tendido en el suelo, inmóvil. Pensé que Justin lo había matado, pero aún respiraba.

Cuando Justin terminó regresó hacia mí, tomando mi rostro entre sus manos para verificar si me encontraba bien. Sus dedos rozaron el corte de mi cuello y yo hice una mueca, sin estar segura de si se debía al dolor o a que sus dedos estaban muy fríos.