1.2

2.3K 203 26
                                    

Sus labios suaves, rosados y carnosos se encontraron con los míos y se sintió como el cielo. Se movía lento, a veces demasiado, pero no me importó. Moví mis labios con los suyos, de vez en cuando abriendo la boca para dejar que su lengua se deslizara dentro de mi boca, que jugara con la mía. Sentí como si todos los besos que había compartido se me hubieran olvidado, solo este importaba.

El beso pasó de dulce y romántico a lujurioso y lleno de necesidad en cuestión de segundos. Sus labios se presionaron fuerte contra los míos, moviéndose más y más rápido. Yo estaba jadeando y mi estómago se apretaba. No sabía dónde poner mis manos y las coloqué en sus hombros, apretando su cabello con fuerza.

Sus manos estaban donde fuera, en mi rostro, mi trasero, se movían todo el tiempo.

Cuando se alejó sus labios estaban hinchados y rojos, era probable que los míos igual.

Los ojos de Justin estaban bien abiertos, miraba los míos profundamente. Yo respiraba con pesadez, sin creer lo que había dejado que sucediera.

Movió sus labios a mi oreja y susurró:

—Mm... Mejor que como lo imaginé.

Un escalofrío corrió por mi columna ante sus palabras roncas y la manera en que se movía desde mi oreja hasta mi cuello, dejando un rastro de besos, haciendo que mis rodillas temblasen.

¿Cómo era capaz de hacerme sentir tan vulnerable? Estaba acostumbrada a ser fuerte, no permitir  que la gente hiciera conmigo lo que quisiese, pero parecía que se me olvidaba todo lo que yo era cuando estaba con Justin.

—¿Qué, estás sin palabras? —bromeó—. Sé que beso bien, pero al menos podías decir algo. —Ni siquiera sabía que me había desconectado, estaba sumida en mis pensamientos. Meneé la cabeza, luego me sonrojé ante sus palabras.

Sí, besaba bien. Pero no, no iba a darle la satisfacción de decirle que lo hacía.

—Cualquier cosa que alimente tu ego, Bieber.

—Oh, ¿así que volvemos a eso, Thorn? —respondió de manera seca, acercándose un poco más otra vez.

Su rostro se aproximó al mío y todo lo que podía hacer era mirar sus labios rosados, esos suaves labios que besaban tan bien. Pero tan pronto como estos acariciaron los míos de nuevo volteé la cabeza. Esto estaba mal, no podíamos hacer esto. Yo no podía hacer esto.

—Para, Justin. —Empujé su hombro.

Él pareció un poco sorprendido por mis acciones, pero pronto puso una sonrisa en su rostro de nuevo.

—No oí que te quejaras hace unos minutos. ¿Qué sucede? —Estaba entretenido porque sabía muy bien lo que pasaba, pero decidió hacerse el tonto.

—Sabes lo que ocurre. Esto —Hice gestos entre nosotros— está mal. Si mi hermano lo descubre voy a estar muerta y él va a estar buscándote. Intentará lo que sea para destruirte. Lo hará antes de que tengas la oportunidad de causar algún daño —murmuré, sin querer pensar en ello. Solo imaginar al hombre frente a mí lastimando a mi propio hermano me enfermaba con culpa. Tenía que darme cuenta de que si alguien quería matar a mi hermano,  ese era Justin. Y aquí estaba yo, parada bastante cerca de él luego de haberlo besado.

Sacudiendo la cabeza dejé salir una maldición en voz baja, mirando al suelo.

—Bueno, podríamos mantener esto en secreto, Hunter. —Justin puso sus dedos bajo mi barbilla y la levantó para que yo estuviera mirándolo de nuevo—. Solo piénsalo, yo haciendo esto —Sus labios picotearon los míos con suavidad mientras su mano paseaba hacia mi trasero, dándole un pequeño apretón— cuando quieras. —Succionó mi cuello y cuando llegó a ese punto dejé salir un pequeño gemido. Parecía satisfecho con mi reacción, así que prosiguió—. ¿Qué dices?

2043 → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora