Advertencia: contenido sexual a lo largo de todo el capítulo. Si no te sientes cómodo/a con ello, te lo puedes saltar, no tiene mucha importancia.
Me recordaba a unos meses atrás, cuando había intentado seducirlo para que viniera a casa conmigo. Pero la diferencia era que ahora lo hacía sin tener por qué.
Él parecía sorprendido cuando puse mis manos en sus mejillas y lo atraje hacia mí, dejando un suave beso en sus labios rosados. Esperó unos momentos antes de colocar sus manos en mis caderas y corresponderme el beso.
Sus labios se movían con rapidez y hambre, pero todavía eran más suaves que nunca. Ahora noté lo mucho que me gustaba besarlo, era algo que podía hacer por siempre.
Alejándome antes de que nuestro beso llegara más lejos, estaba sin aliento cuando me miró con esos ojos marrones. Con algo de suerte estaba impresionado al igual que yo; no sabía que yo era lo bastante valiente para hacer algo como eso.
—L... Lo siento —hablé luego de que se quedara mirándome sin decir nada, aunque salió más como una pregunta.
—No lo estés. —Me atrajo de nuevo, sellando nuestros labios una vez más. Su lengua lamió mi labio inferior y yo abrí la boca. Dejé que su lengua se deslizara contra la mía y me besara en cada manera que él quisiese. Se sintió tan bien cuando se alejó para besarme el cuello.
Se detuvo en mi clavícula para succionar y morder ligeramente, haciéndome soltar un pequeño gemido de placer.
Estaba satisfecho por mi reacción y continuó dejando besos en su camino hacia mis labios. Besó mi mandíbula y la comisura de mi boca antes de colocar sus labios sobre los míos de nuevo.
Apretando mi mandíbula, nos volteó de modo que yo quedaba acostada debajo de él. Puse mis dedos en su cabello suave, sintiendo mariposas en el estómago.
Pronto sus manos estuvieron bajo mi camisa, subiendo hasta que sentí su dedo deslizándose por debajo de mi brasier para acariciar la piel de allí. Sintiendo otra ola de valentía invadiéndome, me moví de manera incómoda hasta que logré quitarme la camisa, lanzándola hacia un lugar en la habitación. Luego, emocionada, agarré el material de su camisa en mi puño, queriendo quitársela también.
Justin notó mi forcejeo y rió, luego quitándosela él mismo. Dejé que las yemas de mis dedos exploraran los tatuajes que solo había visto una vez anteriormente. Tracé la cruz y el pequeño «perdonar» en su cadera. Se estremeció bajo mi toque y me gustó ver por una vez el impacto que tenía sobre él. Sus dedos trazaron mi vientre, moviéndose hacia mis tejanos. Me miró antes de quitar un botón. Cuando vio que no lo detuve él deshizo el otro, luego por fin me quitó los pantalones.
—¿Tienes un condón? —Exhalé, sintiéndome insegura cuando dejóo que sus dedos se pasearan al interior de mis muslos, haciendo que la piel se me pusiera de gallina.
—No voy a tener sexo contigo, Hunter. —Se rió y de repente me sentí muy avergonzada. Intenté incorporarme y alejarme de él, pero, por lo visto, Justin tenía otros plantes—. ¿Qué crees que estás haciendo? —susurró, recostándome en la cama de nuevo.
—Dijiste que no querías, ya sabes —susurré, sintiéndome apenada y mirando a otro lado. Él puso sus dedos bajo mi barbilla y la levantó, conectando sus labios con los míos. Luego de un beso suave tomó mis muñecas en su mano, levantándolas por encima de mi cabeza. Sentí algo duro presionado contra mí, haciéndome gemir ante el repentino contacto. Presionó su erección más fuerte, asegurándose que yo pudiera sentirla.
—¿Ves, Hunter? —Jadeó, moviendo sus caderas—. Así de duro me pones. Y, créeme, no me gustaría nada más que solo arrancarte las bragas y follarte aquí y ahora, pero no lo haré. Eso no significa que no pueda hacerte sentir bien.
Me sorprendió lo atrevidas que fueron sus palabras, pero lo había dicho todo.
Estaba agradecida de que no se aprovechara de mi estado; tenía la mente en otro sitio y ni siquiera pensaba lo que estaba haciendo.
Me sacó de mis pensamientos cuando sus dedos rozaron mi entrepierna, haciendo que me estremeciera de placer.
—Voy a quitártelos, ¿de acuerdo? —Los labios de Justin tocaron los míos cuando habló y, sin confiar en mi voz, solo asentí.
Con eso hecho, no perdió más tiempo en bajarme las bragas hasta las piernas, poniendo las manos en mis rodillas y separando mis piernas un poco. Sus dedos fríos acariciaron mis pliegues y yo me estremecí, intentando contener un gemido.
—Haz el ruido que quieras, nena. Quiero oír lo bien que te hago sentir —susurró en mi oreja antes de añadir presión a mi zona sensible. Trazando círculos con el pulgar, podía sentir que otro dedo se colocaba en mi entrada, haciendo su camino hacia mi interior.
No era la primera vez que alguien me hacía esto, pero aquello no detenía la pequeña sensación de incomodidad cuando logró introducir su dedo.
—Joder, estás tan apretada y mojada para mí. —Sacó su dedo por completo antes de empujarlo al interior otra vez, golpeando justo en el lugar donde yo quería.
Estaba respirando fuerte, por los nervios y la excitación.
Continuó golpeando su dedo, luego de un rato añadió otro. Me había vuelto un desastre y no podía creer lo bien que me estaba haciendo sentir. Estaba estremeciéndome y gimiendo, mis manos agarraban las sábanas para tener algo a lo que sujetarme. Justin movió su cuerpo hasta estar flotando sobre mí, besándome mientras me preparaba para llegar a mi punto. Meneó los dedos y yo me derretí de placer. Se rió un poco, complacido con mi reacción hacia él.
—¿Quieres venirte, nena? —susurró en mi oreja, mordiéndome el lóbulo luego. Yo asentí con fervor, comenzando a ver estrellas causadas por el placer—. Déjate ir, nena.
Nunca había experimentado una sensación tan intensa y estaba lloriqueando repetidamente. Sus dedos no redujeron la velocidad y siguió golpeando, haciéndome sentir aún mejor. Cuando comencé a calmarme de nuevo, sacó sus dedos y cuando se los llevó a la boca para limpiarlos yo quise esconderme. Dejando salir un gemido, besó mis labios de nuevo y se movió hacia un lado, pasando una mano por mi cabello alborotado.
—¿Cómo estuvo eso? —Sonrió cuando no encontré palabras para responderle.
Sonrojándome, encontré mis bragas en el borde de la cama y me los puse con rapidez. Incluso fui a coger mis tejanos, pero Justin sujetó mi brazo y me detuvo.
—¿Qué crees que estás haciendo?
—Solo quiero ponerme la ropa de nuevo —respondí con timidez intentando cubrir mi cuerpo desnudo.
—Deja eso y mete tu trasero bajo las mantas.
Obedecí su orden y me acurruqué bajo la sábana que había puesto encima de nosotros. Me decepcioné cuando me dio la espalda, por un momento creí que ahora que tenía lo que quería ya no me iba a seguir hablando. Pero cuando vi que solo alcanzó la lámpara en la mesita de noche para apagar la luz me sentí aliviada. Se giró de nuevo y puso sus brazos sobre mí, acercándome a él.
Fue cuando lo oí roncar ligeramente que noté que lo que le había dejado hacerme estuvo muy mal. Él era el enemigo, incluso si me había olvidado de eso los últimos minutos. Sabía que lo que estaba hecho estaba hecho y que no había manera de revertirlo; cosa que ni siquiera quería hacer.
Suspiré hondo y me acerqué más a él, cerrando los ojos y cayendo en un sueño profundo.
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(Créditos a spaceblackv)
Sí, ha pasado mucho tiempo desde la última actualización. Los problemas de Wattpad no nos permitieron hacer gran cosa estos días, lo sentimos.Espero que este capítulo les haya gustado e.e
¿Qué creen que podría suceder después? Espero sus comentarios ♥—D.
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2043 → j.b → spanish version
FanficÉl era más que solo un líder. Ella era más que solo una parte del plan. Bienvenido al año 2043, donde el norte de América se ha dividido en cuatro distritos separados, gobernados por algunos de los líderes más despiadados de todo el mundo. 2043 es u...