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1.9

Lucas seguía intentando disculparse con Sara, incluso aunque ella ya lo había perdonado.

—Así es el mundo en el que vives, Lucas, yo elegí ser una parte de él. Y eso significa aceptar todos los riesgos que vienen con eso. Así que no te preocupes, sigo viva, ¿no es así? —Ella había dicho, pero él solo había negado con la cabeza.

—Se supone que debo protegerte. ¿Cómo sé que no estarás muerta cuando vengan la próxima vez?

...

Eran alrededor de las seis y yo ya había comenzado a limpiarme, ducharme y peinarme. Debí haber comenzado antes, ahora me estaba estresando porque no me quedaba tiempo y todavía me veía como si no hubiera salido de la cama en todo el día, lo cual era algo cierto. Aunque creo que la verdadera razón por la que comencé muy tarde fue porque seguía pensando si debería ir en esta cita con Justin. Él no la había llamado una cita, solo yo lo había hecho, en mi cabeza. Y eso me hizo pensar: ¿estaba tan enganchada por Justin que solo ir a un restaurante significaba tanto para mí?

Me puse un vestido, justo como me había dicho que hiciera, sin querer enojarlo ni nada. Los líderes enfadados no eran nada con lo que quisieras meterte. Luego del encuentro de ayer no estaba segura de querer que se enojara conmigo.

Él me gustaba.

Creo que ese era el problema más grande.

Haría cualquier cosa que me dijera solo porque me gustaba.

Y no podía gustarme, no funcionaba de esa manera. Porque incluso si me gustara muchísimo, nunca podría estar con él de la manera que yo quería que estuviéramos. Despreocupados. Con un suspiro terminé de arrelgarme justo a tiempo para salir de la casa para llegar a nuestro lugar de siempre alrededor de las siete en punto. Y mientras pensé que Justin ya me estaba esperando, me encontré un lugar vacío.

Se me cayó el corazón. ¿De verdad solo me dijo que viniera para después no aparecer en absoluto? Saqué mi teléfono para revisar si me había dejado algún mensaje diciendo que no podía venir. Mis esperanzas se destrozaron cuando vi que no lo había hecho. Intenté llamarlo. Una, dos e incluso tres veces. Pero nunca me respondió.

Después de media hora esperando a alguien que sabía que no iba a llegar, dejé el lugar y caminé de regreso a casa. Las lágrimas amenazaban con caer de mis ojos, pero me dije a mí misma que no llorase. No lo dejaría ser el motivo por el que yo llorara de nuevo.

No obstante, el dolor sobrepasó mi voluntad de ser fuerte y pronto hubo lágrimas corriendo por mis mejillas. Y continuó durante todo el camino a casa. Muchos me preguntaron si estaba bien durante mi viaje por el distrito, pero solo me encogí de hombros y los ignoré, sin querer darles respuesta.

Cuando al fin estuve en casa y en mi cama, los pensamientos no podían dejar de llenar mi cabeza. ¿Lo hizo a propósito? ¿Quería lastirmarme después de haberlo hecho enojar tanto ayer? ¿O quizás tenía a alguien más, o, tal vez una chica, y solo se olvidó de mí?

Cualquiera que fuese la razón por la que no se presentó, dolía. Un dolor que perforaba mi corazón, un dolor que hacía que nuevas lágrimas aparecieran en mis ojos. Un dolor que nunca antes sentí. Primero porque nunca me rechazó nadie que me gustaba; segundo, porque nunca me había gustado nadie tanto como Justin para que tuviera el potencial de herirme de esa forma. Pronto me quedé dormida, con las manchas de las lágrimas secas en mis mejillas y un dolor de cabeza que evitaba que tuviera un sueño reparador.

...

Estaba furiosa, en su mayoría conmigo misma. Pero también porque Justin había decidido llamarme en medio de la noche mientras estaba durmiendo. No me había despertado porque yo tenía sueño pesado, pero se había asegurado de que tuviera un dolor de cabeza tan pronto me desperté, debido a los muchos mensajes y llamadas que me dejó.