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2.8 (FINAL)

Mientras estuve abrazando a Justin, todo a nuestro alrededor se desvanecía y por un segundo olvidé la situación en la que estábamos. Los disparos nunca se detuvieron, tampoco los gritos. La gente corría, gritaba y lloraba.

Pero yo, yo estaba segura en sus brazos. Acababa de matar a Clyde para salvarme, y seguir pensando que yo no le importaba ni un segundo era un pensamiento estúpido, uno que ahora ya no valía la pena considerar. Tenía un trato con él, un trato que retiró por mí y ahora le debía mi vida.

No sé por cómo iba a poder regresárselo.

Pero ahora mismo solo quería mantenerlo vivo, y eso significaba que tenía que irse.

—Justin —murmuré, levantando la cabeza de donde había estado descansando en su hombro. Se volteó un poco para poderme mirar directo a los ojos—. Tienes que irte —dije, alejándome de él.

—Estás loca si crees que voy a dejarte así como así —dijo, acercándose a mí otra vez, pero retrocedí.

—Te van a matar, por favor —supliqué con desesperación, mis ojos evitaban los suyos. No quería ver su reacción por haberle pedido que se fuera.

—No —respondió, sonando tan convencido que tuve que levantar la mirada. Su rostro estaba serio, había una arruga entre sus cejas y no parecía que no lo decía en serio—. No voy a irme, Hunter. Si hay alguna posibilidad de que puedan matarte, no me voy a arriesgar —declaró, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja. De manera involuntaria me incliné hacia su toque, sintiéndome en calma ante el más simple de los gestos.

—Vaya, pero qué tierno. —Mi corazón comenzó a latir más rápido cuando alguien detrás de nosotros habló, tras girarme de manera lenta mi mirada se topó con la de Allen—. Pensé que serían más inteligentes que eso, más inteligentes que volver corriendo al sitio donde los atrapé. Lo pusieron demasiado fácil —comentó, echándose para atrás para revelar a Laura detrás de él.

Se veía hecha un desastre, tenía un golpe en la mejilla, el labio partido y sus ojos se veían como si estuviera llorando por mucho tiempo. Inhalé profundo. Me dolía ver así a mi mejor amiga.

De repente, él tomó su cabello en un puño y la arrojó al piso, sus gimoteos fueron audibles para todos. Me estremecí y casi fui hacia él, pero Justin me detuvo. Había visto el arma en la mano de Allen primero que yo.

—Como ven, Laura ha sido una novia muy buena conmigo. Bueno, hasta que decidió ponerse en contra de mí y mi plan y dejarlos ir a los dos. Ahora, como tenía que ser castigada por lo que ha hecho, pensé en hacerlo frente a ustedes, ya que son la razón por la que esto le ocurre. —Allen habló, y mientras tanto yo solo quería borrarle la sonrisa del rostro. Estaba furiosa, ¿quién se creía que era?

—¡Suéltala! —grité, comenzando a moverme hacia él, pero Justin me detuvo.

—Para, Hunter, esto es lo que quiere —masculló en voz baja.

—Sí, hazle caso, Hunter. No quieres hacer el movimiento equivocado. —Sonrió más grande, su mano tomó la pistola y la apuntó directo a la cabeza de Laura. Comenzó a sacudirse de manera violenta, los sollozos estremecían su cuerpo mientras que le rogaba que no lo hiciera.

Mientras ella lloraba, yo también lo hacía.

—Por favor no hagas esto, Allen. Eres mejor que esto —dije, pero sin mirarlo. Mi mirada estaba fija en la de Laura, al igual que ella me miraba a los ojos.

—Déjala ir, Allen, arreglemos esto como se supone que hay que hacer, sin involucrar a las chicas. —Justin intentó convencerlo, pero no estaba cerca de funcionar.