Después de reflexionar toda la tarde, pensando si se iba a la esquina o al casino, terminó decidiendo la opción número dos, la esquina sería para otra ocasión.
Tomó un baño bien demorado, se puso guapa y una vez lista se miro al espejo, agarró el perfume que era alargado y lo acerco a su boca.
- Y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones, me pinte y era bella -baila- Ay que estoy haciendo con mi vida -ríe y se pone el perfume- Por si me besan, por si me abraza y por si me coge
- Lo vas ahogar con tanto perfume -dice Fernando en la puerta
- Como te gusta criticarme -acomoda sus senos- Habrás sido una de esas señoras castrosas en tu otra vida
- Matamoros te va a llevar? -se cruza de brazos
- Si, aún es mi chofer y guardaespaldas -se gira
- Esta bien, diviértete -la deja sola
- Ni siquiera me dices si estoy bonita -sale detrás suyo cerrando la puerta- Que malo eres
- Ya sabes que estás bonita -ríe- Para que quieres que te lo diga
- Nicolás es quien me lo dice pero esta enojado conmigo así que hazlo tu -da una vuelta- Y bien?
- Estás guapísima deja de preocuparte -baja las escaleras frente a ella- Te depilaste?
- Qué te importa -le pega con su bolso
- Sólo preguntó -ríe
- Bien te dejó, no te portes tan mal -va a la puerta
- Si mamá -ríe
- Buenas noches, no me esperes tesoro -se va caminando al coche dónde lo esperaba Matamoros- Ya tienes la dirección verdad? -pregunta una vez dentro
- Si ya está puesta en el gps no te preocupes -acomoda el espejo retrovisor
- Entonces vamos -retoca su labial
- Te ves bonita -sonríe poniéndose en marcha
- Lo sé y gracias -guarda su espejito
El viaje hasta el casino no fue incómodo como ambos pensaron, la pasaron bien cantando y riendo hasta que llegaron claro.
El sabía que iba a pasar una vez ella estuviera fuera del coche, aunque ambos sabían que sólo era sexo se sentía algo molesto, sacado de onda y hasta celoso de que alguien más pusiera sus manos en ella.
Pero no podía hacer nada, ella era libre y el también, ni modo. El baja primero del coche para abrirle la puerta, ofrecerle la mano para ayudarla a bajar y seguido de eso decir adiós.
- Quieres que te venga a recoger luego? -la ve mientras se acomoda la ropa
- No, mejor regresa a la casa a descansar, iré en taxi o uber luego -sonríe leve
- Segura? -la sigue viendo
- Si, no me esperes Matamoros -golpea leve su pecho y entra al casino
Al entrar lo primero que hace es registrarse, se consigue una copa y va a la ruleta, seguido al black jack y por último a la mesa de poker, ahí fue dónde conoció a dos tipos muy guapos.
Ricardo y Cristian, ambos maravillados por su belleza y su gran habilidad en quitarle dinero a los demás, no perdía un sólo juego.
Con un poco de esfuerzo logran hacer que deje de lado los juegos, la ayudan a retirar todo lo que ganó y los tres terminan en el bar bebiendo y riendo.
De un momento a otro los tres terminan en un sólo cuarto, Ricardo toma la iniciativa besandola, obviamente Altagracia no se queja el tipo estaba muy guapo.
Si se lleva un poco de sorpresa al sentir otras dos manos acariciar su cintura mientras le abren el vestido dejando besos húmedos en su cuello y hombros.
Tal vez estaba tan ebria que imaginaba a alguien más pero no, era Cristian quien se encontraba detrás suya, el vestido baja por sus piernas quedando en el piso
Narra Altagracia
Solté un gemido al sentir en mi trasero una firme dureza apretandose contra el, Ricardo me besa bruto tentandome, mis pezones se ponen duros, la humedad entré mis piernas crece, mi centro palpita.
Su lengua se hace pasó hundiéndose en mi boca como si estuviera cogiéndome, con rapidez cambian de lugar ahora es Cristian quien me besa con violencia prácticamente violando mi boca.
Ardo en deseo, no quiero a uno, anhelo a ambos, Ricardo busca con desesperación mi atención volviendo a besarme, nuestros labios se tocan, las lenguas se buscan con mucha necesidad, haciendo las ansias crecer.
Cristian que está justamente detrás de mi, lentamente comienza a deslizar la tanga negra por mis piernas, segundos después lo tengo de pié nuevamente detrás de mi, su torso desnudo pegado a mi espalda ¿en qué momento se desnudo? Su erección chocando con mis nalgas, podía sentir su respiración en mi nuca mientras sus manos apretaban suave mis senos.
Escuchó que hablan pero estoy tan perdida que no entiendo bien lo que harán conmigo, Cristian se quita de atrás arodillandose frente a mi, separa mis piernas deslizando su lengua a lo largo de mi sexo, con ayuda de sus dedos separa los labios de mi vagina dejándome expuesta, hunde una y otra vez la punta de su lengua en mi interior por su parte Ricardo aprieta mis senos arrancando gemidos de mis labios.
Comienzo a temblar y creó que las piernas no me sostendrán por mucho tiempo más...
A la mañana mi cuerpo choca con otro bien tonificado debo de añadir, giro la cabeza y lo veo, mierda bebí mucho de nuevo, trato de levantarme pero todo el cuerpo me estaba doliendo.
Al sentarme notó que estoy desnuda y un brazo al rededor de mi, pero al que había visto hace unos segundo abrazaba la almohada durmiendo boca abajo.
Con algo de temor observó el brazo notando a otro hombre junto a mi, ALTAGRACIA QUE MIERDA HICISTE, CUÁNTO BEBISTE MUJER, DEBERÁS QUE NO TIENES LLENADERA.
Levanto el brazo de este otro desconocido y me salgo de la cama buscando mi ropa, sólo encuentro el vestido mi tanga quien sabe dónde quedó por que en el piso y muebles no está.
- A dónde vas -dicen los dos hombres sentados en la cama

ESTÁS LEYENDO
Y si todo fuera diferente
RandomBueno está fue mi primer historia pero como escribía PÉSIMO la estoy escribiendo de nuevo y con nuevas ideas Aquí se las dejó :v