Y si todo fuera diferente

Capítulo 45 : Loca paranoica

- Listo están más flojas señora Sandoval -murmura el guardia antes de irse

- Estás mejor mamá? -se sienta en la cama

- Mejor no pero al menos ya no duele -pega las piernas hasta su pecho abrazandolas

- Mamá quita esa cara, Matamoros la va a encontrar antes de que si quiera le de hambre -trata de sonreír

- A está hora come y no la veo aquí -lo ve- Está muy chiquita, depende de buenos cuidados, que ellos no van a tener

- No sé que decirte mamá -acaricia su hombro- Me preocupas

- Tal vez sea mejor estar sola -evita verlo

- Mamá... -suspira

- Vete Nicolás, si no me vas a quitar estás malditas esposas mejor vete -levanta la mirada dejando ver sus ojos llenos de lágrimas

- Si necesitas algo sólo llámame -se va

Al quedarse solá de nuevo y con la puerta abierta se escabulle en los pasillos bajando a la sala, revisando que nadie estuviera cercacorre a la puerta de salida tratando de abrirla

Pero los guardias se percataron de su intentó, cómo la puerta se encontraba con llave no pudo salir, siendo acorralada por dos hombres bastante grandes que la toman por el brazo, alejandola de la puerta.

Jaloneandola por el gran pasillo hacía las escaleras, trataban de no utilizar la fuerza bruta pero estaba siendo difícil, la Doña no iba a dejarse tan fácil, recibieron muchísimos golpes y empujones por su parte, sólo estaban tratando de cumplir órdenes.

- Señora Sandoval por favor controlese no queremos hacerle dañó -implora uno

- Sueltame -grita pegándole en el estómago- Yo soy su jefa no pueden hacerme esto -solloza

- Se hará más daño con las esposas, por favor coopere y subamos a su cuarto -dice el otro mientras forcejea

- Ella me necesita -llora empujandolos- Es mi hija, ustedes harían lo mismo que intentó hacer yo

- Matamoros ya se está encargando, lo mejor es que vaya a descansar -la sostienen- Por favor suba con nosotros

- No! -les vuelve a pegar con la tentativa de soltarse- Voy a ir por mi hija y nadie me lo va a impedir

- Lo siento mucho señora Sandoval, pero en vista que no quiere cooperar nos obliga a utilizar la fuerza -la arrastran prácticamente hasta el cuarto

Sus gritos acompañados del llanto, retumban la casa, cosas cayendo al piso, pues trataba de agarrarse a lo que fuese, en un intento de frenarlos.

Claro que eso no pasó, ellos eran dos y sobre todo mas grandes, las del servicio se sentían impotentes por no poder ayudarla, sintiendo a la vez pena.

Su patrona se había desquiciado por el dolor y la tristeza, pero como culparla? Se trataba de su hija, una pequeña bebé indefensa.

- Necesitó salir de aquí -dice en medio de las lágrimas tratando de levantarse pues la obligaron a tomar un calmante

- Y lo harás -dice Dante entrando con cuidado- Sólo ten un poco más de paciencia linda

- No la tengo -se levanta andando por el cuarto

- Te voy a sacar de aquí, sólo necesito un poco más de tiempo -habla mientras se esconde bajo la cama- Escuché que Matamoros vendrá así que no digas que estoy aquí

- Mete bien los pies animal -lo reprende

- El espacio es bien pequeño espera -se queja

-  Ya me dijeron los guardias que intentaste escapar -murmura Matamoros unos minutos después-  Que estás muy agresiva -suspira- Los golpeaste, varias veces y trataste mal a tu hijo, por que? -va a ella

- Agresiva? -ríe amarga- Estoy aquí encerrada como un animal, que esperabas? Un conejito saltando en un prado?

- Necesito tu teléfono -cambia de tema- Tal vez se contacten contigo

- No lo tengo -lo mira

- Me puedes decir dónde está? -masajea su cuello

- Quítame las esposas -las levanta

- Lo haría pero no eres confiable ahora -intenta llevarla a la cama

- No me toques -dice enojada- No me las vas a quitar? Me tendrás como a una prisionera? Bueno suerte con el maldito teléfono

- Altagracia esto no es un juego, se trata de nuestra hija -la ve

- Exactamente, por eso deberías de soltarme, Soy muchísimo más eficiente que esos estúpidos guardias, Braulio no se la hubiera llevado si yo tenía mi arma, pero me la quitaste -lo ve desafiante

- Por que quien en su sano juicio, carga a una niña teniendo un arma en la cintura? -la desafía

- Y si el padre no puede protegerla, alguien debe ponerse los pantalones no? -se sienta

- Altagracia nos emboscaron -dice sin poder creér su actitud

- Se suponía que contrataste a gente capaz verdad -lo ve- Braulio entró como si nada con dos hombres y tu dónde estabas?

- Me vas echar la culpa a mi? -la ve

- Si mi amor -dice irónica- Cuántas veces te dije que no era seguro, te pedí que nos fuéramos, pero sólo me tachaste de loca paranoica, ahora nuestra hija corre peligro, me vas a soltar o no -agita las esposas histérica

- Buscaré yo mismo el teléfono, arreglate con ellas -la deja sola azotando la puerta

- Y tu Óscar dónde quedó -sale de su escondite

- Sigue en la Real Academia esperándome, pero de verdad le echó la culpa -mira las esposas- Yo quería vender la constructora e irme pero el dijo que era una estupidez

- Entonces no están bien desde hace rato -toma sus muñecas y con un alambre trata de liberarla

- Pues, hay días malos, peores y luego nos llevamos mejor -suspira

- Está estresado y preocupado, ten paciencia todo se va a resolver apenas traigamos de regreso a Zoé -suelta las esposas

- Si pasa cualquier cosa, sólo traela a ella -lo ve mientras toma el teléfono que se encontraba entre las almohadas- No merece pagar por la gente que me quiere hacer dañó

- Regresaremos los tres no te preocupes -le regala una sonrisa- Ahora sigueme, debemos salir de aquí cuánto antes -la lleva de la mano