Capítulo 31 : Chachos y tormentas

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Como lo prometieron fueron por ella luego de almorzar, al llegar al centro comercial la acompañaron en distintas tiendas de ropa.

Poco a poco las bolsas comenzaron a llegar, menos mal eran dos hombres con dos bracitos cada uno, por que ella no iba a llevarlas todas.

Ya cansados y con millones de bolsas en las manos, aprovecharon que pararon en una tienda de lencería, siempre había pequeños sillones dónde los acompañantes se podían desparramar.

- Cómo vamos a saber que te queda bonita si no la vemos -se queja Cristian

- Por que yo digo que me queda bonita -saca la cabeza entre las cortinas- No se les voy a enseñar nada

- Y cuál es el chiste de acompañarte hasta aquí si no podemos ver -se cruza de brazos

- Les dije que fueran al área de comida a sentarse, ustedes insistieron en venir -se mete de nuevo

- Por que no podemos ver? -pregunta Ricardo- Ya te vimos desnuda cuál es el problema

- No habría problemas si todavía tuviera mi cuerpazo -se escucha desde adentro

- Pero si lo tienes -se quejan ambos

- Incluso más desarrollado -dice Cristian

- No me van a convencer -ríe y sale ya vestida

- Aguafiestas -se quejan

- Mejor vamos a pagar esto y luego a comer -ríe

- Al menos nos alimenta -dice Cristian cargando con su tanda de bolsas

- Si pero somos sus chachos -toma el las suyas

- La palabra chachos no existe -paga- Serían chachas -ríe

- Chachos en masculino -insiste Ricardo

- Que no -toma la bolsa y se la avienta- Vamos chachas

- ESO ES CHACHOSISMO -se quejan

- Acusenme si quieren -da de hombros- Pero de maltrato animal que por lo de chachos nadie les hará caso

- Nos dijo animales -dice Cristian ofendido

- El embarazo la hizo más mala -finge llorar Ricardo

- Después la hormonal y dramática soy yo -rueda los ojos- Vamos por helado mis chachos?

- Queremos que sepas -hace una pausa dramática- Que seguimos indignados, pero aceptamos su oferta -se adelantan

- Reinas del drama no hay duda -va tras ellos

Después de comprarle helado a ambos, van a una mesa dejando todas las bolsas en el piso, no crean que sólo Altagracia hizo la alegría del comercio, nananananana ellos también se compraron mucha ropa.

Calzones inclusive pero ellos si se lo modelaron a Alta, ya se pueden imaginar la escena :

- Que opinas de este negro -sale Cristian modelando

- Te deja nalgas -dice ella sentada

- Siii -se nalguea frente al espejo

- Ya ponte el rojo -ríe

- Deja me admiro tantito -se queja y entra al probador

Y si todo fuera diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora