Capítulo 50 : Mi cumpleaños

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Una vez con el pijama puesto, acomoda sus senos con el fin de resaltarlos más, se deja la bata abierta y camina por los pasillos.

Atrae todas las mirada pero la única que quería era la de Matamoros, sonríe leve al conseguirla y le pasa por el lado yendo al estacionamiento, siente la felicidad recorrerle el cuerpo.

Todos los medicamentos que le habían administrado estaban haciendo efecto, dejándola liviana y más relajada que nunca, tal vez por eso se animó a salir de esa manera.





- Altagracia todos te están viendo -la sigue- Cierrate la bata por favor

- Hace calor, de echo me la quiero quitar -ríe

- Ni se te ocurra -la toma del brazo- Amor te habló en serio, ese pijama prácticamente no cubre nada

- Ay no seas aguafiestas, es mi cumpleaños -toca su nariz- Sabes este año no me puedo emborrachar por la nena pero estoy drogada -se suelta riendo- Es el mejor cumpleaños de la historia! -va saltando al coche

- Espero que no se desnude -suspira y va tras ella

- Creés que en casa pueda desayunar sin algo que me mande al hospital? -se pone el cinturón

- Si -ríe- La cocinera sabe que la canela y tu no se llevan -arranca

- Cierto -sonríe y coloca música- Te daré un concierto, no me importa si no quieres, es mi cumpleaños

- Puedes hacer lo que quieras -ríe

- Obvio -espera que suene la canción y empieza a cantar

Otra vez mas
nos vemos cara a cara
vuelvo a mirar
toda tu ternura

Nos contamos cosas que nos pasaron
y se ausentan frases locas de amor

En el aura faltan esas metáforas
que dan pie a esta ciega ilusión

Bla bla bla bla ya no hables tanto
Bla bla bla bla háblame de amor

Bla bla bla bla
yo te miró y siento
que te hace falta un pequeño empujón

Bla bla bla bla
ya no hablés tanto
Bla bla bla bla
háblame de amor

Bla bla bla bla yo te miró y siento
que te hace falta un pequeño empujón

Otra vez más
el mundo queda aparte
vuelvo a esperar
tu fiel declaración

Ya no digas cosas que te pasaron
y escuchemos hablar el corazón

Y llenar el aura con las palabras que dan alas está ilusión
Bla bla bla ya no hablés tanto

Bla bla bla háblame de amor
Bla bla bla yo te miró y siento que te hace falta un pequeño empujón

Bla bla bla ya no hablés  tanto
Bla bla bla háblame de amor
Bla bla bla me besas y siento que no hace falta un pequeño empujón

En lo que ella cantaba Matamoros sonreía escuchandola en silencio, llegan a la casa y ella seguía cantando así que la mira.

Altagracia por su parte ya no tenía el cinturón incluso ya abrió la puerta, sin embargo aún no se bajaba, tenía a Matamoros bien bobo escuchandola.

Antes de terminar la canción se acerca a su rostro, cantandole cerquita, sonríe un poco acariciando su mejilla y lo besa.



- Voy por mi desayuno -ríe y se baja corriendo- Ya llegué! -avisa al entrar

- Por fin -murmuran ambos con Zoé en brazos

- Ten -se la da Fernando- No sabes el escándalo que armó

- No está acostumbrada a verte por las mañanas -besa su cachetito- Entiendela se espanto

- Que te dijeron en el hospital? -pregunta Nico

- Pues nada, me dieron muchas drogas y ya -ríe yendo a la cocina- María podrías hacerme el desayuno?

- Claro que si señora -le sonríe- Algo en especial?

- Panqueques porfa -dice como niña chiquita

- Claro y felíz cumpleaños -ríe y va a prepararlos

- Gracias -vuelve a la sala- Tu también tienes hambre verdad Zoé -la acomoda- Pensé que sólo a mi me querían matar de hambre

- Fue un accidente -ruedan los ojos

- Pero me agarrare de el para conseguir todo lo que quiera -les saca la lengua en lo que Zoé come

- Y esa es la madre que tienes -ríe Fernando- Prepárate nos va a mandar al otro lado de la ciudad por una estupidez

- Si -dice Matamoros- Es muy cruel -cierra la puerta- Hola princesa -besa la manita de Zoé

- Cruel es una palabra muy fuerte -juega con un mechón suyo- Soy más bien -piensa- Una mujer que sabe aprovechar los errores de los demás, para su conveniencia, sin necesidad de golpes o insultos

- Que también cambia el significado de las palabras -dice Paula bajando

- Tu no hablés, usas a mi hijo a tu antojó también -le lanza un cojín

- Las mujeres vienen todas así? -dice Fernando- Pobre de ti -ríe viendo a Matamoros- Tienes dos y con tu suerte si la embarazas de nuevo será otra niña

- Tal vez sea un niño -se cruza de brazos

- No -ríe- Zoé quiere una hermanita, verdad mi cielo -le habla dulce y ella sonríe

- Tendrás tres niñas -ríe Fer plameando su hombro- Suerte

- Amor ni siquiera estás embarazada -la ve- O sí?

- Vente Zoé vamos a cambiarte -escapa a las escaleras

Y si todo fuera diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora