Capítulo 39 : Miedo

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- Todavía no lo creó -habla en lo que pasea con Zoé dormida en sus brazos

- Empieza a creér que no voy a cambiar pañales sola -le advierte

- Ya sé -ríe- Me lo dejaste en claro varias veces

- Es por si se te olvida -da de hombros- Ven acá, ya es tarde y estamos aquí solitos -estira la mano a el

- Ya se quiere dormir -se sienta a su lado- Pero no cierra los ojitos

- Está viendo a su papi pues -acaricia el pelito de la nena

- Que curiosa nos salió -sonríe y ella empieza a llorar

- Ay! Ya me la ofendiste -la carga- Mi amor tu sabes que papá mete la pata todo el tiempo -soba su espaldita- Recuerdas que lo mandabamos bien lejos por eso

- Si son bien crueles -ríe viéndolas bobo

- Calla -la mima haciendo que parará de llorar- Se pone de mal humor por que está con sueño y tu no la entiendes -le da besitos

- Perdón -sonríe y las abraza- Me perdonas bebé? -toma su manita

- Shhh ya se va dormir -susurra al verla cerrar sus ojitos

- Cayó rendida -dice luego de unos minutos

- Si, también se le ocurrió llegar de madrugada -la cobija

- Debes estar cansada por que no te duermes también, yo las cuidó -sugiere

- Está muy bonita, no puedo parar de verla -sonríe observandola mover la boquita

- Si -la mima- Pero debes dormir aunque sea un ratito, luego ella despierta

- Tu también -lo ve- Apaga la luz, dejemos sólo la lámpara

- Te da miedo la oscuridad -bromea yendo a bajar el interruptor

- No, pero si alguna enfermera entra para robarse a mi hija le veré el rostro, luego la puteo y llamó a su superior -le hace espacio

- Nada va a pasar -ríe bajo- Para eso me tienes -se acuesta cubriendo a ambos con la sábana

- Podría ser una posibilidad, tengo algo de miedo la verdad -confiesa

- Por qué? Notaste algo raro? Quieres que llamé a más guardias -la ve

- No, no noté nada, pero Amado no terminó conmigo recuerdas y si lo intenta ahora? -acuesta la cabeza en su hombro

- Quédate tranquila -acaricia su cabello- No voy a dejar que nada te pasé

- No me importa lo que me pasé, el es un desalmado Matamoros, tengo miedo de que le haga algo a Zoé -la ve- Ella está chiquita e indefensa

- Mi amor, el debe estar en otro continente, la policía lo está buscando recuerdas -besa su frente- Si quieres habló con los guardias del hospital, para que estes más tranquila

- Por favor, me da pavor que se aparezca por aquí -se abraza a la nena

- Está bien, vendré en unos minutos, cualquier cosa me marcas -la besa y se sale

- Zoé no voy a dejar que nada te pasé está bien? Pero tu promete que si le pasa algo a mami, cuidarás de papá mucho, no dejes que se agarre cualquier mujer -besa su cabecita- Hay muchas víboras detrás de el

Zoé se queja estirando sus piernitas llevando el puñito a su boca, sonríe leve y cierra los ojos mimando a su pequeña.

Desde que supo del embarazo vivía con esté temor, temía que algún día Amado entrará por la puerta y está vez si acabará con ella.

O peor, matará a alguien más en su lugar, su familia era la prioridad ahora, debía aumentar la seguridad.

Podían ir tras Nico, Paula de nuevo o atacar a Fernando y Antonia, aunque ellos están grandes y se saben defender, siempre la gente mala tiene las formas para llegar a ello.

La más vulnerable en esté casó era Zoé, dependía por completo de ella, si algo le pasará, Zoé quedaría desprotegida.

Millones de posibilidades pasaban por su cabeza como rayos luminosos, el corazón se le detuvo al escuchar girar la perilla, abrió los ojos de golpe sintiendo aquel miedo con más fuerza.

- Ya hablé con ellos -sonríe Matamoros entrando- No dejarán que nadie con esas características pasé -la ve- Estás bien amor?

- Si sólo me asusté -ve de reojo la puerta- Creés que Antonia me de el alta en la mañana? -cambia de tema

- Posiblemente -da de hombros- Dijo que ambas estaban bien y los exámenes que se le hizo a Zoé salieron igual -se acuesta- Segura que estás bien

- Sólo quiero ir a casa -se acomoda en el- No me gustan los hospitales, aquí no tengo el control que hay en mi casa

- Ya nos iremos no te preocupes -sonríe mimandola- Ahora duerme que ya es tarde señorita

- Ves, en mi casa esto no pasa -sonríe y cierra los ojos de nuevo

- Shhhh a dormir -baja un poco más la luz de la lámpara

- Eres muy mandon -murmura

- Tu también, además caprichosa -también cierra los ojos

- No es verdad -susurra antes de dormirse

- Ujum -la acomoda y también se duerme

Zoé estaba muy cómoda sobre ambos, calentita también pues la rodeaban con sus brazos sin aplastarla.

Dormía tranquila escuchando el latir de sus papás, como en las noches pasadas.

Puesto que siempre dormían abrazados, y como tenían a una bebé muy bien comportada no había problemas.

VOLVÍ!!

Resurgí de la oscuridad de los exámenes por un ratito y aquí me tienen

Y si todo fuera diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora