Capítulo 15 : Tu dueño

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Ya era bien tarde, Nicolás aún no llegaba a la casa, Paula estaba sentada en la cama de Altagracia, ambas estaban algo borrachas.

La preocupación las había unido un poquito, el alcohol hizo el restó, Matamoros junto varios guardias salieron en busca del bebé de esas dos locas.

Se hizo más tarde y nadie regresó, Altagracia mandó a otros guardias ya que Matamoros no respondía el teléfono, pues algo debería de estar pasando no? Quizás necesitaba refuerzos, los mando a la ubicación que marcaba uno de los guardias y esperó.

- Altagracia me estás mareando con tanta vuelta -se queja abrazando la almohada

- Y si les pasó algo? Por que tardarían tanto -la ve

- Tal vez se fueron de fiesta sin nosotras -da de hombros- Es su cumpleaños después de todo

- Me hubieran avisado al menos -se sienta

- Está enojado contigo, por que lo haría -arrastra las palabras

- El no pero Matamoros también fue, ya lo habrá encontrado es uno de mis mejores guardaespaldas -toma de la botella

- Y guarda más que tus espaldas -ríe

- Cállate -le lanza una almohada- Ya no gracias a ti, Nicolás está siempre vigilandolo

- Como tu a nosotros así que te devuelvo el favor -ve el techo

- Son situaciones diferentes -rueda los ojos

- Ajá, claro -se sienta de golpe al escuchar que abajo cae algo- Serán ellos?

- No lo sé -se levanta y escucha pasos subiendo las escaleras- No son ellos

- Cómo estás tan segura -también se levanta- Sólo escuchamos pasos no los vimos -dice obvia

- Shhhh cállate -abre un poco la puerta

- No me mandes a callar -se queja

- Paula por favor cállate -en ese momento se apagan las luces- Esto ya no me está gustando

- Si pagaste la luz verdad? Hoy hace calor Altagracia, no da  para dormir sin aire acondicionado -mira el cuarto- Dejaste la ventana abierta?

- No -gira asustada- Tu?

- Yo no toqué nada aquí más que la botella y la cama -se abraza a si misma ya le estaba dando miedo- Altagracia

- Tal vez una de las empleadas lo hizo -trata de tranquilizarla, no necesitaba a una histérica

Se quedan en silencio unos segundos y escuchan que los pasos llegaron al pasillo, eran dos, uno de ellos se adelanta abriendo las puertas cercanas, antes de que ambas pudieran reaccionar el segundo les estaba apuntando con una pistola.

- Pensaban correr? -sonríe- Que estúpida idea, salgan -ordena

- La encontraste? -aparece el otro- Uy parece que tenemos premió -ríe

- Quién los envía -intenta afianzar la vista para reconocerlos del todo

- Alguien que se pondrá muy feliz de saber que le llevaremos su wuerita -la agarra de la cintura bajando las manos por su cadera- Tiene buen gusto el jefe -lame su cuello

- Ey recuerda lo que dijo el jefe -el otro cómplice lo corta- No podemos tocar a la wuera -jalonea a Paula- Muévete que llegarán pronto

- Tienes razón -sonríe y le tapa la boca con apuntandole mientras la obliga a salir

Las dejan inconcientes al inyectarlas con una jeringa, una vez que ambas quedaron débiles las meten al coche amarrandolas para luego salir a toda velocidad, dejando la casa con las puertas abiertas, abajo el jarrón roto y marcas de que otro coche estuvo ahí.

Amarradas de las muñecas con una venda cubriendoles los ojos y silenciadas con cinta adhesiva, van recobrando la conciencia de apoco.

Paula es la primera en reaccionar removiendose y lastimandose un poco las muñecas, escuchaba otra respiración no muy lejos de ella, podría ser Altagracia pero también uno de esos hombres.

Con un poco de temor se gira donde escuchaba aquella respiración, Altagracia estaba igual de asustada, podía escuchar que alguien se le estaba acercando.

- Altagracia? -pregunta bajito- Eres tu?

- Paula? -suspira aliviada- Jamás pensé que diría esto pero, que bueno escuchar tu voz

- Dónde estamos? -se remueve

- En el infierno princesa -la voz de Amado se hace presente- Esto va a ser tan divertido -se les acerca

- Amado basta, no la quieres a ella para que la trajiste, sueltala por ahí, eres a mi a quien quieres no? -intenta quitarse la venda

- Por que soltarla si también me puedo divertir con ella -la jala del cabello- Tu hijo tiene buen gusto, la niña está bonita -sonríe

- No la vas a tocar -advierte

- Sino que -la ve- Que vas hacerme Altagracia? Todavía no entiendes verdad, te vencí, la amarrada eres tu y yo soy tu dueño

- Sueltala, no la necesitas -sonríe- De que te va a servir una niña si tu lo que quieres es a una mujer

- Uhm -suelta de golpe a Paula y va a ella- Te propongo un trató muñeca -la toma de las mejillas- A ella no le hacemos nada -se acerca a su cuello

- Y que quieres a cambió -intenta alejarse

- A ti -susurra besando su cuello- Mansa y quieta -le empieza a quitar la ropa apretando sus senos- Sin escándalos muñeca -muerde leve su hombro

- Altagracia no -intenta ponerse de pie

- Shshshsh, Braulio sostén a la otra y quitale la venda, quiero que vea el sacrificio de su suegra -ríe

Y si todo fuera diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora