Y si todo fuera diferente

Capítulo 44 : Por las malas

- Que hiciste -solloza sintiendo sus piernas flaquear

- Altagracia -la sostiene Dante antes de que cayera al piso de rodillas- No dejes que el te vea así

- Mi bebé -lamenta

- Ya reina del drama -rueda los ojos Braulio cargando a la niña cuándo se la traen

- Mira -sonríe leve Dante- Zoé está bien, sólo se asustó con el ruido -la endereza

- Si Altagracia, mirala bien -la acomoda- Tal vez sea la última vez que la veas -le hace señas a sus hombres- Espera nuestras instrucciones si la quieres recuperar -se va

- Tengo que ir detrás de ellos -se suelta de Dante

- Sabes que eso no va ayudar -la toma del brazo- Están apuntandola con un arma Altagracia

- Y que sugieres que haga -lo ve- Observar como se la llevan?

- Por ahora si, mira tienes mi ayuda, si me lo permites, traigo unos amigos y rescatamos a Zoé -la suelta- Pero debe parecer que harás todo lo que ellos te digan

- Y si no la puedes traer -se pone histérica- No estamos hablando de un paquete, es mi hija

- Justamente por que es tuya quiero ayudarte -también alza la voz- Escucha -suspira- Tu y yo sabemos como operan ese tipo de gente

- Si -concuerda- La policía es muy inútil y sólo arruina las cosas -se sienta

- Creó que amarraron a tus guardias -se levanta- Iré a ayudarlos, tu quédate aquí, lo vamos a resolver -corre afuera

- Se tiene que resolver -baja la mirada- Ellos no van a tener piedad -deja las lágrimas salir

- Mi amor -entra luego de unos minutos buscándola- Perdóname -la abraza- Perdóname, no pude protegerlas

- Se la llevaron -dice apoyada en su hombro- Se llevaron a mi hija

- La vamos a encontrar, ya puse a gente en esto -limpia sus mejillas

- Debo buscarla -susurra

- Amor tu no puedes -acomoda su cabello- Todavía no terminas la cuarentena y la depresión pos parto no te está dejando pensar con claridad

- Claridad? -lo ve- Estamos hablando de mi hija Matamoros, no necesito claridad, la necesito a ella aquí

- Y la tendrás -se levanta- Pero no saldrás de la casa, te quieren a ti, no me voy a arriesgar más

- Si piensas que me voy a quedar aquí como si nada te equivocas -se abraza a si misma- Yo la iré a buscar

- No -niega- Te irás al cuarto a descansar, vas a tomarte un calmante y se acabó 

- No eres mi dueño, ni me vas a decir que hacer oiste -se levanta dejándolo atrás pero se topa con dos guardias- Ustedes que?

- Lleven a la señora -suspira- Arriba, necesita descansar

- Acompañenos señora Sandoval -murmura uno de ellos

- Esto es el colmó -dice sin creerlo- No voy a ir a ningún lado, quitense de mi caminó

- Lo lamento mucho pero no se va a poder -ambos la toman de los brazos obligándola a subir

- Sueltenme -se escuchan sus quejas- Tengo que ir por mi hija, no lo entienden? -lucha con ellos- Basta ya

- Lo siento señora -la meten al cuarto colocandole unas esposas para que le fuera más difícil escapar- Sólo seguimos órdenes -la dejan encerrada

- Abran la puerta ya -la golpea- Por favor -se apoya allí- Zoé -lloriquea bajo

- Sabes que así no la estás ayudando verdad -dice Dante cruzado de brazos

- Es la única manera de tenerla a salvo -lamenta el- No quiero mantenerla encerrada pero es muy necia, pedírselo por las buenas no funcionó

- Y tienes que encerrarla como animal? -se queja- Sabes el daño que le estás haciendo? Sólo quiere ir por su hija

- Es mi hija también, haré todo lo necesario para traerla de regreso -sale de la casa

- Lo que no sabes es que yo también -sale al jardín haciendo varias llamadas

Una hora después Nicolás llega a la casa corriendo, antes de poder pasar a verla es informado sobre las nuevas órdenes.

También se enojó por el comportamiento que adoptó Matamoros, cómo la encierra, sabiendo que estuvo días en un granero amarrada con cadenas.

Pero también tenía razón, tal vez si ella se involucraba podía salir lastimada, sube al cuarto para tratar de tranquilizarla.

Al entrar sintió mucha culpa al verla tan mal, se acerca hasta la cama acostandose con ella para abrazarla.

- Mamá -murmura- Odio verte así -seca sus lágrimas- Créeme que si hubiera estado aquí lo evitaba te lo juró 

- Se llevaron a mi bebé Nico -solloza en su pecho- Además me amarraron como animal y me encerraron

- Lo sé mamá -soba su espalda- Te sacaría las esposas pero no me quieren dar las llaves

- Me están lastimando -dice con la voz quebrada

- Trataré de aflojarlas -toma sus manos

- Lo intenté, pero se aprietan más -se sienta- Tal vez si les dices que me las aflojen, lo hagan -sugiere

- Veré que puedo hacer -besa su mejilla y va

- Altagracia -susurra Dante entrando- Te traje tu teléfono por si contactan contigo -se lo da- Cuándo Nicolás se vaya intentaré liberarte

- De verdad? -lo ve

- Si, juntos vamos a encontrarla -sonrie- Bueno ya me voy, para que no sospechen -se sale con prisa

- Ahora vienen mamá -habla Nico luego de unos minutos- Fueron por el guardia que tiene las llaves