Y si todo fuera diferente

Capítulo 42 : Cartas

- Mi cielo, no puedo pasar toda la cuarentena en la cama -dice bajando las escaleras

- Por que no -va tras ella- Tienes reposo

- Pero no absoluto, me puedo levantar -deja a Zoé en el carrito

- Luego no te quejes de dolores -se sienta en el sofá

- Lo oiste bebé? -sonríe- El piensa que evitará mis quejas, dile a papi que está muy equivocado

- No metas a la niña en esto -la ve

- Está muy alzadito eh -carga a la nena cuándo ella se queja

- Perdón pero me preocupas -se sincera

- Aw tranquilo, si hubiera sido cesárea si te haría caso pero como no, estaré bien amor -acaricia su mejilla

- Bueno es aquí -dice Nico entrando- Iré a pedirle a una de las amas de llaves que lleven la maleta a tu cuarto -sonríe y va

- Tu suegra tiene buen gusto -sonríe

- Si, trata de no incomodarla, tuvo un bebé hace poco y anda algo hormonal -mueve el cuello adolorida recordando

- Altagracia perdón -grita corriendo en círculos

- Dije 50 mil veces que guardarán silencio y tu vas a despertarla -le lanza los peluches

- Fue sin querer -se cubre con un cojín de la sala- Es más, yo la duermo por ti

- Ya es tarde animal -le tira la decoración

- Piedad!! -suplica

- Se pone algo agresiva -vuelve a hablar

- Me gustan las mujeres así -sonríe

- Ey -lo reprende- Ella está muy bien acompañada

- No habló de esa forma de gustar boba -rueda los ojos- No me gustan las mujeres sumisas, ella trae mucho carácter y me gusta -da de hombros

- Y hablando de ella -dice al verla en la sala

- Se retrasó mucho el vuelo? -mece a la nena

- No, es que había tráfico, bueno los presentó, Dante ella es Altagracia mi suegra -lo ve

- Hola mucho gusto -le saluda ella

- El gusto es mío, tiene a una bebé muy bonita -sonríe viendo a Zoé

- Gracias, muy bonita y todo pero no se quiere dormir -suspira

Conviven por largo rato en la sala todos juntos, Paula y Nicolás debían resolver cosas en la constructora.

Matamoros cuidaba de la seguridad, entrevistando a más personas, Fernando en el consultorio de Antonia obviamente.

Dante bajaba, estaba aburrido en su cuarto, jugaba con su mano de cartas, recién notando a Altagracia acostando a la nena en el carrito.

Toma el consejo de Paula y realiza el menor ruido posible, sin querer choca con el mueble, al levantar la mirada se topa con ella apuntandole.

- Perdón, no quise hacer ruido -susurra

- Pensé que eras alguien más -baja el arma

- Planeas darle un susto? -intenta bromear para romper el clima

- Al revés, no quiero que me lo den a mi -la guarda sentándose en el sofá- Me disculpo por apuntarte, estoy algo paranoica

- Tal vez hablando se te quite un poco -se sienta con ella- Que te preocupa tanto

- Mi hija -la ve- Hice unos malos negocios en el pasado y aún no los terminó de pagar

- Amado no? -mezcla las cartas

- Paula te contó? -lo encara

- No fue necesario, digamos que me inspiras, tal vez te estuve siguiendo el rastro un poco -confiesa

- Te inspiró? -ríe bajo- Por favor dime que no soy esa clase de inspiración que llega por las noches cuándo te sientes sólo y....

- No -la interrumpe negando- Por supuesto que no -se avergüenza aunque no era verdad- No podría verte de esa manera

- Me quedo más tranquila -sonríe

- Habló de tu historia, me inspiras, para poder hacer más -le explica

- Que parte? la empresarial no? -le da curiosidad

- No -sonríe- Toda tu historia, me recuerdas a mi mamá biológica, sólo que ella no tuvo la misma suerte

- Sabes jugar poker? -lo ve

- Es uno de mis pasatiempos favoritos -ríe

- El mío igual, empieza a repartir muchacho, por que eres nuevo aún no apostamos dinero -se acomoda

El sólo sonríe y reparte las cartas, juegan por mucho tiempo, ambos eran muy competitivos.

Si Nicolás se descuidaba, alguien más iba a tomar su lugar en la mesa de poker como compañero de Altagracia.

Cómo ya habían agarrado confianza, le hacía preguntas a Altagracia y ella estaba encantada en responderlas.

Nunca nadie sintió tanta curiosidad por sus crímenes, bueno de una manera buena, ya la policía era otra historia.

Minutos después el consiguió lo que Paula no, cargar por largo rato a Zoé, la nena estaba encantada con el guapo Dante.

- Y dime Dante -sonríe viendo a Zoé jugar con su camisa- A que te dedicas

- Pues por ser tu y te lo voy a decir -juega con la manita de ella- Estoy empezando una pequeña facción

- Por eso tanto interés eh -ríe

- Por eso me caes bien, tu no juzgas -acomoda a Zoé- Sin embargo también me encargo de la empresa familiar, pero eso sólo por obligación

- Entiendo - asiente- Y ellos te respetan? -lo ve

- La verdad entre todos lo hacemos, somos como una gran familia, por ahora sólo son venganzas hacia la gente que los lastimó -besa la cabecita de Zoé

- Y luego que van hacer -acomoda los cojines

- Lavado de dinero, algunos trabajitos por ahí -le sonríe a la nena

- Te deseó suerte y que la policía no te atrape -ríe