capítulo 3

544 36 1
                                    

Ryu's POV:

Vi como mi nueva esclava abandonaba la oficina, Mai no era nada como la imaginaba, la verdad había roto todas mis expectativas. Vi el reporte que me había llegado desde Ciudad Palacio y no entendía como una chica como ella había traicionado todos sus ideales por un hombre que la había dejado atrás. Releí la carta:

Alcaide Ryu:

Primero que nada lo felicito por su nuevo puesto y agradezco que lo haya aceptado tan repentinamente. Pero temo decirle que esta carta no sólo es para felicitarlo, también es para darle algunas instrucciones. Como ya sabrá, este puesto le fue asignado tan rápido, por la fuga que se desató ayer en la Roca Hirviente. Dada esta situación tenemos que tomar medidas drásticas para que no haya otro escape. Deseo que ningún prisionero se acerque a más de 10 metros de la góndola; si hay alguna persona que sea sospechosa de estar haciendo algún plan para escapar, será castigada con dos días en el congelador sin alimento, sea maestro fuego o no. Habrá un toque de queda en la prisión a partir de las 7 de la noche, sí se requiere que un prisionero salga después de ésta hora de su celda, deberá ser previamente autorizado por usted. Esas son las instrucciones hasta el momento para los prisioneros en general. Pero, usted tiene a dos prisioneras acusadas de alta traición en la Roca Hirviente. La primera Ty Lee Daigo y la segunda Mai Konoe, a estas dos en específico quiero que les aplique un castigo ejemplar, puede azotarlas, sumergirlas en agua del lago hirviente hasta que pierdan el conocimiento, golpearlas hasta el cansancio, dejarlas sin comer, darles tareas desagradables o prestárselas algún guardia para su diversión. Sobre todo a la segunda, Mai Konoe, ella es toda suya Alcaide, puede hacer de ella lo que desee; tómela como un regalo por su nuevo asenso. Por último, le ordeno que a Mai le saqué toda la información que pueda sobre los posibles planes de mi hermano, el ex-príncipe Zuko; puede usar cualquier técnica de tortura. Todo lo que he escrito en esta carta ha sido revisado y aprobado por el Señor del Fuego Ozai y ambos esperamos que estas órdenes sean cumplidas.

Atentamente:

Azula, Princesa de la Nación del Fuego

La Princesa Azula sí que tenía planes siniestros para esas dos chicas, no entiendo como tanta maldad cabe en una mente tan joven. Regresé mi vista a la carta y escuché como tocaban mi puerta.

-Adelante

-Hola Ryu, ¿qué tal la tal Mai?- alcé la vista y vi que era uno de los guardias que había traído conmigo a trabajar en la Roca Hirviente, su nombre era Ran y era mi mejor amigo desde que éramos niños.

-Nada mal, no era lo que imaginábamos- expliqué

-¿No era una niña quejumbrosa y delicada?- preguntó Ran con una chispa de curiosidad en sus ojos

-No, en lo absoluto- afirmé

-Entonces, ¿cómo es?

-Bueno es sarcástica, no expresa demasiado y se ve que ha sido bastante discreta con esas dagas porque a simple vista no tiene cuerpo de peleadora. ¿Sabes qué me pidió?

-Emm... Creo que no estuve presente ni soy adivino, ¿cómo voy a saber que te pidió?- dijo mi amigo mientras subía sus dos pies a mi escritorio

-¡Baja tus malditos pies! Ya no estamos en el orfanato del Reino Tierra- dije algo irritado, provocando que Ran bajara sus pies. -Y la niña Mai me pidió que los castigos de su amiga Ty Lee se los diera a ella...- expliqué

-¡No inventes Ryu! No estoy tan seguro de que soporten una sesión de tortura y te apuesto que la tal Mai no soportará una doble ración

-Fue lo que yo pensé... Pero insistió, me imagino que no quiere que le pase nada a su amiga. Lo que aún no me explico es por qué se sacrifica tanto. Primero el príncipe Zuko y luego la tal Ty Lee... Curioso para una chica, la cual dicen, no posee sentimientos

¿Cómo Rebelarse por Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora