capítulo 4

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Ty Lee's POV:

-Gracias...- escuché que Mai dijo en un susurro

-No tienes de qué agradecer, para eso estamos las amigas, sólo que Azula no entendió esa parte- dije la última parte con un toque de nostalgia. Me dolía que para Azula, la amistad que ella, Mai y yo compartíamos, no hubiera significado nada. Éramos las mejores amigas desde hace muchos años y para la princesa no significaba nada...

-Ty, ahora eso ya no importa, sólo tenemos que intentar sobrevivir aquí adentro- Mai contestó como si hubiese leído mi mente

-De acuerdo...- nos quedamos en un breve silencio, pero un guardia llego y tomó a Mai del brazo

-Como veo que no tienes apetito, te llevaré a otro lugar- dijo el guardia de manera agresiva

-¿A dónde la llevan?- pregunté alarmada

-A un lugar donde te apuesto no quieres ir bonita- dijo el guardia mientras me guiñaba el ojo, de repente sentí como el estómago se me revolvió

-No te preocupes Ty... Te veré después- dijo Mai, intentando tranquilizarme

-No le hagas promesas que después no vas a cumplir- contestó el guardia sarcásticamente, mi corazón comenzó a latir rápidamente

-No le hagas caso- Mai me dio una pequeña sonrisa y con eso el guardia se la llevó

Me quedé sola en esa mesa, con mi corazón latiendo rápidamente y las palabras de este estúpido guardia en mi mente, trataba de no pensar en eso, sabía que Mai era fuerte y que iba a regresar.

-Esa chica es de la que te hablé- dijo un prisionero de cabello café oscuro

-¿Ella? No te creo, no creo que haya vencido a todos los guardias sola, se ve demasiado delgada y delicada- dijo otro prisionero mayor que el primero, lo digo porque tenía el cabello casi gris

-Seguro que la llevan al cuarto de interrogatorios- dijo el prisionero que había hablado primero

-O sea al de torturas... Pobre chica, apuesto a que sus gritos se escucharán por toda la prisión- dijo el de cabello gris

-Que sea una apuesta entonces- el prisionero de café oscuro y sonrió con malicia. -Te apuesto dos monedas de oro y mis tareas de dos semanas a que esa chica no emite ni un pequeño grito de dolor

-¡Es una apuesta!, si esa niña no emite ni un grito se ganará el respeto de todos nosotros- y con eso los ambos prisioneros estrecharon sus manos.

¡No puedo creer lo que acabo de escuchar! ¿Iban a torturar a Mai? ¡¿Y además esos prisioneros hicieron una apuesta?! ¡Que insensibles! No quiero que le pase nada a Mai, ahora entiendo porque ese guardia dijo lo que dijo...

Ryu's POV:

Ran y yo estábamos en una pequeña sala secreta dentro del cuarto de interrogatorios, la Roca Hirviente estaba llena de ellas. La mayoría de las salas secretas servía para escuchar las conversaciones ajenas sin ser descubiertos.

-Ryu... ¿De verdad es necesario que este aquí?- preguntó Ran algo nervioso

-De preferencia, ¿por qué?- le dije mientras veía como dos guardias preparaban una silla con cintas para sujetar las manos y los pies

-No tengo las agallas para ver como esos guardias golpean a la chica, además de imaginarla gritando... Pff, me dan escalofríos- explicó mi amigo

-No te obligaré, pero sí me preguntas, necesito el apoyo moral...

-De acuerdo, lo haré por ti...

Estuvimos en silencio por unos minutos, cuando la vi entrar. Ahí estaba Mai Konoe, con la cabeza en alto y una expresión sería. Vi como un guardia la sentaba por la fuerza en una silla, mientras otro la amarraba a esta.

¿Cómo Rebelarse por Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora