capítulo 31

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Un año después, Palacio de la Nación del Fuego…

Mai's POV:

Un año había pasado desde que Zuko había subido al trono. Un año complicado, lleno de intentos de asesinato, concejales molestos y pilas de documentos en su escritorio.

No sólo su gobierno había sido complicado, sino nuestra relación. Pasábamos tiempo juntos, pero la mayoría de las veces era para que le ayudara con asuntos de la Nación del Fuego. Cuando realmente teníamos un momento para nosotros, que extrañamente pasaba, era prácticamente efímero. En estos momentos era como si ya no lo conociera y sentía como si yo no le importara más. Trataba de ser paciente. Me decía a mí misma que era sólo una etapa y mejoraría con el tiempo, pero ¿cuánto más tendría que esperar?

- Terminé con éste – le dije sintiéndome agotada por ese día. – Anoté algunas observaciones.

- Gracias… - me contestó Zuko con voz ronca.

- Escucha, si no te molesta, creo que me iré a mi casa – le dije con cansancio.

- ¿No dormirás aquí? – me preguntó decepcionado.

En los primeros meses de su mandato, no había podido dejarlo dormir ni estar solo, y pasaba día y noche con él. Pasaron solamente un par de semanas después de que regresamos de Ba Sing Se y el primer intento de asesinato ocurrió. Me daba pánico si quiera pensar que le podría pasar si yo me iba. Además, debo admitir que de un inicio fue divertido. Nos robábamos un beso o una caricia detrás de los obscuros muros del palacio y era más fácil vernos, aunque fuera en las noches, pero conforme fue pasando el tiempo, la situación en mi casa se complicó, haciendo que a mi madre se le quebraran los nervios y que mi padre se la pasara reprochándome diariamente. Decidí que pasaría algunas noches en mi casa a la semana. Finalmente, Zuko se podía defender solo, y tenía guardias que esperaba pudieran protegerlo. Para ese entonces, mi pánico se había esfumado y a pesar de que durmiera con él, me sentía completamente ajena y al parecer, lo nuestro se estaba reduciendo a cenizas.

- Tengo que ir a mi casa. No he regresado en dos días – admití frunciendo los labios. – Además, sabes que vendrá Ryu en unos días y si quiero quedarme aquí mientras él esté, tengo que irme para que mi madre no me haga un drama…

- Por supuesto. Había olvidado completamente lo de Ryu – me respondió todavía con decepción.

Ryu se había convertido en mi mejor amigo. A veces sentía que me comprendía más que Zuko, y aunque estaba teniendo apoyo de mi amigo, saber que cada vez estaba más lejos de mi novio me dolía un poco más cada día. Ryu se había ofrecido a visitarme en estos días. Decía que notaba mis cartas cada vez más cortas y frías. No pude negarme, necesitaba a alguien a mi lado, y ya que Ty Lee estaba en Kyoshi, el que él viniera, parecía como una pequeña luz al final del túnel en el que me sentía atrapada.

- ¿Nos vemos mañana? – me preguntó dándome una sonrisa forzada.

- No lo creo, Zuko… - le dije rodando los ojos. - ¿Recuerdas que es el cumpleaños de mi tía Mura?

- Oh claro, lo siento. Estoy cansado… - admitió, levantándose de su asiento para llegar hacia mí. - Te amo. Lo sabes, ¿verdad? – me dijo tomando mi mano. ¿Que si lo sabía? Supongo que sí, pero últimamente sentía su amor tan pequeño y distante

- Yo también – admití. Y en verdad lo hacía. Lo amaba con toda mi fuerza y justo por eso me dolía sentir esa enorme brecha que se había formado entre nosotros.

- Buenas noches, Mai.

- Buenas noches, Zuko – le contesté con debilidad, sintiendo como sus labios se rozaron con los míos brevemente.

¿Cómo Rebelarse por Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora