capítulo 28

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Ryu's POV:

Mura nos obligó a mí y a Mai a sentarnos en la sala de su casa. La casa lucía enorme e impecable, era un lugar digno del mismo Señor del Fuego. Noté la mirada cautelosa del antiguo alcaide sobre mí y a ratos sobre Mai. Mura nos había dejado. Seguramente había ido por los padres de Mai. Nadie decía nada. Era un silencio que podía cortar con uno de los cuchillos la pelinegra cargaba en su cuerpo.

- ¿Mai? – escuché la voz de una mujer, quien entró a zancadas a la sala.

Mai se levantó y vi como la mujer la rodeó con los brazos. La pelinegra fue incapaz de regresar el abrazo. Fruncí el ceño al notarla incómoda ante el abrazo de la mujer que sospechaba era su madre. Vi que Mura entró con un niño en brazos. Mai sonrió por primera vez desde que habíamos llegado. Seguramente era su hermano. La chica rompió el abrazo con la mujer y se acercó a Mura. El niño sonrió ampliamente y sus ojos se iluminaron al ver a Mai.

- Hola Tom-Tom – dijo Mai, tomando al niño entre sus brazos. El niño trató de balbucear el nombre de su hermana.

- ¿Así que es cierto? – preguntó un hombre con los ojos abiertos, que recién había entrado a la sala. – Estás viva…

- Hola padre – contestó Mai con monotonía.

- ¿Y quién es este joven? – preguntó el padre de Mai al notar mi presencia. Mai suspiró, poniendo a Tom-Tom en el piso.

- Es un amigo – contestó ella regresando a su lugar a mi lado, me sentí incomodo de repente.

- ¿No lo vas a presentar? ¿Tan rápido olvidaste tus modales? – la reprendió su padre. ¿Había escuchado bien? Su hija estaba muerta minutos atrás y, ¿la estaba regañando por sus modales? Ni siquiera la había abrazado…

- Ryu, mi padre, Ukano, mi madre, Michi, mi hermano, Tom-Tom, mi tía Mura y, bueno, creo que no necesito presentar a mi tío – dijo la chica con monotonía. – Familia, él es Ryu.

- ¿Cómo es que él te conoce? – le preguntó Ukano al ex-alcaide. El hombre me miró por un momento.

- ¿Eres el nuevo alcaide de la Roca Hirviente? – preguntó el tío de Mai con cierta incredulidad.

- Mmm… sí, ¿creo? Lo… era… - contesté con una sonrisa forzada y nerviosa.

- ¿Cómo es que…? – iba a preguntar el antiguo alcaide viéndose confundido, pero Michi lo interrumpió.

- Esperen, antes, creo que Mai nos debe una explicación. ¿Cómo es que estás viva? ¿No consideraste lo que nos harías pasar? – soltó la madre viéndose herida.

Tom-Tom se acercó a Mai y ella lo recogió sentándolo en su regazo.

- ¿Y bien? ¿No oíste que tu madre te está hablando? – soltó Ukano con desaprobación. Mai soltó un largo suspiro.

- Espera. Mai, ¿acaso tú y tu amigo no tienen hambre? – preguntó Mura con dulzura.

- Estamos bien, tía – contestó Mai con extraña suavidad.

- Pero yo sí tengo hambre – le dije entre dientes y casi en silencio. Ella me dio un pequeño codazo en las costillas. Al parecer Mura se dio cuenta.

- Iré por algo para que coman – contestó la mujer, saliendo del salón.

- ¿Entonces cuál es la explicación? – volvió a preguntar Ukano con urgencia. Mai volvió a soltar un suspiro.

- Es una historia larga, pero, en resumen. Ryu, que era el alcaide de la Roca Hirviente que reemplazó a mi tío, me ayudó a escapar de la prisión después del evento que seguro envió a esta familia a la ruina – comenzó a explicar Mai con sarcasmo, refiriéndose a su traición a la Princesa Azula. – Después resulté herida y de alguna forma llegué a Isla Ember y me reencontré con Zuko. Digamos que me uní al Avatar y a su grupo. Terminamos en Ba Sing Se y ayudé a liberar la ciudad. Eso me trae aquí a este día.

¿Cómo Rebelarse por Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora