Capítulo Diecinueve

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Zabic se metió rápidamente por el agujero escondido de la celda de Matías. Giant le siguió y desde dentro desplazó la baldosa que tapaba la entrada.

Todo estaba oscuro allí dentro, ni un resquicio de luz habitaba en ese reducido espacio de piedras y polvo. Zabic intentó sacar un mechero del bolsillo trasero de su pantalón pero no lo lograba debido a la falta de amplitud para efectuar movimientos.

-Giant- susurró -Mete tu mano en mi bolsillo de atrás y saca el mechero que llevo ahí-

-¿Para qué, jefe?-

Para qué cojones va a ser!- alzó el susurro Zabic -Quiero ver mientras avanzo, no me atrevo a continuar si no veo que se puede hacer y lo que me voy encontrando-

Giant accedió al deseo de su líder y le entregó el encendedor una vez que lo hubo localizado.

Zabic lo prendió. La poca llama que ofrecía le servía para visualizar unos centímetros del camino a seguir. Armándose de valor continuó por el tunel de piedras.

La dificultad para respirar bien era pasmosa y la gravilla iba provocando heridas en su piel conforme avanzaban arrastrándose. Se oían voces lejanas quedándose atrás y los dos sabían que eso era bueno, quería decir que abandonaban ese lugar. ¿Hacia dónde? No lo sabían, tampoco les importaba mientras lo que hacían fuese alejarse.

 ¿Hacia dónde? No lo sabían, tampoco les importaba mientras lo que hacían fuese alejarse

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Matías llegó a su celda aún con las manos y ropas manchadas de abundante sangre. Lloraba por no poder cambiarse, pero sonreía por poder abrir el grifo y sanearse un poco. Una vez que se sintió limpio decidió volver a fijarse en el fresco que había dibujado en la pared. Tal vez ahora que había trasladado el cuento a la realildad podría ser capaz de encontrar ese fallo que no le dejaba disfrutar del todo de él. Ese sentimiento no hallado que le vociferaba que estaba mal y le llenaba de rabia y tristeza profunda. Se situó enfrente de la obra y la admiró. Pensaba en ella como pensaba en el cuento cuando tantas veces lo leyó. Cerraba los ojos y miraba al suelo sintiéndose confuso por no saber que sentir.

Fue entonces cuando vio la baldosa desplazada y gritó como un energúmeno.

Fue entonces cuando vio la baldosa desplazada y gritó como un energúmeno

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Antisocial ® (3 Colección Trastornos Mentales) #sakura2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora