La emoción se le salía por los poros y absolutamente nada parecía poder quitarle la sonrisa con la que se había levantado, ese día tomaría la prueba para ingresar a la U.A.Estaba más que preparada, se había decidido por sólo usar su fuerza bruta para pasar la prueba práctica, la teórica sería pan comido.
Eran las 6 a.m. y ya estaba vestida con su uniforme, había peinado su cabello y hasta tenía un peinado de emergencia por si ese día había humedad, su cabello se esponjaba con la humedad y le quedaba realmente horrible.
No sabía qué más hacer, hace media hora se había levantado y de la emoción había ordenado y limpiado toda la casa, no había cosa que no brillara. Aún faltaba una hora y ya no sabía que hacer.
Se tiró en el sofá mirando al techo sintiendo que estaba olvidando algo, su estómago se lo recordó al momento con un brutal sonido: De la emoción no había desayunado nada. Rió y fue a la cocina a prepararse un típico desayuno japonés.
A la media hora, oyó pasos provenientes de la escalera, alguno de sus hermanos se debía de haber levantado. Daisuke, el menor, después de ella, de seis hermanos.
No le dirigió la palabra y caminó hasta la cocina sin siquiera girar a mirarla. Algo muy normal en su familia era que todos sus hermanos la odiaban, aunque por algo que desconocía.
Tomoe siempre pensó que los hermanos debían protegerse entre ellos sin excepción, que debían quererse a pesar de las diferencias o sin importar si uno era más talentoso que otro. No había visto nada de eso presente en su familia desde que era una niña
Dió gracias por la comida y se fijó en la hora, faltaban 30 minutos, llegaría justo a tiempo si iba a pie y demasiado temprano si iba en tren. Con eso en mente, tomó todas sus cosas y cogió rumbo hacia la institución.
...
No, se había equivocado. Llegó 10 minutos antes de la hora de entrada, de igual manera, las puertas de la institución yacían abiertas para los estudiantes que deseaban llevar a cabo la prueba de ingreso.
Paró en los portones a admirar la hermosa edificación. Si lograba pasar la prueba práctica, pasaría por esas puertas todos los días. Respiró hondo y entró.
Unos pasos más y ya estaría dentro de su instituto de ensueño, había soñado despierta incontables veces con que allí dentro nadie iría a juzgarla, no como en casa.
En la información que daba la escuela decían debía ir al teatro para las presentaciones y explicaciones de la prueba práctica. No fue muy difícil de encontrar ya que todo el mundo se dirigía hacia allí.
Tomó asiento y nuevamente respiró hondo, la emoción todavía no se iba y le sudaban las manos. Alguien se sentó a su lado, dos personas en realidad, en los asientos a su derecha. Uno tenía el cabello enrulado verde y grandes ojos del mismo color y el otro era de ojos rojizos con cabello rubio, su cabello parecía que si lo tocabas iba a cortarte de lo puntiagudo que era. La sala se estaba llenando.
Sentía gran impresión por la variedad de rostros que podía observar en la sala, las manifestaciones de las particularidades de forma física nunca le dejaban de sorprender. Los alumnos se juntaban con quienes ya parecían conocer y sus ojos detectaron a varias personas atractivas, tanto mujeres como hombres, aunque también había gente que con sólo una mirada le había causado desagrado. Ese había sido el caso del pequeño hombrecillo que estaba viendo intentar ver debajo de las faldas de otras chicas, no podía pasar desapercibido debido a que su cabello era tan inusual que hasta podía decir que era un racimo de uvas.
Se detuvo de curiosear con la mirada ya que al parecer, las explicaciones para el examen iban a dar comienzo.El tipo que presentaba era realmente ruidoso, pero a pesar de eso le daba mucha gracia como nadie respondía a sus intentos de animar y sus inútiles esfuerzos de aguantar la risa llamaban la atención de varios, algunos enojados otros contagiados por las carcajadas ahogadas debajo de su mano, desde fuera se veía un poco admirable su capacidad de mantener un buen humor en una situación estresante como un examen. Se tapó con más fuerza la boca y más tarde se calmó.
El adorable chico con pecas a su lado comenzó a susurrar cosas que no entendía, provocándole un pequeño escalofrío. Le dirigió la mirada por un momento y verlo tan concentrado en lo que fuere que estuviera pensando, casi hizo que se le escapara una risa.
Más tarde, un chico de lentes le dijo que era molesto y el peliverde se encogió en su asiento, avergonzado. Intentó desviar su mirada a cualquier otra parte y la vio a ella, Tomoe por su parte le sonrió cálidamente, y siguió escuchando lo que el profesor decía.
La prueba se presentaba relativamente fácil, llevaba ropa deportiva para luchar. Luego de un par de estiramientos, se sentía preparada para aquel desafío.
El chico de lentes parecía estar reprendiendo al chico de las pecas por algo que ella desconocía y los demás a sus espaldas lo estaban criticando por su aspecto de debilucho. No pudo evitar chasquear la lengua, llamando la atención sin intención.
- Patéticos.- No se enteró de si lo había dicho en voz alta o en su cabeza, optó por la primera opción cuando varios de los que criticaban al chico la quedaron mirando de mala manera. Ella levantó una ceja ante el intento fallado de intimidación, bufó y se adelantó hasta estar al frente para cuando abrieran las puertas.
Dejó por lejos atrás a los demás cuando la prueba dio comienzo. Recorrió con agilidad cada una de las calles de aquel laberinto. Antes de que alguien pudiera hacer algo, ella ya había llegado a los diez puntos.
Estaba rebosante de alegría, no recordaba la última vez que había desgastado su energía de manera deportiva y mientras más corría, sus puños se chocaban con más robots y más puntos acumulaba. Se detuvo cuando había limpiado toda su área y de paso a hacer cuentas. Mientras todos seguían destruyendo cosas, Tomoe contaba con sus dedos la cantidad de puntos que había acumulado hasta ese momento.
- ¡Bien! ¡Con ese último ya son 35!- lo dijo demasiado alto, los que corrían para atrapar a los robots que justo pasaban por ahí quedaron helados por los puntos que mantenía aquella chica de aspecto tan ¿débil? ¿lindo? ¿adorable? Los músculos y cicatrices a causa de su particularidad se encontraban escondidos por el holgado conjunto deportivo del que se había hecho.
Un grito la sacó de su entusiasmo, comenzaron a aparecer los robots de 0 puntos y habían destruido por completo alguna de las edificaciones, dejando a personas atrapadas debajo. Ya tenía puntos más que suficientes, no la mataría ayudar a esas personas. Llenó sus pulmones de aire y corrió a toda velocidad para el rescate. Había dos chicos atrapados bajo una gran roca y el robot ya se estaba acercando.
- ¿Están heridos? - ambos negaron con la cabeza - ¡Cuando levante la roca, salgan corriendo! - levantó la roca como si estuviera hecha de papel mache, sorprendiendo a varios de los presentes, de nuevo. Los dos estudiantes se quedaron paralizados del miedo al ver al inmenso robot y no se movieron. Tomoe consideró las posibilidades, sacarlos ella misma no era opción, el gentío no la dejaría pasar y si empujaba a alguien podría herirlo. Rodó los ojos con resignación.
- ¡A por unos nudillos pelados! ¡Nada mejor que eso! - la voz en su consciencia a veces era molesta y le llevaba la contraria, pero esta vez decía, sarcásticamente, lo que ella estaba pensando.
Corrió hasta el gran robot, tomó impulso con sus piernas y lo golpeó, arrancándole la cabeza de un puñetazo.
Comenzó a caer, el dolor que sentía se comenzaba a extender por su brazo derecho se extendió como un doloroso calambre desde sus bíceps hasta los músculos de su abdomen, dolía siquiera intentar flexionarse para aterrizar, un golpe más no haría daño. Pero nunca sintió el golpe, cuando abrió los ojos, alguien había llegado a tomarla en brazos.
-¿Estás bien? — la tez melocotón de la persona que llegó a tomarla en brazos llamó su atención, pero viendo que ella era pesada, decidió moverse.
-Claro. - saltó de los brazos de la desconocida apretando con fuerza los ojos por el rechinar de sus articulaciones e inmediatamente recordó su mano. Miró sus nudillos y estaban completamente ensangrentados. Siseó de dolor, haciendo una reverencia en agradecimiento y al momento se escuchó el final de la prueba práctica por medio de los altavoces.
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•Leon Heart• [BNHA]
Fanfiction[Izuku×OC] SINOPSIS Rechazada por años por las personas del exterior e incluso por los miembros de su propia familia al poseer lo que algunas personas llamarían el kosei más fuerte que haya existido, Tomoe nunca se dejó llevar por lo que esas perso...