•Leon Heart• [BNHA]

•16•

Se encontraba — cómicamente — tomando un té mientras esperaba en el salón que le había brindado la Academia a la clase 1-A para esperar a el comienzo de el Festival Deportivo. Todo el mundo parecía muy nervioso, a excepción de ella que disfrutaba el dulce sabor de su bebida caliente con los ojos cerrados, como si toda su atención se dirigiera únicamente al líquido.

Escuchó a Ashido quejarse de no podrían usar sus trajes, Tomoe siguió la moción internamente. Aunque en su caso sería imposible que utilizara su traje por más que los hubieran permitido, sus hermosas ropas de heroína se encontraban totalmente destruidas y ensangrentadas por el ataque directo que había recibido del Nomu.

Le sorprendió cuando Todoroki habló con Izuku en frente de todos, causando que por primera vez desde que había tomado asiento, abriera sus ojos. Las palabras de Todoroki sobre que no estaba allí para hacer amigos la hizo reflexionar.

A solas con ella siempre actuaba de manera suave, retándola a duelos que podría jurar que terminarían de manera sangrienta y diciéndole que la iba a derrotar, pero de manera suave de igual manera. La frialdad en la mirada de bicolor no engañaba a la ojimiel quién bien reconocía que eso sólo era una máscara creada a partir de todo su dolor, odio, miedos e inseguridades.

Iida llegó corriendo al salón, anunciando que pronto se daría inicio al Festival. Levantándose y caminando de manera segura y serena, Fukuoka llamó la atención de todas las miradas de sus compañeros. La seguridad con la que la castaña de largos cabellos atravesó el marco de la puerta sólo dejó un pensamiento y una muda promesa en quienes se pararon para observarla: Derrotaría a todo el que intentara colmar su paciencia.

Cuando entraron al gran estadio, con pasos hipnóticos Tomoe destacaba entre sus compañeros. Su ceño no era una sonrisa amable o triunfal, ni una mueca de miedo, mucho menos estaba profundamente fruncido por la seriedad. Sus facciones se encontraban tan tranquilas que los espectadores podrían jurar que ese gran acontecimiento no le causaba la más mínima emoción.

Al momentos de las palabras del estudiante número uno, Fukuoka se esperó el comentario soberbio de Katsuki para comenzar a aplaudir sin cambiar su rostro, mientras todos abucheaban al rubio ceniza por sus palabras, Tomoe ya se lo esperaba al igual que algunos de sus compañeros. Era de esperarse después de todo.

Dio comienzo la primera etapa del Festival, una carrera. Al momento de que dieran la verde para empezar, con un fuerte impulso y rompiendo la tierra, Fukuoka tomó la delantera. Destruyó con facilidad con sus puños el primer robot sin perder el ritmo, lo que no se espero fue que de un momento a otro sus pies se vieran congelados al suelo. Observó inmóvil por unos segundo como el bicolor congelaba todo incluyendo un segundo robot.

Con la vena marcada en la frente, gritó a todo pulmón al más puro estilo Bakugou.

  — ¡No me jodas Todoroki!— rompiendo el hielo como si de papel se tratara, la castaña comenzó a correr con tal fuerza que iba igualando al bicolor, pero lo que sorprendió a comentaristas y a los espectadores fueron las pisadas marcadas de la Fukuoka. Fue un plan simple, para no resbalarse, rompió el hielo con sus pies haciendo agujeros a cada paso que daba.

Llegó igualando a su compañero a la segunda etapa.

Cuando vio de que se trataba suspiró, calmándose un poco por la rabieta de hacia unos minutos a causa de sus pies congelados, los cuales sentía sensibles por el frío. Shōto ya se había adelantado, congelando las cuerdas para pasar la prueba.

Intentando gastar la menor cantidad posible de energía, un aura verde brillante la rodeó. Era algo que escondía normalmente, pero al usar su telequinesis emitía esa aura tan llamativa de color verde esmeralda brillante. En su tiempo en el extranjero, alguien con su mismo poder le había instruido como ocultarla; por más que fuese hermosa si quería ser heroína debía ocultarla. Sería una molestia querer darle una sorpresa al enemigo y que el aura que emitía su poder la delatara, al final no la mostraba por costumbre.