Capítulo 12: Algo pasa con Rubius.

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Narrado por Narrador (duuh):

En paralelo a la vida de Nina, la cual comenzaba a entrar en un profundo sueño luego de un arduo día de trabajo, unos metros más lejos, viajando una corta distancia hacia el otro extremo del edificio se encontraba Rubén, quien ingresaba frenéticamente, dando grandes zancadas, dentro de lo que era su apartamento.

-¡Mangel! ¡Mangel! –Él buscaba a su amigo en cada habitación que cruzaba, casi de forma desesperada.- ¿Dónde estás? –Cuando llegó a la cocina, lo encontró y paró de golpe, analizando como él lo observaba casi de reojo, escondiendo su rostro por entre sus manos. Rubén solo lo miró e inmediatamente se acercó a él, en un tosco movimiento.-

-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡La he cagáoh, ya lo séh! –Dijo viendo como su amigo prácticamente se le abalanzaba encima, protegiéndose lo que le quedaba de su cabeza al descubierto.-

-¿Qué? ¡No! –Rubén descongestionó su cuerpo de todo rastro tenso en él y luego lo observó de forma confundida, recibiendo una mirada parecida de parte de su compañero.- ¡Eres un genio Mangel! ¡Un puto genio! –Acto seguido lo abrazó con fuerza, estrujándolo como si fuera un oso de peluche.-

-No entiendoh. –Mangel alcanzó a respirar, pero inmediatamente fue interrumpido por Rubén.-

-¡El trivial! ¡Nunca se me habría ocurrido! –Levantó las manos exagerando sus acciones, las cuales luego volvieron a bajar rápidamente.- Si, en un momento la cagaste, lo sé, pero… ¡Lo del juego fue espectacular! ¡No notaron nada! ¡Dame un beso! –Le tomó la cabeza y plantó un suave pero fugaz beso en la frente, dejando a Mangel con un ceño fruncido que demostraba pura confusión.-

-No me gustah estoh Rubiuh –Mangel finalmente se dignó a decir, no sin antes lanzar un enorme suspiro.-

-¿Qué? ¿Por qué? Ya hablamos de esto Mangel… -La mirada de Rubén se desinfló, dejándole en el rostro una expresión desilusionada.-

-Lo séh, pero es queh… ¡Están buenísimah! ¡Las dos! –Él dio un pequeño grito, mientras que Rubén enarcaba una ceja.-

-Tú tranquilo…

-¡No! ¿Y si no funciona? ¿Y si se dan cuentah? ¿Quéh hacemoh? Yo no voy a dejar de ver a Natalia por tus gilipolleces –Un enojado Mangel cruzó sus brazos, en forma de capricho.-

-Que te gusta la ebria ¿Eh? –Rubén dijo casi en una carcajada, recordando a Natalia en el antro, mientras que Mangel intentaba pararse para meterle un golpe en el hombro.- ¡Que estoy de coña! Es buena gente… -Dijo intentando esquivar el puñetazo de su amigo.-

-¿Y qué me diceh túh de Ninah eh? –Subió y bajó sus cejas en un rápido movimiento.-

-Pues nada…

-No te hagah el tontoh conmigo –Mangel pronunció en tono amenazante, apuntándole firmemente con su dedo índice.-

-¡Está buena! ¡Si! ¿Y? –Rubén intentaba sonar despreocupado, pero su voz demostraba lo contrario, se colocaba a la defensiva y ni cuenta se daba.-

-¿Queréis arruinarloh?

-Mangel, no voy a arruinarlo. –Rubén se tomó una pequeña pausa, en la cual aprovechó para mirar intimidantemente a su compañero.- Ella es una atracción, ni siquiera estoy… enamorado de ella, ¡Por favor! –Negó con su cabeza luego de haber dicho eso, para luego levantar una ceja.-

-Si tú lo dices… -Mangel observó para otro lado, evitando cualquier tipo de contacto visual.- Después no digas que no teh aviseh. –Lanzó esas palabras en señal de aviso, mientras que alejaba a la gata Raspberry de su pierna.- Fuerah gatoh.

Como café por la mañana (Fan Fic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora