Capítulo 20: ¡Y qué noche!

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-¿Qué? -Su rostro se desfiguró, sus músculos faciales se relajaron, dejando a la vista una expresión donde la confusión y la desesperación reinaban. Sus ojos, buscaban con necesidad los míos, exigiendo una explicación, mientras que yo, sin saber qué hacer, intentaba buscar algún lugar para refugiar el enfoque de mis pupilas, que desorientadas se encontraban. Jugábamos a las miradas, donde el hecho de observarnos parecía, por momentos, la mejor opción pero en cuanto se hacía contacto visual, un choque de electricidad se producía entre los dos, provocándonos un nosequé de sensaciones, parecidas a la tensión.-

-¿Qué, que? -Pregunté obviamente, jugando el rol de tonta. Ni siquiera sabía que decir. Porque... como buena gilipollas que era, nunca me planteé qué hacer luego de que el impacto hiciera efecto. Elegí involuntariamente mantenerme estática, con mis finas cejas levantadas, rogando por que el momento tenso cesara.-

-¿Qué dijiste? -Rubén, acechándome con su mirada, se encontraba sediento de alguna respuesta. Permanecía en el mismo estado, controlando su respiración levemente. Intentando prepararse para cualquier tipo de contestación.-

-¿Yo? Pues... nada.

Pero... ¡¡Cojones!! ¡¡Díselo de una maldita vez!!

Algo dentro de mí me detenía a echarle la verdad en la cara, me encontraba paralizada, sintiendo como todo a nuestro alrededor comenzaba a volverse espeso. Él bajó su mirada, suspiró por enésima vez. Luego, llevó sus manos a su rostro y comenzó a recorrer con sus dedos todo su cuero cabelludo, intentando extraer el nerviosismo acumulado en su persona. ¿Acaso verlo en aquel estado tendría que... preocuparme?

-¿Cómo lo supiste? -Soltó precavidamente, casi en un susurro, volviendo a intentar clavar su vista en mí, con necesidad de saber lo que se le aproximaba.-

¡¡Que no es tan difícil enterarse que eres un puto famoso de los cojones!! 

Aunque, si, lo admito, debería de haberlo descubierto mucho tiempo atrás.

Pero, Rubén, corazón.. ¿Porqué te frustras tanto? Tampoco es ningún pecado...

-Bueno... -Desvié la mirada, intentando concentrarme como para lanzar algo medianamente coherente.-Digamos que... tonteando un día en Internet, te encontré. -Mentí descaradamente mientras que rogaba por no soltar ningún tipo de balbuceo aniñado. ¿Qué? ¿Acaso iba a decirle que todo empezó porque pensé que era un jodido delincuente?-

Podía ver cómo la mirada consternada de Rubén se paseaba por nuestro alrededor, ahora, optando por evitar cualquier tipo de contacto visual entre nosotros.

-¿Hace cuánto... sabes? -Me dijo remarcando cada letra de cada palabra, consternado por el miedo. Ahora sí que me miraba, sumergido en la más implacable duda, pero lo hacía. Tenía aferradas sus manos a la mesa, como si se preparara para lo peor.-

-Hace como... dos días. -Dejé un intervalo, mientras que caía en la cuenta de que los nervios en mí comenzaban a disiparse al notar como un cambio de roles comenzaba a apropiarse de la conversación. Momento... ¿No tendría que ser yo la de las preguntas? Quiero decir, él ha sido el que me mintió por casi dos meses, ¡¡Creo que aquí soy yo la que tendría que exigir explicaciones!!-

Como café por la mañana (Fan Fic Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora