Capítulo 16

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"Os merecéis una oportunidad"


Lo que sí es un problema es que la persona en la que confiabas te falle y todo se termine en un abrir y cerrar de ojos. Que te ilusione para nada, que te borre la sonrisa y haga de ti un mar de lágrimas. Entonces, es cuando entiendes que el amor, es bonito. Pero las personas... Las personas son las encargadas de hacer un daño inimaginable. Sin embargo, siempre habrá alguien que trastoque tu vida y reconstruya tus pedazos. Sin juegos ni discusiones.


·Justin's Point of View·

Me moví sobre el cuerpo de Kayla mientras nuestros labios se besaban con profundidad, ya se habían conocido lo suficiente como para no querer pasar tiempo separados. Ninguno queríamos distanciarnos, era una adicción.

Sus manos se deslizaron por mi espalda, revolucionándome por completo con su toque. Sonreí en el beso y me detuve para verla a los ojos. Esos que tanta curiosidad habían despertado en mí.

- ¿Qué miras? –Su sonrisa fue instantánea, al igual que el rubor en sus mejillas. Lamió sus labios atrayendo mi atención.

- Estoy tratando de buscar una explicación del por qué me siento así contigo... -Dije pensativo, sus ojos verdes transmitían un remolino de emociones que no podía descifrar, pero seguro que los míos estaban igual. Ella me hacía sentir así.

Me asustaba volver a ilusionarme.

Pero la ilusión al lado de Kayla se veía aún más bonita.

No quería que se fuera de mi lado, el día de hoy lo había pasado realmente bien y la chica que tenía frente a mí había sido la responsable de que mis peores pensamientos no se asomaran por mi mente ni un solo segundo. Sonreí y acaricié su mejilla para volver a besarla con más intensidad de la que ya lo había hecho.

Sus labios se estaban convirtiendo en una adicción para mí y no podía dejar de probarla. Era la mejor droga que había probado hasta el momento. Y la más eficaz. Sentí su lengua adentrarse en mi boca y le cedí todo el paso para que se reencontrara con mi lengua. No pude evitar la tentación de acariciar su cuerpo bajo el mío y una de mis manos fue a parar hacia su pierna para adentrarse en el interior de la camiseta que yo le había prestado.

Estaba perdiendo la poca cordura que me tenía.

De su boca se escapó un gemido y se estremeció frente a mí aferrándose con más fuerza a mi cuerpo. Rodeó con sus bazos mi nuca y yo continué con mi camino, haciéndola disfrutar. El deseo se notaba y se había vuelto imparable para nosotros.

Mis dedos se pararon en su pequeña cintura y me concentré en besar su cuello. Ese que tantas veces había visualizado con marcas y ahora estaba libre de ellas. Su sufrimiento había desaparecido y yo estaba aquí para hacérselo saber y sobre todo, para hacerle olvidar lo que había pasado. Dediqué a la zona de su cuello todo el tiempo que se merecía, besándolo con delicadeza. Kayla gimió en mi oído y volví a sentir esa revolución en mi estómago, el placer estaba tomando la delantera.

Un ruido nos llamó la atención y fue entonces cuando nos separamos.

Mierda.

Kayla se echó hacia atrás cogiendo el cojín del sofá entre sus brazos y me miró como un niño al que descubren haciendo la peor de sus trastadas en su infancia. Sonreí por lo bajo y escuché la puerta abrirse. Los chicos habían vuelto con nosotros.

Adiós a nuestra intimidad.

- ¿Ya habéis traído la cena? –Aclaré mi garganta mientras pasaba mi mano por mi pelo, viendo a Kayla morder su labio-. ¿Por qué habéis tardado tanto?

Bizzle's trouble - jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora