"Todas las noches recuerdo la pesadilla en la que estoy envuelto, una pesadilla que tú y yo sabemos, una pesadilla que quisiera hacer desaparecer de la misma manera que una gota de agua desvanece al golpear en el suelo. Porque créeme, Bizzle continú...
"Nights like this don't happen anymore... I need to know. Is it me? and did I lose control? (...) For a minute we were up. But the next we were falling down"
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Estallé en carcajadas cuando Justin comenzó a hacerme cosquillas en aquel sofá del estudio, mi barriga me dolía por aquella sensación cuando sus manos se paseaban por mi cuerpo intentando que no dejara de reír. De fondo, sonaba su música y junto a su risa, se había convertido en el sonido que más adoraba del mundo.
─ ¡Ya, ya vale! –Le dije intentando frenar sus manos pero era imposible contenerme la risa.
─ ¿Por qué? –Justin arrugó su frente y se echó sobre mí, deteniendo sus movimientos con una sonrisa plantada en sus labios.
Recogí todo el aire que había perdido, mi pecho subía y bajaba sin darme una tregua. – Uf, creía que me iba a quedar sin respiración... ─Dije mirándole a los ojos.
El estudio estaba a oscuras y solo una luz azul nos iluminaba, apenas podíamos vernos con claridad, pero era suficiente con saber que estábamos ahí. Solos y sin nadie que nos molestara.
─ Me encanta cuando te ríes, te ves tan despreocupada. –Dijo jugando con un mechón de mi pelo que se extendía en el sofá.
─ Oh, lo mismo te digo, me encanta cuando estás así y no tan serio. –Miré sus hombros y los recorrí por encima de la sudadera.
─ Nunca estoy serio. –Dijo haciendo una mueca.
─ ¿Eso es lo que realmente crees? –Me reí rodeando su cintura con mis piernas para atraerlo más a mí.
Justin asintió quitándose la gorra que llevaba y bajo su cuerpo, pude apreciar las vistas tan increíbles que tenía en esos momentos de sus largas pestañas, su nariz tan puntiaguda y sus labios carnosos y suaves que me incitaron a acariciarlos con la yema de mis dedos.
Sus ojos no podían dejar de mirarme, al igual que yo a él, esta sensación que me producía estar junto a Justin no sabía cómo llamarla; pero solo sabía que quería pasar cada día así, a su lado. Porque era el único lugar en el mundo dónde me sentía segura y protegida.
Con Justin había sido capaz de dejar atrás esta coraza llena de miedo, y ahora tenía que ser su turno. Tenía que liberarse de sus temores junto a mí. Yo quería ayudarle y quería que se sintiera menos inseguro a mi lado y sobre todo que se valorara como persona. Y estaba segura de que lo iba a conseguir, no me importaba lo mucho que me costara, solo quería que estuviera bien, porque mirar a través de sus pupilas y notar que estaban cargadas de tristeza –aunque él se empeñara en decir que no─ me rompía el alma por completo.
No quería que guardara sus sentimientos conmigo, quería que se liberara de esa presión que tenía, de ese nudo en la garganta que le impedía desahogarse. Si podía hacerlo con los sentimientos que sentía hacia mí, ¿por qué no hacerlo con algo tan sencillo como hablar de lo que le atormentaba? ¿Por qué le costaba tanto?
