Capítulo 38

1.3K 103 106
                                    

"Ambos éramos dos personas perdidas en el mundo buscándose a sí mismo, hasta que sucedió y nos topamos en la oscuridad. Donde nadie nos podía oír, nadie nos podía juzgar. Y lo único que importaba era ella y yo.

No me importó. Ni siquiera vi la tempestad de lejos, mientras te acercabas.

Yo te quise. Te quise desastre porque para quererte cuerdo ya están los demás.

Te quise oscuridad porque, cuando salieses de las tinieblas, tu luz brillaría el doble. Te quise de golpe, te quise sin añadidos poéticos. Me encaminé a ti siendo llovizna y terminé en huracán.

Pero tú nunca necesitaste paraguas. Y por eso me quedé."

...

─ Yo... –Comenzó a hablar, dejando caer su culo a la silla que había cercana a él─ Cuando empecé a sentirme mal antes de conocerte, pensé que... que todo esto sería pasajero, pero... ¿sabes una cosa? No lo ha sido.

─ Me has mentido, Justin... ─Tragué saliva con rabia─. Esto no tiene ningún sentido, ¿lo ves? –Susurré con apenas un hilo de voz, viéndole que no contestaba─. ¿Te das cuenta que cuando intentamos salir adelante pasa algo que nos hace retroceder?

Justin formó una fina línea en sus labios y se miró sus manos que estaban apoyadas sobre sus piernas.

─ Kayla, todo tiene una explicación. –Murmuró.

Rodé mis ojos, incrédula por sus palabras. – ¿Explicación? ¿Qué explicación es la que hay para entender sobre que has pasado la noche en la cárcel? –Resoplé limpiando las lágrimas que caían por mis ojos─. ¿Por qué has tenido que hacer esas carreras? ¿Qué buscabas? –Mordí mi labio inferior.

─ Estoy perdido... ─Murmuró en un tono de voz casi inaudible.

Negué con la cabeza, sin mirarlo, estaba llorando de cara a la pared y no podía evitar controlar las lágrimas que caían de mis ojos. Me estaba odiando a mí misma por quererlo de esta manera que me impedía alejarme. Porque siempre eran más fuertes mis ganas de estar con él que todo lo que nos rodeaba.

¿Tóxico? Puede ser, pero quizás, cuando ves a la persona que te importa hundiéndose, tocando fondo a tu lado, intentas cogerle de la mano bien fuerte para hacerle entender que todo es posible y que la vida siempre da una nueva oportunidad para aquellos que han aprendido la lección.

Sollocé, limpiando con rabia las lágrimas que mojaban mis mejillas. Sentía que el oxígeno iba a faltarme en aquella habitación y su pesada respiración era lo único que podía escucharse junto a mi llanto.

─ Kayla, eres libre para alejarte de mí... No... uhm, no necesito de...

Le interrumpí antes de que finalizara la frase. – ¿No necesitas de qué? ¿De ayuda? –Me giré con una sonrisa irónica tirando de mis labios.─ Eres increíble, Justin. Estás mal joder, ¡mírate a los ojos!

─ Lo sé, pero nadie puede ayudarme, aunque lo intenten no lograran hacerme sentir mejor. –Se encogió de hombros poniéndose la capucha sobre su cabeza y cerró los ojos.

Quizás tratando de sentir algo de paz en su subconsciente aunque fuera prácticamente imposible.

Caminé por aquella habitación, sin dejar de mirarle, porque no podía evitar sentir lástima por él. Odiaba ver como su luz se iba apagando por su propia culpa. Porque aunque estuviera mal, siempre regresaba una y otra vez al mismo sitio y no dejaba de repetir sus acciones.

Bizzle's trouble - jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora