Capítulo 45

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Justin's Point of View.

El miedo es ese sentimiento de angustia por un riesgo, daño real o imaginario. El miedo, es eso que se apodera de ti, de tus entrañas y consigue crear una coraza llamada inseguridad. Esa inseguridad que envuelve todo tú alrededor, que te limita y que provoca que te frenes en diferentes ocasiones de tu vida. Es el miedo, lo que no me deja pedir ayuda. Son esos monstruos los que se han apoderado de mí.

Mis ojos ya no gritan, mis ojos ya no pueden pedir auxilio a nadie. El miedo ha impedido que pueda enviar señales para poder salvarme.

Lo peor es que cuando mis ojos gritaron, en esta industria de la música, nadie se atrevió a mirarlos con detenimiento, no miraban más allá de mis cristales, de mis espejos sinceros y deseosos de recibir una mano que pudiera calmar esta tormenta de mi interior.

Y al final, sigo sin saber cómo pedir ayuda. Solo y devastado, en el suelo de mi habitación, inhalo la última calada de aquel porro repleto de marihuana. Y va uno, dos, o incluso tres... No lo sé. Porque he perdido la cuenta. Porque he perdido la cuenta de tantos que ha ingerido mi cuerpo, solo quiero dejar de sentir.

No quiero experimentar más dolor. No quiero más presión. La depresión está calando en cada una de mis entrañas, sonriendo victoriosa. Porque sí, ella ha vencido. Igual que Bizzle. Ellos han vencido. Ellos han provocado que Ryan se aleje de mí, que nadie me mire como antes me miraban.

Ni mi familia me mira de la misma manera. Y es entendible, porque quizás sientan lástima de un joven absorbido por el mundo de la fama. Ese lado oscuro que no deja indiferente a nadie. Porque al fin y al cabo, todo el mundo acaba entrando. ¿Pero salir? Es prácticamente imposible.

He pasado horas y horas a lo largo de mi carrera despierto. Buscando hacer las mejores de las canciones, buscando sentirme bien, porque la música es todo lo que me hace bien. Es todo lo que me hace sentir vivo al final del día. Y con cariño y dedicación, todo es posible. Después de ese trabajo, se busca una aprobación. Y ahí estás, en el centro del huracán, esperando la respuesta de todo el mundo. ¿Para bien o para mal? No lo sé. Porque he dejado de sorprender a la gente.

Ahora solo están viendo mi lado oscuro.

Juego con mis dedos, sintiendo la saliva espesarse en mi boca. Mientras un nudo en la garganta me impedía tragar. Me encontraba mal, la ansiedad se estaba apoderando de mí. Volvía a necesitar la marihuana.

Miré alrededor de mi habitación, no había nada. Había terminado con todo lo que me quedaba y ahora, solo el olor era lo único que me confortaba en aquella estancia de mi casa. Cogí mi teléfono y sonreí al ver una foto junto a Kayla en el fondo del iPhone. Al entrar en Twitter, volví a desmoronarme. Había fotos de ella caminando por Londres junto a Tobías. Ese chico que sí le hacía feliz verdaderamente. ¿Mientras yo? ¿Qué le aportaba yo?

Nada.

Tristeza. Angustia. Dolor.

Todos los sentimientos negativos que una persona podía experimentar en toda su vida. Era una persona tóxica. Tóxica como la marihuana.

Saqué de un cajón varias pastillas para intentar que el dolor se fuera de mi cabeza. Incluso mi cuerpo llegó a mezclar sustancias en algunas ocasiones. No tenía ganas de seguir sufriendo. Me deslicé por la pared de la habitación, quedando de nuevo en el suelo. Mis dedos sostenían aquella tableta de pastillas que observaba con la mirada perdida.

Bizzle's trouble - jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora