Con la angustia instalada en mí, salí de la ducha y me puse una remera de Haron, bajé al comedor donde me esperaba con el desayuno listo, él se encontraba sentado con el periódico en la mano.
Entré y sin mirarlo directamente me senté en una silla, la que estaba un poco mas alejada de donde estaba sentado, ya no quedaba ni huellas de la sonrisa estúpida con la que lo había saludado apenas desperté, sus ojos me inspeccionaron, Fingí no verlo.
- ¿Todo bien Morgan? Preguntó después de un silencio incómodo.
- Por supuesto, todo está genial susurre bebiendo un poco del jugo que ya estaba servido para mi, ni él ni yo sabíamos como tratarnos y fue realmente desagradable.De pronto sentí que incomodaba ¿Acaso las aventuras de una noche se quedaban a desayunar también?
-Debo irme, dije poniéndome de pié, como si tuviese algo urgente que hacer.
-Espera, dijo Haron poniéndose de pié y acercándose, pero se detuvo a medio camino, mi cabeza trabajó rápido.
-Voy por mis cosas arriba, quise irme cuando habló.
-No soy lo que esperabas ¿cierto?
Su pregunta me tomó por sorpresa, pero no dudé mucho para contestarle.
-No eres tú quien me decepciona Haron, estoy decepcionada de mí misma.
-¿Por haberte quedado anoche? Preguntó pero decidí no decir nada más, me mantuve en silencio tratando de ocultar lo idiota que me sentía.Haron rompió la poca distancia que quedaba entre nosotros y acunó mi rostro en sus manos mirándome con adoración, ese gesto me confundió más.
-Lo siento, susurró, no soy bueno en ésto, no sé tratar a las mujeres, pero no quiero que te vayas.Sentí que mis ojos comenzaron a nublarse y me odié por eso, me había convertido en una tonta sensible cuando se trataba de Haron y eso solo me llenaba de rabia, no podía formular una oración porque amenazaba con romper en llanto apenas habra la boca.
Él me observaba lleno de culpa y eso tampoco me gustaba, pero ahí estaba, viendome actuar como una damicela ofendida y deshonrada esperando que le pidan matrimonio por haberse acostado con ella.
Haron soltó un largo suspiro para luego tomarme entre sus brazos, reposó su mandíbula sobre mi frente y me pasaba la mano por el cabello despacio, cerré los ojos y le respondí el abrazo.
Podían haber muchas cosas confusas entre nosotros pero algo sí estaba muy claro, no nos comprendiamos ni un poco.
-¿Te quedas? Preguntó.
-Me quedo, susurré y mi sonrisa reaparició.Haron se despegó de mi y pude ver una sonrisa en su rostro que hasta me pareció algo infantil, se veía tan tierno, se sintió bien ser la causante de ese maravilloso espectáculo.
Pasamos la mañana viendo pelis, luego pedimos delivery porque Dylan antes de irse de luna de miel con mi hermana le había dado éste día libre a la gente del servicio, la cocina no es mi fuerte y la de Haron menos.
Comimos pizza y hablamos de todo un poco, sentí que era mi oportunidad se saber más de él.
-Así que Los Angeles ¿Te gustó vivir ahí?
-La verdad es genial, fue difícil dejarlo, ya había comenzado una vida.
-¿Lo extrañas? Pregunté curiosa, Haron pareció analizarlo.
-Tal vez, aunque nunca lo sentí mi hogar dijo observando con nostalgia unas fotografías exhibidas en los muebles del living, supuse que eran sus padres y quise saber que pasó.
-¿Qué fue de tus padres? Lo pregunté sin pensarlo y provoque que se girara a verme sorprendido.
-Lo siento, yo solo... Comenzé a tartamudear una disculpa, pero él sonrió aliviando el momento.
-Ellos murieron cuando yo tenía 16 años, en un accidente, Dylan ya era mayor de edad así que todo quedó sobre sus hombros.
-Lo siento mucho, dije con pesar, sentí tanta pena de imaginarlo tan joven y sin sus padres.
-No te preocupes, ya fue hace mucho y Dylan fue una especie de figura paterna dijo despreocupado.
-¿Y tú Haron? ¿Qué hiciste?
Él desvió sus ojos de mi, comenzó a jugar con el reloj en su brazo.
-No lo sé, anduve por ahí, perdiendo el tiempo. La verdad nunca fui el tipo de hombre con el que te convenga andar.Se sinceró y aquello me produjo escalofríos, me quedé callada sin saber que decir, levantó su vista y fijó su mirada en la mía.
-Fui sincero cuando te dije que no te convengo Morgan ni a tí ni a nadie. Sonrió un poco, fue una sonrisa amarga.Su confesión me dejó sin saber cómo continuar, era lógico que tenía miles de preguntas más que hacerle, pero preferí dejarlo ahí, su vida tenía una historia fuerte oculta y no quería abusar de la cercanía que estábamos teniendo.
Estábamos en el sofa de la sala, cómodamente, mis piernas sobre las suyas, yo lo observaba fijamente mientras él se perdía en sus pensamientos. Una pregunta se cruzó por mi mente y la solté sin más creyendo que no habría problema.
-¿Te has enamorado Haron?
Él se quedó fijo en su lugar, pude sentir que se tenzaba y su rostro se volvió serio, con una expresión dura.Me arrepentí enseguida, era obvio que mi pregunta lo afectó, el sonido de su celular me hizo saltar del susto y a él salir de sus pensamientos, lo tomó y frunció un poco el ceño al ver quien era, se levantó.
-¿Bueno? Contestó alejándose.
Salió del living y se dirigió al despacho.Mierda, Haron no me contestó nada pero a juzgar por su expresión aún no había dejado de amar a esa mujer, sentí un pinchazo y me odié por haber hecho esa estúpida pregunta. Lo había arruinado todo.
Corrí a las escaleras y subí a su habitación, junte todas mis cosas rápido, quería irme antes que terminara su llamada, cuando me giré hacia la puerta lo vi ahí, parado observandome.
-¿Te vas? Habló bajo, serio, hasta parecía molesto.
No supe que decir, en realidad no podía descifrar su postura, era obvio que me iba, no podía negarlo, tenía todas mis cosas listas y en mis manos.-No te vayas, dijo y sentí como sus palabras dolieron, estaba mal.
Bajé mis cosas y por un impulso caminé hacia él, vi sus ojos tristes y sentí ganas de abrazarlo y cuidarlo.
-Debes contarme lo que sea que te suceda, hablé suplicante.
-No hoy, me dijo pegando sus labios con los míos, traté de separarme de él, pero no me lo permitió, se aferró a mis labios como si de ello dependiera su vida, me arrastró a la cama y nos metimos en ella, juraría que buscaba tener relaciones conmigo nuevamente pero no fue así, separó nuestros labios y acunó su rostro en mi cuello, nuestros cuerpos enredados, acurrucados, preferí no decir nada, éste hombre estaba mal, por alguna razón extraña trataba de buscar refugio en mi y yo no se lo iba a negar, no tenía ni idea de lo que sucedía pero me partía el corazón verlo así.Hola a mis fieles lectores 😍 ¿Qué opinan de este cap? Dejen sus votos aquí abajo 👇💕
ESTÁS LEYENDO
Nunca más.
Romance¿Qué pasa cuando pierdes al amor de tu vida y conoces a alguien que te la recuerda tanto que duele? Él carga con la culpa del suicidio de la mujer que ama y llega ella, quien teniendo tantos conflictos familiares decide refugiarse en sus brazos. Jen...