La noche caía lenta, era hermosa, adoraba quedarme horas enteras apreciando la magia de la luna, parecía volverlo todo mas bello, era una de las pocas cosas que lograban apaciguar mi ruidosa mente.
Había pasado ya otra semana y lamentablemente yo no me había animado para nada acercarme a Haron, en una ocasión fui con mi hermana a cenar a la mansión, pero él no estaba y tuve que fingir que recibía una llamada para poder salir al jardin a tomar aire y caminar un poco para matar el tiempo, me había decepcionado bastante. Después de eso no volví a intentar encontrarme con él.
Desvié la vista de la ventana para fijarla en Sara quien salía de su habitación con la pijama puesta, había estado en casa de su prometido y acababa de llegar hace un rato, esta vez preferí no ir ya que no quería volver a pasar por lo mismo.
¿Que tal todo? Pregunté casual, sin mucho interés.
-Genial, contestó tomando una manzana y sentandose cerca de mí en una butaca, se quedó mirándome de una manera extraña, sonriendo sospechosamente.-¿Qué planes tienes para mañana? Preguntó con demasiado interés.
-Supongo que nada ¿Por qué?
-Perfecto, Porque con Dylan queremos organizarte una cena dijo emocionada.
-¿Organizarme? ¿A mí? Pregunté confundida. ¿Por qué harían algo así?
Sara comenzó a reír a carcajadas al ver mi notable confusión.
-¿Qué clase de persona olvida su propio cumpleaños? Preguntó divertida.
¿Mi qué? La miré sorprendida y no tardé en unirme a sus carcajadas. En verdad lo había olvidado, a veces puedo llegar a ser demasiado despistada.-No hagas más planes eh hermanita.
Me acomodé en mi lugar, entrecerre los ojos analizandolo.
-Sara, no te enojes, pero no me emocióna mucho esa cena, cuando estoy con ustedes siento que salgo sobrando, dije arrugando la nariz.
-Pero no seremos sólo nosotros dos, Sara volvió a reír, tendrás invitados tontita dijo levantándose y caminando hacia la puerta.
-¿Invitados? Me puse de pié rápido y la intercepte antes que pudiera salir.
-¿Qué invitados?
-Tu sólo déjalo en mis manos, me guiñó un ojo y me rodeó alejándose.Me quedé pensando ¿Haron sería uno de los invitados? Eso debe ser, Haron y Lucette, sonreí ampliamente comenzando a sentir los nervios a flor de piel.
Ya era bastante tarde así que decidí que llamaría a Luce en la mañana. Iba a necesitar que me ayude a escoger la ropa, a peinarme, maquillarme, todo lo que se pueda, deseaba tanto que Haron se acerque nuevamente, sentía que más que un simple deseo su cercanía se había vuelto una necesidad absurda.
Con esos pensamientos me arrojé a mi cama y abracé mi almohada, mi sonrisa era imposible de borrar, mañana sería un gran día, cumpliría los 19 años y Haron Collins estaría presente en mi cena. Cerré los ojos y con esos pensamientos me dejé caer en un profundo sueño.
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¡Feliz cumpleaños número 19!
La voz chillona de mi hermana que se volvía especialmente odiosa por las mañanas, me había despertado.
-¿Podrías dejar de gritar? Reclamé malhumorada.
-¿Almenos en tu cumpleaños podrías ser más amable? Contra atacó Sara sentandose en mi cama con una caja mediana adornada con un moño rosa.
Me senté y sonreí al ver que traía un regalo.
-Es para ti gruñóna, bromeó entregandome la caja.
-¿Tenías que despertarme? Dije riendo al tiempo que tomaba mi obsequio. Gracias Sara.
- Tuve que hacerlo, Dylan vendrá por mi en un rato, te abandonaré esta manana pero será para que tengas una linda fiesta esta noche.Mi hermana depositó un beso en mi frente, y se levantó.
-Espero que te guste el regalo, vendré apenas pueda dijo saliendo de la habitación.
-Gracias, fue todo lo que alcancé a decir.Abri la caja y era un hermoso vestido negro, salí de la cama y fui frente al espejo, me lo puse sobre el cuerpo finjiendo tenerlo puesto, sonreí encantada, lo usaría esta noche, estaba en verdad emocionada y ansiosa.
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Nunca más.
Romance¿Qué pasa cuando pierdes al amor de tu vida y conoces a alguien que te la recuerda tanto que duele? Él carga con la culpa del suicidio de la mujer que ama y llega ella, quien teniendo tantos conflictos familiares decide refugiarse en sus brazos. Jen...