Nunca más.

Confusión total (Cap.6)

Después de cenar, Haron me llevó a casa, estuvimos conversando hasta altas horas de la noche y nos llevamos increiblemente bien y eso comenzó a causar mayor confusión en mi mente. ¿Era posible que la compañía de un extraño como lo era él, opaque la traición de mi novio?

Era alguien tan reservado con su vida, a pesar de que traté de saber más de él, solo me contó que fue a los Angeles a estudiar la carrera de Derecho y ahora que volvió pronto formaría parte del Bufete de abogados del cual su hermano mayor estaba a cargo. "Uno de los más imponentes e importantes" esas fueron sus palabras.

Estando ya en mi cama, recostada mirando el techo, todas las cosas que sucedieron aquella noche comenzaron a dar vueltas y vueltas en mi cabeza, la imagen de Jeremy con otra mujer en brazos se sentía aún como una punzada en el pecho, como si literalmente tuviera un puñal atravesado, y ahora que me encontraba sola se sentía con mayor fuerza, era lógico, yo aun no podía aceptar que la persona más cercana a mi, el único en el que en serio confiaba, se hubiera burlado de mi. ¿Cuánto tiempo llevaba mintiéndome ? era natural que doliese tanto, pero a pesar de todo... no era eso lo que me inquietaba más.

Había algo dentro mío que no cuadraba, sentía raro, eran como... ¿mariposas? Acaso eran.. sacudi la cabeza rápido y me pasé una mano por la cara, una sonrisa tonta apareció de pronto, no eran mariposas, era algo peor, un cosquilleo que me advertía que haber pasado aquella noche en compañía de Haron Collins iba traer concecuencias.
¿Era normal que estuviera pensando más en Haron que en Jeremy?
Se supone que debería estar deprimida, inconsolable, que se yo, seguramente mi novio aun seguía con aquella despampanante rubia de faldas cortas y sí, lo admito, de no ser por Haron, no lo hubiera soportado.

Cualquiera diría que no tiene sentido, fue entonces que la pregunta de Haron resono en mi cabeza.
¿Era miedo a estar sola nada más? Y el hecho de haber estado en su compañía me aliviaba, esque era tan apuesto, caballeroso, simpático era tan perfecto que era imposible no sentirse bien a su lado.

Esa noche me sentía confundida y asustada, no sabía como manejar tantos sentimientos encontrados, decidí dejar de enredarme peor con mis ideas, cerré los ojos y me dormí.

-Que mierd.. dije arrastrando las palabras por el sueño que aun sentía, pero el ruido de los cubiertos en la cocina hicieron que sea imposible volver a dormir, eran como las ocho de la mañana y Sara ya estaba de aqui para allá preparando el desayuno, yo no había dormido nada bien.

- Buenos días, dije entrando a la cocina aun medio dormida.
- Buenos días suertuda, dijo Sara riendo.
-¿Suertuda? De que me perdí, Pregunté.
- Anoche llegaste muy tarde ¿Te cayó bien Haron?
Apenas escuché su nombre me puse roja como un tomate.
- Si, es agradable dije encogiendome de hombros, tratando de quitarle importancia.
Sara rió fuerte y se sentó en una de las sillas que tenía en frente, puso sus codos sobre la mesa y recargo sus mejillas en ambas manos.
- Ya, cuéntame todo, dijo divertida.
-No es lo que piensas, le dije molesta, me senté en otra silla y me puse a pensar en todo lo sucedido.
- Sabes hermana, anoche fuimos a la fiesta pero no llegamos.
- ¿No? Pero porqué.
Me cubrí el rostro con ambas manos.
- Cuando llegamos a la dichosa fiesta lo primero que vi fue a Jeremy... y no estaba solo.

Sara se puso de pié tan rapido que me sorprendió.
- ¿El idiota ése se atrevió a engañarte? ¿No que estaba trabajando? ¡Qué rayos le sucede a ese tonto!
- Ya sé, dije en voz baja, desvié la mirada hacia la ventana, avergonzada - Era una mujer hermosa Sara, la hubieras visto, una rubia alta de piernas largas, con muchas curbas.
- ¡Es una zorra! Exclamó mi hermana.
- Ambos lo son, dije triste- Jeremy tenía sus manos es todo su cuerpo, y yo simplemente me quede ahí, observándolos.
- Jen ¡No puedo creer lo que me estas contando! Estoy tan molesta, cuando vea a ese idiota te juro que..
- No Sara, dije interrumpiendola - No quiero hacer de esto un drama, nisiquiera eh prendido mi celular, no quiero ver ni escuchar nada más sobre mi no tan confiable novio. Por favor hermana, solo quiero olvidar esto.
- Entiendo, pero sé que no sera fácil para tí, lo querias tanto, yo te veía, hay Jennifer, tú no lo merecías.
- Lo sé, pero son cosas que una no puede evitar, Haron por su parte, se portó muy bien conmigo, hizo que todo sea mas pasable, es un gran tipo, sonreí un poco al recordarlo.
- Si es hermano de mi Dylan debe serlo.
- ¿Tú no puedes pasar un momento sin mencionar a Dylan? Dije riendo un poco.
- Esque es un amor y hablando de eso, estoy atrasada dijo Sara depositando un pequeño beso en mi cabeza y tomando su bolso, debo salir, la vida de una futura novia es bastante agetreada, si me necesitas llámame dijo sacudiendo la mano en señal de despedida y desapareciendo por la puerta principal.

Sara era una gran persona pero no era la mejor en eso de acompañarte en un proceso difícil de tu vida, ella solo se preocupaba un momento pero al siguiente rato ya la veías centrando nuevamente toda su atención en sí misma.

Me quedé toda la mañana escuchando música y limpiando, tratando al máximo de no pensar en nada, iba y venía por toda la casa y ya iba ser medio día cuando tocaron la puerta, dejé de lado lo que hacía y apagué la música, dudé un poco para abrir ya que no éramos de recibir visitas.
- ¿Jen, cariño, estas ahí?
Era la voz de Jeremy del otro lado de la puerta.
Me quedé ahí, quieta en mi lugar, sin poder reaccionar.
- Jennifer, abre por favor - tocaba con insistencia. - Sé que estas ahí.

Su sola voz me quemaba, de pronto sentí una presión fuerte en el pecho y un calor que inundaba mis mejillas, mis rodillas temblaban, no estaba lista para enfrentarlo, me sentía tan humillada, tan molesta, dolida, pasaban mil cosas por mi mente, la idea de que Jeremy pasó toda la noche entre las piernas de esa mujer me hería damasiado el orgullo.
Decidí mantenerme callada y cuando escuché que al fin se había ido, me dejé caer al suelo, sentía como si hubiera corrido miles de kilometros, mi respiración se había acelerado y las lágrimas amenazaron con salir, pero no se los permití.
No me iba a permitir llorar por Jeremy, en mi vida habían muchas cosas más importantes y si no había llorado hasta ahora, no lo iba a hacer por un idiota mentiroso.

Me levanté como pude y subí las escaleras, entré a mi habitación, tomé mi celular y lo prendí, con las manos temblorosas marqué el número de mi padre, quería oír su voz, necesitaba a mi padre, escuché como sonaba pero nada, él no contestaba mi llamada y en el fondo sabía bien que no importaba las veces que lo intentara, no me contestaría, bajé el movil en mi cama y aun más dolida me metí bajo la ducha sin siquiera haberme quitado la ropa, me volví a dejar caer ahi en suelo, dejé que el agua tibia empapara todo mi cuerpo, buscando algún alivio, y mientras me rodeaba a mí misma con los brazos, una enorme necesidad de tener la compañia de Haron me inundó y me odié aún mas por eso.

- Qué diablos sucede contigo -me susurre a mí misma.
Me quedé ahí un buen rato, hasta que conseguí calmarme.
Fue entonces que me dí cuenta que no iba ser nada fácil sobrellevar todo lo que me estaba pasando y que iba a tener que pasar por todo sola. Eso iba ser lo mejor.

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