Jennifer (cap.20)

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- Quiero que me escuches, dijo Haron con las ojeras visibles, se veía cansado, no tenía idea de a donde había ido pero era evidente que no lo había pasado nada bien.
-Te escucho susurré tratando de sonar calmada y segura.
-Te contaré a ti, todo lo que no pude decirle a ella dijo, sentí una punzada horrible en mi pecho, eso significaba que sí había alguien más que lo tenía mal, pero no dije nada, me mantuve en silencio.

-Haron comenzó a relatar: Hace dos años, una noche como ésta, yo estaba con mis amigos, estaba tomando y si... (se detuvo a analizar sus palabras) estaba con otra mujer dijo con pesar.

Desvíe mi mirada y frunci el ceño, no supe que decir, todo esto era demasiado para mi.

Yo no era la persona indicada con quien debía hablar de todo esto, escucharlo causaba estragos terribles en mi, yo lo quería tanto, pero no tuve el valor de interrumpirlo, una parte de mi quería llegar al final del relato y de una vez por todas, saber que pasaba con él.

Lo vi cerrar sus puños con fuerza antes de continuar.
-Juro que nisiquiera recuerdo su nombre, la conocí esa noche y en la mañana ya la había olvidado, sé que eso no me hace menos idiota pero éramos jóvenes y al menos yo no sabía lo que hacía, a pesar de haber sido el peor novio del mundo para mi la única que de verdad importaba... dejó esa frase sin terminar.

Hubo unos instantes de silencio cuando Haron levantó la vista y la fijó en mi, yo estaba desconcertada pero me mantuve atenta a todo lo que decía, conteniendo mis lágrimas con todas mis fuerzas.

-Sé que no eres ella, pero necesitaba decirlo.
-Puedes decirme lo que quieras Haron, susurré tomando su mano en señal de apoyo.
-Ninguna de las mujeres con las que me acosté hicieron que la dejara de querer ni un solo momento. Concluyó.

Eso fue demasiado, porque también se había acostado conmigo, mientras él se descargaba yo sentía como cada una de sus palabras me atravesaban el pecho.

-¿Se lo has dicho a ella? Pregunté tratando de entender el motivo que lo llevaba a desahogarse conmigo.

El sonrió pero fue una sonrisa que no le llegó a los ojos, una sonrisa demasiado triste, amarga.
-Quisiera decirle. Dijo para luego levantarse de la cama y caminar hacia la puerta.
-Haron, lo llame siguiéndolo.

Me hablaba de otra mujer, me dolía saber que su corazón le pertenecía a ella, me desgarraba esa idea pero más me destrozaba verlo así, tan mal, tan lastimado por la culpa que cargaba, mis ganas de estar a su lado era mayor que la desilusión que me acababa de llevar.

-Por favor quédate, le dije suplicante.
Él se quedó mirándome, como analizandolo.
-Esta noche debo estar solo Morgan, como debí haber estado hace dos años dijo antes de volver a caminar hacia la puerta pero se detuvo justo antes de salir, me miró con una pequeña sonrisa.
-Gracias por escucharme.
-Gracias por confiar en mi, c
ontesté para luego verlo salir y cerrar la puerta.

Tardé unos minutos en salir de mi laguna mental, apenas después de haberme visto sola en aquella habitación logré dimensionar lo afectaba que estaba, me había hecho ilusiones con él, aunque me gustaría negarlo no podía, quería a Haron Collins, lo quería tanto que dolía, no podía ignorar la punzada que sentía en el pecho, pero lo que menos podía soportar de todo esto era saber que en estos momentos él estaba pensando en esa otra mujer ¿O es que "la otra", la secundaria en su vida era yo?

Él sufría por ella, es su gran amor y yo simplemente la persona que se presentó cuando más necesitaba consuelo.

Tenía unas ganas locas de ir a su habitación, pero también necesitaba alejarme de él tanto como se pueda, él estaba pasando por un momento difícil, incluso por mi propio bien debía mantenerme alejada, especialmente esta noche que más que nunca le pertenecía a ella y no a mí.

Nunca más. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora